Las personas trans centran la mayoría de ataques en redes sociales hacia el colectivo Lgtbi

La Lgtbifobia no solo son los golpes. También son los insultos en redes sociales, el acoso, los desprecios, las mentiras, las burlas, el odio en palabras clave y hashtags, y las amenazas de muerte en un mensaje privado por aquel que se piensa impune por esconderse tras un perfil falso de Twitter.

Lo saben una de cada dos personas del colectivo lgtbi, que confiesan que han sido discriminadas en redes en los últimos 5 años por su orientación sexual, según datos del Informe de la encuesta de delitos de odio del año 2021 del Ministerio de Interior. Lo que también dice este informe es que los delitos de odio están creciendo, y mucho: un 87,5 % en un año. Y el terreno abonado son las redes sociales; un 60 % se perpetran allí, y la mayoría odian en grupo, no en solitario.

Lambda, colectivo Lgtb+ por la diversidad sexual, de género, y familiar, también recopila datos propios en su segundo informe "Al Loro!" que monitorea la homofobia y transfobia que se da en las redes sociales. Solo en el primer trimestre de 2022 la asociación ha detectado 1.217 mensajes discriminatorios, más del doble que el año pasado, sobre todo en Twitter (97,5 %).

La violencia ejercida en redes se focaliza, según Lambda, en las personas trans, seguida de los chicos gays y en tercer lugar, de las personas trans no binarias. Para el colectivo el odio hacia los chicos gays tiene que ver "con la mayor visibilidad dentro del colectivo y la agresividad que despierta una masculinidad no normativa".

El odio en redes es más enrevesado, porque es más difícil de localizar y de denunciar. Lambda explica que "la lgtbifobia no actúa de manera visible y clara, porque los perfiles en redes sociales son privados (o pueden configurarse en diferentes niveles) y las agresiones se producen muchas veces a través de mensajes directos". A esto cabe sumar la infradenuncia; la Fiscalía de Delitos de Odio de València estima que solo uno de cada diez delitos de este tipo acaba en sus manos.

Códigos para hacer difícil la búsqueda

Entre los insultos más comunes en redes destacan "maricón", "bollera" y hasta conjuntos de palabras como "LGTBI+asco" o palabras con símbolos de puntuación para dificultar la búsqueda. "Travas" para referirse a travestis, o "m*ricones" en lugar de maricones, son algunos de los mensajes que se usan para esparcir la homofobia mientras se engaña al algoritmo de Twitter. Y Lambda ha podido confirmar que hay un momento temporal donde los mensajes van al alza: los meses de junio y julio, es decir, en plena celebración del Orgullo Lgbti+.

Los 'odiadores' que se suelen esconder casi siempre tras un perfil falso son en un 85 % hombres, aunque Lambda también advierte del predominio de los 'bots' automatizados para lanzar mensajes homófobos y tránsfobos para fomentar la lgtbifobia. Por esto, el propio Ministerio de Interior reconoce que es complicado sacar datos tan concretos sobre las características de las personas agresoras o la edad.

Pese a todo Interior hace una estimación para arrojar un dato alarmante, ya que recoge que una de cada cinco personas que comparte estos mensajes homófobos es menor de edad. Más de la mitad (51 %), son personas de 18 a 40 y el resto mayores.

También es relevante que, según los informes de la Federación Estatal Lgbti, casi la mitad de las personas agresoras conocían a la víctima. Esto "provoca una serie de consecuencias psicológicas y sociales y unos procesos de recuperación en ocasiones más complejos", explican.

Sobre quién se ejerce la violencia

La violencia se suele ejercer contra un colectivo de personas, no contra una sola. De hecho Lambda asegura que "esta puede desencadenar un miedo generalizado en el colectivo Lgtbi, pues los discursos de odio no afectan únicamente a la personas que lo sufre, sino a todas aquellas personas que cumplen, a ojo de los agresores, las características que consideran merecedoras del ataque". Como novedad, este año el informe recoge también la discriminación serofóbica (a personas con VIH).

El tipo de discriminación que más se lanza en redes son los insultos, seguida de las burlas, los bulos e informaciones falsas, y por último las amenazas. A pesar de que los insultos siguen siendo el mayor tipo de discriminación, la asociación asegura que "se han endurecido".

Otro dato a destacar es que la gran mayoría de estos discursos de odio no tiene ninguna respuesta social de rechazo. A penas el 9,12 % tuvo una respuesta social, frente al 90,88 % que no tuvo. Aunque el porcentaje de respuesta ha subido, Lambda califica los datos de "alarmantes".

La asociación concluye su informe explicando que "la violencia contra el colectivo Lgtbi seguirá aumentando", y la vincula con la presencia de "individuos vinculados con colectivos fascistas y partidos políticos de ultraderecha". Por último, reclaman que es imprescindible "trabajar en red" contra los ultras, y aumentar la protección legal al colectivo en el caso de los discursos de odio.