La mascarilla se queda en el transporte público pese a dejar de ser obligatoria

Casi la mitad de usuarios del metro y los autobuses siguen con el uso del tapabocas el primer día que está permitido no llevarla l «Es una manera de protegerse de las infecciones respiratorias, no solo de la covid», coinciden las personas consultadas

Personas con mascarilla bajan de un autobús de la EMT el primer día que no es obligatoria.

Personas con mascarilla bajan de un autobús de la EMT el primer día que no es obligatoria. / Germán Caballero

J.M. Bort

J.M. Bort

Las mascarillas han llegado para quedarse. No sabemos por cuanto tiempo, si será para siempre o no, pero el tapabocas sigue presente en el paisaje urbano pese a que, desde ayer, ya no es obligatorio llevarla en los transportes públicos, ni tampoco en las ópticas, ortopedias, logopedias y centros de audífonos. Una nueva conciencia colectiva ha surgido después de los peores años de la Covid. «Es una cuestión de sentido común. Ya no solo se trata de evitar la Covid. ¿Para qué voy a coger un constipado o una gripe si me puedo proteger en lugares donde hay mucha gente?», resumía ayer Nieves, una empleada de limpieza de la estación de metro de Angel Guimerá, de València. 

La reflexión de Nieves es la misma de todos aquellos testimonios consultados ayer por Levante-EMV en diferentes estaciones de metro y paradas de autobús del 'cap i casal', donde la mascarilla tenía la misma presencia que en días anteriores, seguramente también por desconocimiento de la nueva norma en algunos casos. Casi la mitad de los pasajeros de un autobús de la EMT con parada en la calle Colón portaban el tapabocas. En las estaciones de metro de Xàtiva y Angel Guimerà, al menos una de cada tres personas hacía uso de mascarilla. «Yo donde haya muchas personas, la seguiré llevando. Hay muchos que tienen gripe», explicaba Mercedes antes de subir al convoy en dirección a Bétera. 

Yo la llevo por responsabilidad. En el metro la llevamos mucha gente, pero es normal con tanta infección respiratoria que hay

«Yo la llevo por responsabilidad. En el metro la llevamos mucha gente, pero es normal con tanta infección respiratoria que hay. Seguramente en verano no la llevaré, pero ahora es una buena forma de protegerse. En el metro no se puede mantener muchas veces la distancia de seguridad y se acumulan los virus. La pregunta es por qué no hacíamos esto antes de que llegara la Covid como ya hacían los japoneses. Y los tomábamos por locos», apunta Olga, una universitaria de Godella. Un hombre más mayor, Hipólito, utiliza el mismo discurso mientras baja apresurado al andén donde para el tren que va a Rafelbunyol: «Jolines, que no quiero constiparme. Me da igual que sea covid o un catarro, la cuestión es que me puedo proteger». 

Un cliente se prueba unas gafas en una óptica de Valencia.

Un cliente se prueba unas gafas en una óptica de Valencia. / Germán Caballero

Pau, Leonor y Carlos no utilizan mascarilla, como más de la mitad de las personas que esperan el metro. Pero entienden que para muchos es lo correcto. «¡Qué cada uno haga lo que quiera, ahora que se puede! Yo entiendo a quien quiera llevarla, pero yo considero que hay que inmunizarse del todo. Entiendo que la lleven las personas más mayores o gente con alguna enfermedad», explica uno de ellos. 

Sofía es otra chica que no lleva mascarilla en el metro. «La llevaba por llevarla, porque es obligatorio, pero en cuanto podía me la quitaba. Yo creo que esta normativa llega tarde, porque hace ya tiempo que la covid se ha normalizado como una enfermedad respiratoria más y entre las vacunas lo años que llevamos con el virus, ya no es un peligro como lo era antes. Hace poco estuve en Londres y allí hace tiempo que no la usaba nadie en el metro, y tampoco en Madrid o Barcelona», explica.

La incidencia total de infecciones respiratorias de la C. Valenciana vuelve a subir hasta los 1.348 casos por 100.000 habitantes

Las cifras avalan a quienes siguen fieles a la mascarilla.La ola de frío ha dado fuerza a la gripe y a la covid. La incidencia total de infecciones respiratorias de la C. Valenciana vuelve a subir hasta los 1.348 casos por 100.000 habitantes. Como todas las semanas, los datos de aquí están muy por encima de la media nacional, incluso doblándola.

Las ópticas lo agradecen

La Óptica Ballester de la plaza de laEncarnación agradecía ayer la retirada de la mascarilla, aunque su responsable, Amparo no cree que llegue tarde. «Hubiera sido hilar demasiado fino, pero en el gabinete creo que sí era necesaria y no en la atención al cliente en la parte estética, como probarse la montura, no. Ahí era un impedimento. Pero, en general, entiendo que estuviese en vigor la obligación de llevarla», explica Amparo junto a Cristina y Susa

Desde ayer, la mascarilla solo es obligatoria en centros y servicios sanitarios, en las oficinas de farmacia y en botiquines.