Igualdad pone en marcha comités de ética para "resolver dilemas morales" en residencias y servicios sociales

¿Qué ocurre cuando una persona decide que quiere quedarse en su casa aunque necesite cuidados 24 horas siendo consciente de que le quedará menos tiempo de vida? ¿Y cuando unos familiares piden tu ingreso en un centro y otros se niegan? ¿Cuando una persona en rechaza tomarse la medicación? ¿O hay que tomar la decisión de mover o no de lugar a un niño tutelado, o separarlo de una familia?

El trabajo de servicios sociales está plagado de este tipo de dilemas éticos que recaen sobre los hombros de los trabajadores. Porque hasta ahora había sido así, el trabajador, el centro (privado o público), el educador, el psicólogo, son los que decidían ante dilemas con multitud de aristas y posibles efectos. Esta situación ya estaba sobre la mesa de conselleria de Igualtat, que planteó, en la última reforma de la ley de Servicios Sociales, atajar esto con la ética.

El proceso cristaliza hoy con la creación de "Comités de Ética" en Servicios Sociales. Estos órganos compuestos por expertos en la materia decidirán de la manera más justa posible en estas situaciones tan complejas. "Se trata de poner en marcha un sistema de ética profesional al mismo nivel que el de la sanidad pública", explican fuentes de Igualdad. Conselleria de Educación también dispone de estos organismos que ahora se incorporan a Servicios Sociales.

Los buenos resultados de estos comités ya se conocen, porque el ayuntamiento de València fue el primero en implementar uno. Esto fue un incentivo para que Igualdad decidiera exportar el modelo a todo el territorio valenciano. El propio decreto publicado hoy explica que el modelo se fija en los Comités de Bioética del ámbito sanitario.

La cuarta pata del estado de bienestar

La vicepresidencia y Conselleria de Igualdad, Aitana Mas, afirma que la creación del Comité de Ética en Servicios Sociales, es “un hecho histórico para la sociedad valenciana” y da un paso más para cumplir uno de los objetivos que ya se planteó la exconsellera Mónica Oltra a su llegada en 2015: equiparar los servicios sociales con la sanidad pública y colocarlos como "la cuarta pata del estado de bienestar" junto a la Educación, Sanidad y las pensiones.

Los comité de ética estarán representados por expertos en los siguientes campos: trabajo social, psicología, educadores sociales, integración social, enfermería, médicos, abogados, universidades públicas de la Comunitat Valenciana y organizaciones sindicales y empresariales.

Estos serán los responsables de los comités de ética, que serán órganos colegiados que emitan guías y sienten cátedra sobre todas estas decisiones complicadas dentro del sistema de servicios sociales. Ya son ocho territorios (además de la ciudad de València) los que habían implementado estos comités.

El decreto publicado hoy contempla la creación de comités por cada departamento de servicios sociales (similares a las comarcas) "a medida que consideren su necesidad y oportunidad". Es decir, serán los propios departamentos los que decidan si necesitan uno de estos comités o no.

Sistema organizado de servicios sociales

Mas ha contextualizado estos comités dentro de la ley de 2017 de Servicios Sociales Inclusivos, una de las más avanzadas de España al ser “la primera de cuarta generación", y que regula el sistema en todo el territorio como ocurre en Educación y Sanidad.

De hecho la vicepresidenta lo compara con el sistema de sanidad, en el que existen momentos, “como las prioridades de trasplantes de órganos, el derecho en la muerte digna de una persona que así lo ha pedido o el orden de prioridad de vacunación cuando hay una emergencia sanitaria” donde las decisiones de los profesionales o las profesionales sanitarias “tienen que responder a una exigencia ética". “¿Si esto es así en el ámbito sanitario, por qué no tiene que serlo también en el ámbito social, donde se toman decisiones importantísimas que afectan en la vida de las personas?”, expresa.

En este sentido, señala que son muchas las situaciones “que pueden darse en una residencia de personas mayores o con diversidad funcional, en un hogar de niños, niñas o adolescentes, en una vivienda tutelada de personas con trastorno mental… en la que es “imprescindible que las decisiones tan importantes, tan “vitales”, que afecten en la vida de las personas, no recaigan exclusivamente sobre una persona”.

Por eso destaca la necesidad de la creación del Comité de Ética en los Servicios Sociales como un “órgano que, ante dilemas éticos, tenga una visión de conjunto, que sea capaz de aportar múltiples puntos de vista sobre decisiones tan complejas que, en muchísimas ocasiones adopta la persona que toma una decisión que afecta de manera irreversible en la vida de otra”.

Para más, con estos comités “se introduce la cultura de la ética en todas las personas profesionales y organizaciones que prestan servicio al Sistema Valenciano de Servicios Sociales para encontrar apoyo en las decisiones que sean más beneficiosas para la persona y adecuadas a la situación en la cual se encuentra, de forma que se puedan tomar con las mayores garantías”.