Una valenciana en Perú: "Los vuelos están cancelados y la incertidumbre es total"

Estaba en Lima cuando el expresidente Pedro Castillo dio el golpe de Estado y no saben si podrán volver a España el sábado- Muchas carreteras están cortadas y no es seguro salir de noche

Lola y su compañero Pablo en Perú.

Lola y su compañero Pablo en Perú.

Amparo Soria

Amparo Soria

De las revueltas políticas contra Evo Morales en Bolivia hasta elconocido como ‘Estallido Social’ de Chile, la inestabilidad política en algunos países de Latinoamérica copa titulares desde 2019, como fecha más reciente. El último país en sucumbir a estas crisis ha sido Perú, con un autogolpe de Estado promovido por el propio presidente electo hace solo un año y medio,PedroCastillo, que desde el pasado miércoles está en prisión, mientras en la calle, Perú hierve: calles y carreteras cortadas, ataques a medios de comunicación y revueltas populares contra el ejército que ya se han saldado con once muertos. En mitad de este caos, no son pocos los españoles que se encuentran en el país andino y que asisten con estupor al devenir de los hechos.Una de ellas es Lola Acerete, una valenciana a la que el golpe de estado ha irrumpido en su recorrido por las distintas ciudades de Perú y que tras veinte días, no sabe con certeza si su vuelo a España se cancelará el sábado o se mantendrá en el calendario. «Hay bastante incertidumbre en cuanto a los transportes, sobre todo, por las huelgas que se han convocado. No sabemos si el vuelo de vuelta a España se mantendrá el sábado», dice Acerete.

 El golpe de Estado ha cambiado algunos de los planes que Acerete tenía junto a su compañero Pablo de recorrer el país con mochila. El día que PedroCastillo quiso disolver el Congreso, se encontraban enCuzco de camino a Lima, para después coger un autobús de noche que les llevara hasta Guaraz. Llegaron a la capital de noche y se había decretado un toque de queda que les impedía moverse por la ciudad, además de la recomendación de la Embajada de España en Perú de limitar al máximo los movimientos. Cambiaron su autobús a la mañana para poder viajar más tranquilos pero desde entonces, Acerete asegura que no han salido de noche fuera de los hoteles donde se han alojado ante la inseguridad que había en algunas localidades. 

Lola en Cuzco, días antes del golpe de Estado.

Lola en Cuzco, días antes del golpe de Estado. / L-EMV

El martes volaban de Lima a Iquitos y en la pantalla del aeropuerto se sucedían los vuelos cancelados, sobre todo los que salían de Cuzco y Arequipa, dos regiones que están siendo epicentro de la movilidad social.

En la capital, las revueltas se han llevado a cabo en el centro pero en otros barrios de la ciudad «el ambiente estaba tranquilo, pese a los ataques a los medios de comunicación», dice Acerete.  

De hecho, el elemento turístico más visitado de Perú, el Machu Picchu, también se ha visto afectado por el paro generalizado de algunos sectores, como es el ferrocarril que sube hasta la cumbre y que transporta cada día a miles de turistas. El aeropuerto de Cuzco no abrirá hasta mañana.