La desbandada en Vox acelera y ya acecha a la dirección provincial

Dos vicesecretarios y un responsable de organización de Valencia se suman a la ola de dimisiones en el partido ultra | Eran los impulsores de las candidaturas que están siendo relegadas por la dirección

Ignacio Gil Lázaro, tercero por la izquierda, en la sede de Vox Valencia estas Fallas.

Ignacio Gil Lázaro, tercero por la izquierda, en la sede de Vox Valencia estas Fallas. / Levante-EMV

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

La descomposición de Vox en Valencia se acelera. Desde que Ignacio Gil Lázaro ascendiera a la presidencia provincial del partido de extrema derecha a principios de año se han ido sucediendo numerosas salidas de responsables locales, molestos todos ellos con la gestión de la nueva dirección, a la que acusan de imponer a candidatos "amiguetes" en detrimento de los equipos municipales. La desbandada está poniendo en riesgo la confección de listas de la formación ultra en numerosos municipios, que ahora busca voluntarios a la desesperada para "rellenar" sus candidaturas.

Según ha podido saber este diario, la fuga va más allá de los coordinadores locales y comarcales y alcanza a cargos intermedios de la formación ultra en Valencia. En concreto, han presentado su dimisión el vicesecretario de Relaciones Institucionales de Vox, Francisco Chardí, (también coordinador local de Catarroja) y el vicesecretario de Recursos, Manolo Torán.

Este último era también uno de los cuatro gestores de equipos de organización, encargados de trabajar en la confección de las listas municipales y que en última instancia dependen de Fran Egea, vicesecretario de Organización y asesor del grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de València, donde cobra más de 60.000 euros anuales. Ignacio Soriano, con el mismo cargo que Torán, también ha presentado su renuncia. Vox no aclara, a consultas de este diario, si ha reemplazado a estas personas o mantiene vacantes unos puestos esenciales de cara a la presentación de candidaturas para el 28M.

Según destacan varios de los dimisionarios, estas salidas son las que habrían desatado la posterior cascada de bajas, ya que estos gestores de equipos de organización (conocidos como GEO, por sus siglas) eran los encargados de diseñar las candidaturas municipales y los que apostaron en su día por los equipos que ahora están siendo reemplazados por candidatos próximos a la dirección provincial.

El Comité Ejecutivo Provincial de Vox Valencia.

El Comité Ejecutivo Provincial de Vox Valencia. / Levante-EMV

"Les importa un pimiento el municipalismo"

Al igual que todos los miembros de Vox que se han ido dando de baja en Gandia, Bétera, Sollana, Guardamar de la Safor, Barx, Quart de Poblet o la Vall d'Uixó, estos cargos intermedios de Vox también abandonan la formación señalando directamente a la gestión de la nueva dirección provincial. "Les importa un pimiento el municipalismo. Completan las listas cargándose toda la estructura previa y sin contar con los coordinadores locales y de zona. Han utilizado a los cargos locales para generar afiliados y vender pulseritas y a la hora de la verdad, colocan a sus amiguetes", lamenta un concejal en activo de Vox.

Manolo Torán era el encargado de las zonas de interior, entre ellas Alzira, donde numerosas fuentes advierten de que también se está gestando una guerra interna ante las voces que sitúan a Ricardo Belda como posible candidato local por delante de Bernardo Costera. En su carta de renuncia a la que ha tenido acceso este diario, señala directamente a Belda, hombre de confianza de Gil Lázaro, como causa de su dimisión.

Según denuncia Torán, la ejecutiva de Vox aprobó todas las listas que propuso excepto la de Alzira, en la que no se incluyó a Belda porque "a criterio de muchos afiliados, personas de la localidad, de todo el equipo" y del suyo propio "no reunía las condiciones para repetir" como candidato. Pero, desarrolla, ante la negativa de la dirección provincial a reemplazar a Belda "pese a los informes aportados" y las "discrepancias" con el equipo local, opta por dimitir de todos sus cargos.

Argumentos muy similares son los que envuelven la dimisión de Chardí. El implicado, que ha abandonado la política para dedicarse al completo a su empresa de frutas exóticas, rechaza hacer declaraciones, pero fuentes conocedoras de los hechos apuntan a que dejó la formación en cuanto vio "las formas" de la nueva dirección provincial. "No es agradable ver cómo le dan una patada en el culo a gente que ha trabajado muchísimo", señalan.

Vox ignora la crisis y saca pecho

Esta pérdida de músculo municipal, según muchos de los críticos, tiene un doble peligro. Por una parte, alertan de que el método del 'dedazo' puede acarrear un grave castigo electoral por el hecho de sustituir a perfiles ya implantados en el municipio de turno por otros sin apenas conexión. Igualmente, esa descapitalización y la consiguiente búsqueda a la desesperada de candidatos de "relleno" conlleva el evidente riesgo de incluir en las listas a personas "poco adecuadas".

En todo caso, Vox niega la mayor y saca pecho de su estado de salud a nivel interno y externo. Aunque rechaza hacer declaraciones a este diario, su candidato a la Generalitat, el condenado por violencia machista Carlos Flores, aseguraba en redes sociales que Vox va a presentar "más candidaturas que nunca" y que las encuestas "se quedan cortas".

Carlos Flores Juberías, rodeado de cargos electos de Vox tras ser designado candidato la pasada semana.

Carlos Flores Juberías, rodeado de cargos electos de Vox tras ser designado candidato la pasada semana.

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