Los informáticos de la UPV convocan una huelga indefinida

El colectivo de operadores, técnicos y programadores informáticos de los tres campus de la Universitat Politécnica de València (UPV) ha convocado una huelga indefinida a partir del día 30 de enero. Los trabajadores reclaman una homologación salarial con sus compañeros del resto de universidades públicas.

Esta infrafinanciación ha sido reconocida por el rectorado de la UPV, que asegura que siguen abiertos a negociar para solucionarlo. El problema, según explica la universidad, es "la situación de incertidumbre relativa a la ausencia de un plan plurianual de financiación para las universidades públicas valencianas". El rector de la Politécnica explicó en uno de los últimos claustros que este cuerpo de informáticos cobra un 10 % menos que el resto.

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En resumen, la universidad asegura que no conoce "cuáles serán los ingresos de la institución en los próximos años" y considera "temerario abordar una revisión de la situación salarial de los trabajadores". Pese a todo, llaman a encontrar una solución y reiteran "la importancia de mantener unos servicios mínimos".

Los trabajadores reclaman mejorar sus condiciones de trabajo "en consonancia con el resto de universidades valencianas", y denuncian que llevan años reivindicando esta situación sin llegar a un acuerdo con varios equipos rectorales. También reclaman un cuerpo estable de plazas y acabar con la interinidad de muchos puestos.

Este colectivo se reivindica como esencial para el funcionamiento de la universidad y de todos los sistemas digitales y webs que la rigen, y está compuesto por alrededor de 170 trabajadores y trabajadoras que anuncian una huelga en plena temporada de exámenes.

Reivindicación histórica

"Llevamos lustros soportando un incremento exponencial de nuestras funciones y nuestra carga de trabajo bajo la imparable presión de los avances tecnológicos", explican. Reivindican que el cuerpo informático está "mal organizado y mal pagado, y con carencias en la formación interna", lo que ha provocado que "muchos compañeros hayan optado por probar suerte en el sector privado o en otras administraciones".

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El colectivo lleva denunciando esta situación desde 2006, pero las protestas se habían intensificado en los últimos años y en concreto en los últimos meses, con algunas pitadas en los claustros de la UPV. A pesar de los acercamientos que parecían concretarse en las últimas semanas, la situación ha acabado en huelga convocada ante el ministerio de trabajo.

Tras amenazar con la huelga, el gerente de la universidad había convocado una mesa de negociación dándose el plazo de un mes para obtener una solución al problema. Tras superarse este plazo los sindicatos (Stepv, Csic, CC OO, UGT y Sattui) han decidido convocar la huelga.

La Universitat Politécnica, por su parte, lamenta "la falta de sensibilidad del comité de huelga ante la difícil situación actual" y reitera "la importancia de mantener servicios mínimos para no perjudicar la actividad académica normal de nuestros estudiantes".