Tribunales

La sección cuarta de la Audiencia designa a Pedro Castellano ponente de la sentencia del caso de Zaplana

Las defensas de las quince personas físicas y cuatro jurídicas deben pronunciarse sobre la recusación del magistrado recusado por un abogado

El expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana.

El expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana. / EFE/Zipi

La sección cuarta de la Audiencia de València ha notificado una diligencia de ordenación en la que designa ponente del caso Erial, en el que se juzgará a los expresidentes de la Generalitat Eduardo Zaplana y José Luis Olivas, al presidente de esta misma sección Pedro Castellano, en sustitución del magistrado José Manuel Megía Carmona, que acaba de ser recusado por uno de los abogados personados en la causa, por la enemistad entre ambos desde hace veintisiete años.

El cambio de ponente se produce de nuevo a través de una diligencia de ordenación firmada por la letrada de la Administración de Justicia de la sección cuarta, a la espera de que se resuelva la recusación planteada por el letrado y sobre el que se tiene que pronunciar la Fiscalía Anticorrupción y las defensas de las quince personas físicas y cuatro jurídicas que se serán juzgadas en una fecha que aún se desconoce. El nombramiento de Castellano como ponente de la sentencia del caso Erial puede ser recurrido en un plazo de tres días mediante un recurso de reposición, "con expresión de la infracción que a juicio del recurrente contiene la misma". Los hipotéticos recursos no suspenderían la elección de Pedro Castellano como ponente de la sentencia de la causa en la que se juzgará a Zaplana.

Como adelantó Levante-EMV, enemistad que ha provocado el incidente de recusación del magistrado Megía Carmona se remonta al año 1996 cuando el abogado Vicente Grima presentó una denuncia en el juzgado de guardia por «delito de cohecho, retardo malicioso y amenazas condicionales». La denuncia consistía en que un empresario trasladó a un cliente de Grima la oferta de pagar «un millón de pesetas por cada año de pena rebajada» ante un juicio que iba a presidir Megía Carmona en la sección cuarta de la Audiencia de València. En esta instrucción Grima solicitó, como letrado del empresario que recibió la oferta, «una petición de penas de ocho años y seis meses de prisión y veintitrés de inhabilitación».

El TSJCV dictó en 1999 un sobreseimiento provisional (y no libre, que hubiera impedido volver a indagar sobre este asunto) porque «es manifiesto que sí existen indicios de que el hecho pudo haberse perpetrado». A partir de entonces, como reconoció el magistrado Megía Carmona, ideó junto a los sucesivos presidentes de la sección cuarta un sistema -que contó con la anuencia del presidente del TSJ Juan Luis de la Rúa y de la Audiencia de València Pedro Castellano (ahora presidente de la cuarta)- por el que "cuando el letrado [en referencia a Vicente Grima] tenía sesión en la sala de la sección cuarta, se formaba un tribunal en el que no se me incluía" para evitar «un rosario de más recusaciones o abstenciones». Y que no fue infalible dada la veintena de abstenciones y las denuncias que han intercambiado el magistrado y el abogado en las dos últimas décadas.