La visita del papa a València derivó en dos causas judiciales con 19 condenas, un archivo y 20,3 millones gastados

La visita del papa Benedicto XVI a València hizo correr ríos de tinta muchos años después, aunque por motivos mucho más terrenales que los espirituales que provocaron la visita pontificia. El evento mundial degeneró años despuñes en dos causas judiciales abiertas. Una acabó en una condena a 19 acusados juzgados en 2020. Y la otra acabó en archivo para otras diez personas investigadas. 

La sanción punitiva fue una de las piezas separadas de la trama valenciana del caso Gürtel. La Audiencia Nacional condenó el 25 de noviembre de 2020 a 19 de los 23 acusados iniciales por la adjudicación ilegal al Grupo Correa del contrato de suministro de pantallas, sonido y megafonía para retransmitir al mundo la visita de Benedicto XVI a València con motivo del V Encuentro de la Familia, celebrado en València del 7 al 9 de julio de 2006.

La sentencia consideró probado que de los 7.493.6000 millones (IVA incluido) que pagó Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) por el contrato para la retransmisión de la visita del papa, 3,2 millones fueron sobrecostes que se repartieron los cabecillas de la trama Gürtel con las empresas pantalla y el director de RTVV, Pedro García Gimeno, que recibió 500.000 euros en mordidas y regalos como el usufructo de un Minicooper. 

La Audiencia Nacional impuso penas de cárcel de 6 a 15 años a los principales cabecillas de la trama Gürtel (Francisco Correa, Pablo Crespo o Álvaro Pérez Alonso «El Bigotes») por amañar los contratos para la retransmisión televisiva de la visita papal. También se condenó a ocho exdirectivos de RTVV por impulsar o colaborar en el amaño del contrato para la retransmisión del evento que fue un paripé de principio a fin, según se declaró probado en la sentencia. 

El exdirector de RTVV, Pedro García, que admitió los hechos, fue condenado a 6 años y 9 meses de cárcel por los delitos de malversación, falsedad en documento oficial y mercantil, blanqueo y cinco delitos contra la hacienda pública. La responsabilidad penal se extinguió para dos de los acusados que fallecieron durante y después del juicio: el exconseller Juan Cotino, considerado el «factótum» de esta trama, y un jefe técnico de RTVV. La sentencia fue recurrida por algunos de los acusados que no alcanzaron una conformidad y aún está pendiente de que se pronuncie el Tribunal Supremo al respecto.

La otra causa abierta con motivo de la visita del papa fue archivada definitivamente el 19 de abril de 2021 por la sección cuarta de la Audiencia de València. Se trataba de una investigación abierta por malversación, prevaricación y fraude a la Administración en la organización de la visita del papa. 

Los magistrados de la sección cuarta no vieron delito en la actuación de los responsables de la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias (Fvemf) en la adjudicación de once contratos para la organización del evento. Entre los diez investigados estaban el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps; el obispo auxiliar, Esteban Escudero y el exvicepresidente del Consell, Víctor Campos, entre otros. 

Los magistrados de la sección cuarta, en un auto en el que fue ponente el magistrado y expresidente de la Audiencia Pedro Castellano, consideraron que «tras cinco años de pesquisas, no se ha demostrado que a través de los contratos se hubiera favorecido a determinados contratistas o a la fundación misma, constando que todas las empresas contratistas han justificado y explicado sus trabajos y la remuneración percibida». Por tanto, defendieron, «no se adivina, ningún propósito delictivo en el acuerdo de creación de la fundación, ni actuación posterior». 

El misterio del coste del evento

Otra cuestión polémica fue el coste que tuvo para el erario la organización de la visita del papa a València. Formalmente, la Generalitat sólo admitió haber destinado 20.000 euros, según varias respuestas parlamentarias de los entonces vicepresidentes del Consell, Víctor Campos primero y Vicente Rambla después. 

La factura real se conoció mucho tiempo después. La visita del papa costó a las arcas públicas 20,3 millones de euros. Un cómputo realizado por la oficina de recuperación de activos de la Generalitat y que sumó el dinero invertido para engalanar la ciudad a través de la empresa pública Vaersa (750.011 euros); los 14,3 millones gastados por RTVV para retransmitir los actos, los 194.456,83 euros que pagó Cacsa para el centro de prensa y los 3.306.897 euros para poder extinguir la Fundación V encuentro mundial de las familias en 2014.