Las Corts urge a incluir el derecho civil valenciano en la reforma constitucional

El presidente de la cámara, Enric Morera, reclama que el pacto alcanzado entre PSOE y PP para abordar la modificación de la carta magna no se ciña solo a la eliminación del término "disminuido"

El presidente de las Corts, Enric Morera, ha reclamado este miércoles que el acuerdo alcanzado entre PSOE y PP para reformar la Constitución con el fin de eliminar el término "disminuido" sea también aprovechado para recuperar el derecho civil valenciano. Lo contrario, ha advertido, sería "perpetuar un agravio histórico" con los valencianos.

Morera entiende que ambas formaciones, que han llegado a un principio de pacto para abrir el melón de la modificación de la carta magna "ciñéndola" solo al artículo 49, deben "reconsiderar" el hecho de no haber incorporado el derecho civil valenciano entre los cambios a introducir.

Según defiende el presidente del parlamento valenciano, este punto "debe tenerse en cuenta" ya que ha sido acordado por las propias Corts "como órgano de representación del pueblo valenciano". Fue el pasado verano cuando el parlamento valenciano sacó adelante una proposición no de ley en defensa de su recuperación. Votó a favor el Botànic y el PP y se opusieron Cs y Vox.

Además, Morera indica que las Corts cuenta también con el respaldo de las personas con discapacidad en este asunto. Según recuerda, los representantes del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) les trasladaron el pasado mayo que no tienen "ningún inconveniente" en que la reforma "se aproveche para incluir el reconocimiento del derecho civil valenciano".

Por tanto, resume Morera, "si hay una voluntad legítima de las Corts y la otra parte implicada está de acuerdo, no se entiende que se negocie dejar fuera la validez" del derecho civil valenciano.

"Ceñida" al artículo 49

El principio de acuerdo ha sido anunciado por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, tras mantener una reunión en el Congreso con la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. "Hemos acordado ceñir la reforma al artículo 49 y no hemos entrado a ninguna otra de las enmiendas", ha zanjado el ministro. "Debe ceñirse única y exclusivamente al artículo 49", ha subrayado Cuca Gamarra.

El compromiso es buscar una nueva redacción de ese artículo 49 que cuente con el respaldo de las organizaciones del sector de la discapacidad, que se ajuste a las recomendaciones que en su día hizo el Consejo de Estado y que sume el voto de la mayoría de las formaciones parlamentarias. "Debería ser una reforma que cuente con unanimidad", ha señalado el ministro.

Esta reforma constitucional fue impulsada por la vicepresidencia de Carmen Calvo sobre la base de un texto de cuatro puntos que ya se había consensuado en la Cámara baja en 2018, pero que no se llegó a aprobar al disolverse las Cortes con la convocatoria de las primeras elecciones de 2019.

El texto, además del cambio del término 'disminuido' por 'persona con discapacidad', propone destacar "los derechos y deberes previstos" en la Carta Magna "en condiciones de libertad e igualdad real y efectiva" para este colectivo, sin que "pueda producirse discriminación"; y encomienda a los poderes públicos la puesta en marcha de "políticas necesarias para garantizar la plena autonomía personal e inclusión social de las personas con discapacidad".

Calvo fue destituida por Pedro Sánchez en la crisis de Gobierno de julio de 2021 y su sucesor en el Ministerio de Presidencia, Félix Bolaños, fue quien defendió la reforma constitucional ante las enmiendas de totalidad presentadas por el PP y por Vox.

Más de un año en la nevera

Para el partido de Santiago Abascal, la redacción planteada por el Gobierno "no es adecuada a los fines que persigue, habiendo sido declarada como 'perturbadora' por el propio Consejo de Estado, y carece de la calidad necesaria.

El PP, por su parte, argumentaba que reformar la Constitución siempre exige "espíritu de sosiego y de pacto político, justamente dos elementos de los que en este momento de gravísima crisis económica y social se carecen". "Con estas premisas, la aspiración de proceder a una remodelación de la Carta Magna a día de hoy es imposible", señalaban en su enmienda de veto.

Tras aquel debate, el proyecto de reforma se quedó casi un año y medio en el 'congelador' hasta que el pasado mes de diciembre la Mesa del Congreso dio por fin el visto bueno a la presentación de enmiendas parciales.

Y mientras que el PP y Vox limitaron sus enmiendas al artículo de la discapacidad, otros grupos propusieron aprovechar la reforma para introducir más cambios en la Carta magna: el PNV aboga por reconocer la plurinacional del Estado y la autodeterminación y por limitar la inviolabilidad del Rey; Ciudadanos reclamó una reforma electoral para implantar la circunscripción única al Congreso; Junts pidió mutilar las competencias del Tribunal de Cuentas; y Compromís exigió el reconocimiento del derecho civil valenciano.

Tras las Navidades, el Gobierno anunció que volvería a intentar la reforma y concertó una reunión con el PP, ya que aprobar este cambio puntual de la Constitución necesita un respaldo mínimo de tres quintos de la Cámara (210 votos), lo que exige el visto bueno del primer partido de la oposición.

Y ambas partes han acordado intentarlo, pero dejando al margen toda cuestión ajena. Incluso el reconocimiento del Derecho Civil Valenciano, que los socialistas estaban dispuestos a asumir. "Hemos acordado ceñir la reforma al artículo 49 y no hemos entrado a ninguna otra de las enmiendas", ha zanjado el ministro. "Debe ceñirse única y exclusivamente al artículo 49", ha subrayado Cuca Gamarra.