Caso Taula

Rus niega los enchufes en Imelsa y Ciegsa y culpa a Pérez Garijo del «montaje político» contra él

Marcos Benavent, el yonqui del dinero, cambia de versión y ahora acusa a su exsuegro de «sustraerme las grabaciones y entregarlas a la Fiscalía y a periodistas»

El expresidente de la Diputación de València y exalcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, responde al magistrado que lo juzga en la Sala Tirant de la Ciudad de la Justicia..

El expresidente de la Diputación de València y exalcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, responde al magistrado que lo juzga en la Sala Tirant de la Ciudad de la Justicia..

Tras la confesión masiva de diez zombis y un exdiputado que admitió haber firmado un certificado falso para tapar a uno de ellos, ayer fue una jornada de negaciones en el juicio del caso Taula por los contratos zombis. Alfonso Rus, Marcos Benavent y Emilio Llopis, las tres personas con más poder en la Diputación de València y su empresa pública Imelsa de 2007 a 2014-2015, emplearon toda la mañana en negar la mayor que los sienta en banquillo: que enchufaron a quince personas en Ciegsa e Imelsa entre 2004 y 2012

Por estos contratos zombis el expresidente de la Diputación de València y su jefe de gabinete se enfrentan a seis años de cárcel. Y Benavent a cinco años y seis meses de prisión. Aunque a este último la Fiscalía Anticorrupción le aplicaba la atenuante de confesión ( a fecha de 18 de 2021) que se volatilizó en octubre de 2021 cuando el yonqui del dinero decidió cambiar de versión, estrategia y abogado.

Alfonso Rus declaró ayer por primera vez desde que fue detenido por el caso Taula el 26 de enero de 2016. Entonces se acogió a su derecho a no declarar. Siete años después su versión para esta pieza es que «jamás di orden de contratar a nadie. Yo salía a las 7 de la mañana de casa, hacía deporte y llegaba a las nueve a la Diputación de València y estaban hasta las 21.30 horas de la noche. O trabajaban así o a la calle. Imelsa tenía 700 u 800 trabajadores. La oposición aplaudía. Todo era un escándalo, pero de bien». El expresidente de la Diputación de València estuvo muy comedido. Sólo respondió a las preguntas de su abogado y al magistrado de la sección segunda de la Audiencia de València que preside el tribunal que lo juzga, José Manuel Ortega

De Marcos Benavent, Rus aseguró que «lo nombró el consejo a propuesta del Partido Popular. El ministerio fiscal que diga lo que quiera. Yo entendía que era apto. No hubo en ocho años un conflicto a nivel sindical con 700 u 800 personas trabajando. La oposición le hacía la ola. Era un fenómeno». Aunque, «al tiempo tuvo unos problemas de separación y, a partir de ahí, sé lo que sé». La ruptura con Benavent llegó el 22 de diciembre de 2014. El entonces gerente de Imelsa le pidió que lo despidiera para poder tener acceso a paro. Rus asegura que se negó. «Y el 26 se fue a Ecuador». Después llegó a denunciarlo por un contrato no ejecutado en Llutxent, entre otros agujeros. 

A la salida de la vista, Rus acusó acusa a la actual consellera de Transparencia y exdiputada provincial, Rosa Pérez Garijo, y al exsuegro de Marcos Benavent, el empresario de Xàtiva Mariano López, de orquestar el «montaje» contra él que provocó su salida abrupta de la política, su detención e implicación en el caso Taula. Ambos aportaron los lápices de memoria con las grabaciones de Benavent que originaron la macrocausa de doce piezas separadas

A esta cuestión también se refirió Marcos Benavent en su declaración, en la que introdujo un elemento novedoso. Acusa a su exsuegro, el empresario de Xàtiva Mariano López, de «sustraerme las grabaciones, porque me impidió acceder a la casa» que compartía con su exmujer «y que yo consideraba mía porque estaba casado con ella. Y después distribuyó las grabaciones a periodistas y a la Fiscalía. Suministró información privada e invadió mi entorno digital. La casa nos la donaron en 2009 y yo la consideraba mi casa», defendió.  

Ese mismo año 2009 asegura que se divorció. «Los dispositivos se quedaron allí y no pude recuperar de mi casa ese tipo de material. La relación era mala. No autoricé a usar ni el material ni el dispositivo de grabación. No autoricé ni por escrito, ni por ningún medio el uso de mis medios personales. No autoricé ni consentí la entrada y registro en el despacho de mi abogado. Yo tenía documentos para preparar mi defensa y me dejaron en total indefensión», declaró, en clara alusión al caso Erial que siempre intenta logra meter con calzador en sus declaraciones.

Asesores que «no fichaban»

Respecto a los contratos zombis que se le achacan, Benavent dio la excusa que los asesores «no fichaban», no acudían a Imelsa «porque no había espacio» y que no tenían por qué conocer a los diputados que asesoraban. Ya que su trabajo, que «podían realizar en casa» podía ser supervisado «por el presidente comarcal [del partido] o el alcalde de cada municipio». También negó aseguró que nunca contrató a nadie por orden ni de Rus, ni de Llopis o por interés propio o del PP, «al menos, que yo sepa». Emilio Llopis declaró que no tenía ni capacidad de contratar ni de firmar, como jefe de gabinete de Rus.