Aparecen cientos de peces muertos en un paraje de Jérica

El Seprona investiga si hay responsabilidad humana en la falta de agua que ha desatado la alta mortalidad animal

Raül Badenes/Mònica Mira. Castelló

Una vecina de la localidad de Jérica, en el interior de la provincia de Castellón, ha dejado constancia, a través de varias fotografías publicadas en sus redes sociales, de un desastre ecológico que se ha producido en uno de los más bellos parajes de la comarca del Alto Palancia: La Vuelta de la Hoz.

Según esta denuncia pública, algunas actuaciones que se han llevado a cabo en las acequias de regadío habrían sido las responsables de la desaparición del caudal de agua en el cauce del río Palancia a su paso por Jérica, concretamente por el citado paraje, lo que habría provocado la muerte de multitud de especies animales vinculadas al paraje. De hecho, ya han aparecido una gran cantidad de cadáveres de varias especies acuáticos que se han encontrado desperdigadas por la zona.

Agentes del Seprona, avisados por vecinos de la zona, ya han acudido al lugar donde se ha detectado este desastre medioambiental, para realizar un informe sobre lo sucedido y tratar de esclarecer cuáles son las causas.

Según ha podido saber Mediterráneo, diario del mismo grupo editorial que Levante-EMV, la muerte de estos animales de río podría considerarse como delito ecológico si se demuestra que ha sido la mano humana la responsable de dejar sin el caudal de agua necesario para su subsistencia en esta zona del río Palancia y, por consiguiente, de provocar la muerte de especies que en algunos casos, como el de las anguilas, se encuentran protegidas.

¿Qué es la Vuelta de la Hoz?

La Vuelta de la Hoz es un paraje natural situado a las afueras de la localidad castellonense de Jérica, en el paso del río Palancia por su término municipal, donde forma un meandro que ha ido erosionando la montaña y ha creado una garganta de más de 50 metros de altura, utilizadas para la apertura de vías de escalada que disfrutan los aficionados a este deporte de aventura. En el año 2006 fue acondicionado el cauce del río para convertirlo en lugar de recreo y relajación para vecinos y turistas, aprovechando parte del recorrido de una de sus acequias para crear una zona de juegos infantiles y pícnic.