"Que los médicos vean 35 pacientes al día es un paso pero hay que ver quién atiende al 36"

Desde el sindicato médico CESM reconocen que se está un paso más cerca de desconvocar la huelga tras el anuncio de Sanidad de que están dispuestos a limitar las agendas de Primaria

Una paciente entrando al centro de salud Serrería de València.

Una paciente entrando al centro de salud Serrería de València. / German Caballero

"Es importante y abre una puerta a desconvocar la huelga". El que el conseller de Sanidad, Miguel Mínguez se haya comprometido públicamente a limitar las agendas de los médicos de Familia y los pediatras (lo hizo el jueves en las Corts) ha sido bien recibido en el sindicato médico CESM, convocante de los paros, ya que entienden que se da un paso más para que las protestas finalmente no se produzcan.

De aplicarse la medida, una de las "líneas rojas" para ir a la huelga, los médicos y pediatras tendrían limitado el número de pacientes que ven al día y se evitaría la saturación que tienen ahora al asumir a personas sin cita y que hacen que terminen viendo "a 50 o 60 personas al día".

Con todo, el que Mínguez haya propuesto una cifra como máximo de agendas diarias no significa "que haya un acuerdo" sobre la mesa ya que, según defiende el secretario general de CESM-CV, Víctor Pedrera, todavía hay "mucho por perfilar, desde la cifra en sí hasta qué pasa con el excedente de pacientes", además de otras peticiones que también son una "línea roja" para no ir a la huelga.

Y es que la falta de concreción de la medida (que ya han pactado o buscan hacerlo en casi todas las regiones donde ha habido amenaza de huelga) ha supuesto que ésta fracase en otros comunidades. En Cantabria, por ejemplo, se había llegado a un acuerdo similar que había desactivado las protestas pero al ponerlo en marcha "lo han incumplido". El sindicato CESM mira ahora a regiones como Baleares o Murcia donde sí han topado las agendas pero poniendo soluciones para el excedente de pacientes, el verdadero problema a resolver si se llega a un acuerdo.

El problema del "paciente 36"

"Primero que la cifra no está cerrada", recuerda Pedrera. El sindicato propuso un tope de 26 pacientes en Medicina de Familia y 20 en Pediatría y Sanidad ha puesto sobre la mesa 35 y 28. "En la última reunión propusimos 30 y 25", explica Pedrera. Sean cinco pacientes más o menos, para el sindicato la clave está en dejar clara "la composición" de esos 30 o 35 pacientes y sobre todo cómo se gestiona el excedente. "Hay que ver cómo se reparten: cuántos son con cita, cuántos sin cita, pacientes en seguimiento, visitas a domicilio... eso es tan importante como el número. Al igual que el excedente. Hay que ver quién atiende al paciente número 36", recuerda Pedrera.

V. Pedrera (CESM): "Hay que ver cómo se reparten: cuántos son con cita, sin cita, pacientes en seguimiento, visitas... eso es tan importante como el número y saber quién atiende al que hace 36"

Asumiendo algunas de las propuestas del sindicato, el conseller ya dio pistas en su comparecencia en Corts de cómo se podría gestionar este volumen de personas sin cita que, en muchas ocasiones, se ven obligadas a "presentarse" en el centro de salud porque la demora para conseguir una cita ha llegado a las dos semanas este invierno, algo que impacta también en los hospitales.

Según el conseller la gestión del paciente 36 se podría hacer "por módulos o por Atención Continuada", lo que supone o bien pagar horas extras al personal para hacer más horas o derivar a los pacientes a las urgencias extrahospitalarias incluso ampliando su horario para que se solapara con el de consultas (ahora toman el relevo cuándo estas cierran).

"Si va por módulos, hay que ver a cuánto pagas las horas. Hay que hacerlo atractivo para que funcione: si se ponen recursos económicos siempre habrá gente interesada", insiste Pedrera.

Más dinero para hacer atractivas las plazas

Sindicato y conselleria se han citado la semana próxima para volver a negociar este y el resto de puntos demandados por el sindicato. Mientras, Sanidad ha aprobado el nuevo decreto de plazas de difícil cobertura por el que se pagará hasta 10.000 euros más a los médicos y pediatras que decidan cubrirlas. Es el doble de lo que se propuso el primer día.

La intención es hacer más atractivas esas plazas que nadie quiere y que se quedan sin cubrir durante meses. En la Sociedad Valenciana de Pediatría tienen localizadas esos puestos aunque desde Sanidad aún no las han señalado. "Son todas esas en pueblos del interior que se quedan vacías. En 2018 por ejemplo en el departamento de Vinaròs (que incluye las poblaciones del área de Morella) solo estaban cubiertas el 40 %", explica la presidenta de la sociedad la pediatra Eva Suárez.

Suárez reconoce que el aumento de sueldo es un aliciente para acabar con este problema pero espera que el resto de compensaciones que prevé el decreto (como acceso a formación) se puedan cumplir. "No es solo el dinero. Ese profesional va a querer también poder seguir formándose en el hospital más cercano y aunque sobre el papel esté, si no tiene sustitutos no va a poder hacerlo", advierte Suárez.