Miles de sanitarios valencianos se la juegan en el examen de sus vidas

La prueba de formación para medicina (MIR), enfermería (EIR) y demás especialidades reúne a una marea de estudiantes en el campus de Tarongers, entre los que reina el nerviosismo. Los hospitales de la C. Valenciana ofrecen 1.044 plazas

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

"Suerte". Es la palabra que más se escuchaba este sábado en el exterior de los aularios norte y sur del campus de Tarongers de la Universitat de València. Allí se agolpaban miles de personas que afrontan el que puede ser el examen de su vida en busca de una plaza de especialización en el sector sanitario. Es el conocido como MIR en medicina, unas siglas a las que le baila la inicial en función de cada área: FIR en farmacia, PIR en psicología o EIR en enfermería, entre otras muchas.

Los aspirantes valencianos son solo una pequeña parte de los casi 28.000 sanitarios que desde este sábado a las 16.00 horas compiten por las poco más de 11.000 plazas que se ofertan en toda España, 1.044 de ellas en hospitales de la C. Valenciana. La prueba consta de 210 preguntas y tiene una duración de 4 horas y media.

Los que obtengan las mejores calificaciones serán los primeros en elegir su especialidad y el centro hospitalario en el que desarrollar su residencia. Es decir, que casi dos tercios de los estudiantes que se arremolinaban a las puertas de los aularios tendrán que esperar y una gran mayoría, conformarse con lo que vayan dejando los alumnos con nota más alta.

Los nervios se podían oler en el exterior de los edificios, a rebosar de gente casi dos horas antes del inicio del examen. Pero gestionar las pulsaciones no es lo único que preocupa a los sanitarios. Es el caso de Carlota Peris, que quiere especializarse en Farmacia. "Llevamos mucho estudio a las espaldas, es normal que haya presión y nervios. Pero el problema más grande es la falta de plazas", lamenta.

Es la sensación compartida por la mayoría: demasiada competencia para acceder a una profesión en la que se necesitan más profesionales. Xavi López lo resume a su manera: "Me he matado a estudiar para poder elegir dónde me matan a trabajar. Los enfermeros tenemos un punto de masoquistas", dice entre risas nerviosas.

Pero siempre hay quien se toma la vida con más filosofía, como Mariola, que llega al examen sin expectativas y por tanto, más relajada que la mayoría de sus colegas: "No he estudiado nada, así que estoy fenomenal", asegura antes de prometer que el año que viene se lo preparará "en serio", no sin antes cerrar un viaje de recompensa. "En cuanto acabe, me voy un mes al sudeste asiático, para llorar allí tranquilamente cuando me llegue la nota".

Charo y José María no se examinan. Han venido acompañando a su hija y al escuchar las reflexiones de Mariola no pueden evitar preguntarle cómo hace para mantener esa calma. "Nuestra hija lo lleva fatal. Es la segunda vez que se examina, la anterior salió llorando. Es muy exigente y todo esto le pone muy nerviosa", lamenta la madre.

Miles de personas se presentan a las oposiciones de Sanidad en València

Miles de personas se presentan a las oposiciones de Sanidad en València / Eduardo Ripoll

Más plazas en España

Pese a las críticas de los estudiantes acerca de esa escasez de oferta, algo que secundan desde ámbitos profesionales, sindicatos y sociedades científicas, este año el volumen de plazas para estos programas de formación de cuatro años de duración ha aumentado un 5 % respecto a 2022, incrementándose en 545 puestos.

Como es habitual, Medicina se lleva la palma con más de 8.500 plazas de las 11.171 ofertadas. Asimismo, Enfermería cuenta con 1.961, Farmacia con 308, Psicología 231 y Biología, 60.

Miles de personas se presentan a las oposiciones de Sanidad en València

Miles de personas se presentan a las oposiciones de Sanidad en València / Eduardo Ripoll