Las nevadas y los vendavales complican la regeneración de las zonas incendiadas en verano

Los expertos reclaman mayor gestión forestal en el dictamen sobre temporales aprobado en la Comisión de Medio Ambiente de las Corts

Paraje de las Dueñas en Alcublas.

Paraje de las Dueñas en Alcublas. / Juanma Gabarda Ponz

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

El último dictamen de la comisión de Medio Ambiente de las Corts Valencianes sobre el efecto de los fuertes temporales coloca el foco no solo en el litoral, sino también en las zonas forestales. Los expertos inciden en los efectos negativos de las grandes nevadas los períodos de fuertes precipitaciones o los vendavales. Especialmente si ello sucede tras grandes incendios como los de este verano en Bejís, la Vall d’Ebo y Venta del Moro. Las lluvias de septiembre ya originaron los primeros problemas de erosión en el suelo, como certificó entonces el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM).

La acumulación de nieve y las rachas de viento superiores a los 100 km/hora producen severos daños en los terrenos forestales, por lo que son necesarias actuaciones urgentes y ayudas para reparar accesos, puntos de agua y eliminar la madera muerta que genere riesgos. “Llevamos décadas de escasa gestión forestal, limitada a talas en determinados montes y actuaciones de prevención de incendios de dudosa efectividad”, se apunta en el documento al que ha tenido acceso Levante-EMV y que viene a ratificar la demanda de la Asociación de Municipios Forestales de la Comunitat Valenciana (Amufor) y de la Plataforma Forestal Valenciana.

La mayoría de comparecientes, hasta setenta, coinciden en reclamar recursos para una gestión forestal sostenible y la recuperación de cultivos tradicionales, como la viña de media montaña. También subraya la necesidad de recuperar las zonas de pastoreo estratégicas o realizar desbroces y clareos en el desarrollo de los Planes Municipales de Prevención de Incendios.

El deterioro de pistas y caminos forestales es otra de las consecuencias de episodios meteorológicos extremos

El deterioro de pistas y caminos forestales, necesarios para el mantenimiento de explotaciones agropecuarias en las zonas del interior, es otra de las consecuencias de episodios meteorológicos como los que estos días está previsto que afecten a toda la Comunitat Valenciana. Otra de las apreciaciones de los intervenientes señala la conveniencia de extender la elaboración de protocolos municipales para fuertes temporales y nevadas como algún municipio de interior ya ha desarrollado.

El documento, que aún ha de ser ratificado por las Corts, no logró arrancar el respaldo de los grupos de la oposición, por lo que salió adelante solo con los votos de los socios del Botànic. Entre otras cuestiones relevantes figura la de mantener el parque de viviendas en modo óptimo con la realización de los informes de evaluación de edificios. “También hay que sistematizar las revisiones y evaluaciones de los daños arquitectónicos cuando se produzcan eventos como la Dana de la Vega Baja, donde se llevó a cabo dicha actuación”, recoge el dictamen.

El trabajo llevado a cabo desde 2020, tras el devastador paso de la borrasca Gloria, recuerda las precipitaciones históricas que cayeron en forma de lluvia, nieve o granizo, con una elevada carga eléctrica en forma de rayos. Las nevadas empezaron el día 19 de enero en el interior de Castellón y se fueron intensificando con vientos que alcanzaron los 100 km/hora. En la costa, el oleaje generó importantes impactos, afectando a numerosos edificios e infraestructuras.