Las cuencas del Júcar y el Segura se llevan casi la mitad de inversiones del Gobierno para antirriadas

Casi la mitad de inversiones del Gobierno para reducir el riesgo de inundaciones se quedarán en las cuencas del Segura y el Júcar. Ambas demarcaciones percibirán 840 y 160 millones de euros respectivamente de un presupuesto total de 2.235 millones. Los planes aprobados ayer por el Consejo de Ministros son una herramienta que incluye la prevención, protección, preparación y recuperación en caso de eventos extremos como el que en 2019 se cebó con la zona de Orihuela y Ontinyent.

El objetivo es planificar y reducir la probabilidad de fuertes avenidas en los próximos años. Los planes profundizan especialmente en el impacto del cambio climático y la preparación para sus peores escenarios. De ahí que se apueste por la mejora de los sistemas de predicción y alerta. Así, está prevista la implantación de herramientas para interconectar todos los datos e informaciones necesarias para garantizar respuestas eficaces ante la emergencia entre las distintas Administraciones y la Red de Alerta Nacional.

El Ministerio para la Transición Ecológica prevé una partida de más de cien millones para la modernización y optimización de las redes de control, el incremento de puntos de medición y el desarrollo de aplicaciones informáticas que ayuden a la decisión en situación de avenidas. Unos seiscientos millones de euros, a nivel estatal, se destinarán a obras de protección frente a desbordamientos y reducir la peligrosidad. Se trata sobre todo de zonas urbanas, pero también aquellas que tienen impacto sobre infraestructuras que afectan a la seguridad de las personas.

Acciones puntuales y contínuas

La demarcación del Segura, con 840 millones, es la que más inversión percibirá, tanto para actuaciones puntuales (733) como contínuas (107). Le siguen la del Ebro (326) y la del Guadalquivir, Ceuta y Melilla (229). En cuarto lugar se sitúa la del Júcar, con 120 millones para intervenciones específicas y otros 40 para ininterrumpidas, dato que corrobora la recurrencia cada vez mayor de episodios de lluvias torrenciales.

El departamento de Teresa Ribera propone soluciones basadas en la naturaleza, como las llanuras de inundación y retranqueo, pero también la eliminación de obras de protección obsoletas o poca funcionalidad. En ese apartado se prevé la ejecución de más de cien nuevos proyectos a nivel nacional, con un importe de aproximadamente 570 millones de euros.