La crisis de Cs se agrava tras quedarse sin representación en la Diputación de Alicante

Ciudadanos (Cs) se ha quedado sin representantes en la Diputación de Alicante después de que Julia Parra haya anunciado este jueves que sigue los pasos de Javier Gutiérrez y también abandona el partido. Estos eran sus dos únicos diputados provinciales, que durante este mandato han sido decisivos al permitir formar un bipartito de gobierno con el PP.

El pasado lunes desveló el portavoz de la formación naranja en la institución provincial y responsable de Infraestructuras, Javier Gutiérrez, que dejaba el partido por haber sido objeto de una "persecución personal y política" por parte de la dirección autonómica del partido y este jueves ha anunciado lo mismo la vicepresidenta primera y responsable de Cultura, Julia Parra.

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Esta última ha señalado en el comunicado donde comunica su decisión que se "avergüenza profundamente de hasta dónde ha degenerado este partido y sus dirigentes", a los que ve como "marionetas del Gobierno de Ximo Puig (PSPV-PSOE) con la esperanza de tener alguna posibilidad de seguir en la escena política".

Parra y Gutiérrez han formado equipo de gobierno con el PP de Carlos Mazón, que ya ha anunciado sus intenciones de seguir gobernando con los dos tránsfugas en su equipo.

Duras críticas al 'nuevo' Cs

La hasta ahora cabeza visible de Cs en la Diputación recuerda en la nota de despedida como dirigente de ese partido que este miércoles se reunió en Alicante con Carlos Pérez-Nievas, coordinador nacional del partido, y Mamen Peris, coordinadora de Acción Electoral y síndica en las Corts, de quienes ha dicho que le lanzaron un ultimátum.

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"En la reunión de ayer constaté que no tenía ante mí a dos interlocutores de Cs sino a dos emisarios de Ximo Puig, Compromís y Podemos -la izquierda radical-, con quienes se han aliado a la desesperada para, a toda prisa, intentar romper instituciones ejemplares como la Diputación de Alicante, donde se ha gobernado bien y donde se ha primado ayudar a la ciudadanía por encima de cualquier otra consideración política", ha sostenido Parra.

Según Parra, "los dos recaderos de Ximo Puig solo vinieron a amenazar y a dar un ultimátum" y "no vinieron a dialogar ni a escuchar" ni tampoco "a hablar de la gestión y de los intereses de los ciudadanos y de los ayuntamientos de esta provincia" sino "a escenificar una farsa" porque "solo les importaba desactivar a esta institución con un interés puramente electoralista".

"Me avergüenzo profundamente de hasta dónde ha degenerado este partido y sus dirigentes" ya que, en su opinión, "se han convertido en marionetas del Gobierno de Ximo Puig con la esperanza de tener alguna posibilidad de seguir en la escena política". 

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