La gigafactoría de Sagunt revoluciona el empleo

Pedro Sánchez, Herbert Diess (ex CEO de Volkswagen) y Ximo Puig, en la presentación de la gigafactoría en mayo de este año. | D. TORTAJADA

Pedro Sánchez, Herbert Diess (ex CEO de Volkswagen) y Ximo Puig, en la presentación de la gigafactoría en mayo de este año. | D. TORTAJADA / POR r. ferrando/j. vázquez

El 23 de marzo el grupo Volkswagen confirmó la elección de Sagunt como sede de su primera gigafactoría de baterías para el coche eléctrico del sur de Europa. La apuesta del grupo automovilístico alemán por Valencia está transfornando la industria del motor con una inversión prevista desde este año a 2026 de 4.500 millones de euros y la creación de más de 30.000 puestos de trabajos directos e indirectos. Tras un intenso trabajo de la Generalitat Valenciana que arrancó el 8 de octubre con una carta de la hoy consellera Rebeca Torró al directivo de Seat Alfonso Sancha (responsable del programa de electrificación del grupo en España), Sagunt se impuso a Extremadura y Aragón. El Consell ya llevaba tres años trabajando para lograr la instalación de una de las diez gigafactorías que la Unión Europea está impulsando en el continente para acabar con la dependencia asiática.

Volkswagen siempre condicionó el proyecto a la obtención de ayudas públicas regionales y estatales con los fondos de recuperación europea (vehículados en los Perte). En noviembre se vivió un momento de tensión cuando el grupo automovilístico reclamó más fondos para continuar con el proyecto, pero al final la Administración logró reconducir la situación.

Al final, la empresa va a recibir para la megaplanta valenciana más de 100 millones de euros del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC) y otros 100 millones con otros recursos del Estado y de la Generalitat. A cambio, la compañía va a cometer la inversión industrial más importante de los últimos 50 años en la Comunitat Valenciana.

La intención de la empresa es empezar con las obras de la gigafactoría en el primer trimestre de 2023 o a principios de abril Durante la construcción, se generarán 8.900 puestos de trabajo directos temporales y 10.200 indirectos. Cuando la factoría esté en funcionamiento, se requerirán casi 4.200 empleos directos, el 92 % de los cuales será personal de producción y el 8 % de dirección y administración. El empleo indirecto llegará a 27.000 y el inducido a 11.000.

Al margen de los 4.500 millones de Volkswagen, Iberdrola va a invertir otros 500 millones de euros en una planta de autoconsumo que proporcionará a la gigafactoría el 20 % de la energía que necesita. La instalación fotovoltaica tendrá una potencia de 150 megavatios (MW), contará con unas 300.000 placas y ocupará una superficie de unas 260 hectáreas; es decir, equivalente a unos 500 campos de fútbol.

La planta producirá celdas de baterías para los automóviles de las fábricas de Seat en Martorell y Landaben (Pamplona). La voluntad de la empresa es arrancar la producción industrial en Sagunt en 2026.

El grupo Volkswagen está dispuesto a aumentar un 50 % la capacidad de la gigafactoría de baterías de Volkswagen para suministrar a terceros y producir celdas para vehículos grandes. Directivos de la firma revelaron que la gigafactoría «ya tiene prácticamente consumida la previsión inicial de (una capacidad de producción de) 40 GWh», que supondrían hasta 800.000 baterías fabricadas al año, y abrieron la puerta a ampliar a 60 GWh. La compañía ya tiene el terreno previsto para esa ampliación. Además, la multinacional está dispuesta a suministrar baterías a Ford para Almussafes si la firma del óvalo apuesta por montar en sus automóviles la celda unificada que está desarrollando el grupo alemán.

La electrificación de Almussafes

No en vano, la marca estadounidense confirmó a finales de junio que la fábrica de Almussafes –símbolo desde hace medio siglo de la industria valenciana– se imponía en la batalla de la supervivencia a la planta alemana de Saarlouis y continuará produciendo vehículos hasta, al menos, mediados de la próxima década. Serán eléctricos grandes y de alta gama, pensados para competir con Tesla, que tendrán como estructura la plataforma GE2, evolución de la GE1 –la primera con tecnología propia de Ford– con la que se produce actualmente en México el Mustang Match-e, el primer SUV deportivo eléctrico de la compañía y cuya próxima generación podría llegar a Almussafes en 2026.

Mientras ese decisivo momento llega, la realidad prevista es que la factoría se quede solo con la fabricación del Ford Kuga –el S-Max y el Galaxy se irán en marzo y la fecha de caducidad de la Transit está en el aire–, lo que ya avisa de que en 2023 se tendrá que llevar a cabo una negociación de un Ere para iniciar el ajuste de plantilla en el camino de la electrificación. En paralelo, lo que seguirá vigente en la planta es el Erte derivado de la falta de componentes, que se prorrogará como mínimo hasta junio y que afectará hasta a 700 personas durante cada día de paro.

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