Los alquileres y la inflación dejan casi 700 plazas de Erasmus vacantes

La Politècnica deja 400 plazas sin cubrir y la Universitat de València tramita 250 solicitudes menos - El precio de alquileres o residencias y la preferencia por las prácticas en empresas, principales causas

Estudiantes reunidos en el Campus de la UPV, en una imagen de archivo. | J. M. LÓPEZ

Estudiantes reunidos en el Campus de la UPV, en una imagen de archivo. | J. M. LÓPEZ / ABRAHAM PÉREZ. VALÈNCIA

Abraham Pérez

Abraham Pérez

Todo el mundo quiere venir a València. De hecho, la ciudad es el destino preferido de los estudiantes europeos. Sin embargo, la cifra de universitarios valencianos que han solicitado la beca Erasmus+ durante este curso ha descendido en las universidades públicas valencianas, dejando cerca de 400 plazas por cubrir en la Universitat Politècnica de València (UPV).

La bajada se ha notado también en la Universitat de València (UV), con 250 solicitudes menos respecto al curso anterior, aunque el centro asegura que ha cubierto todas las plazas solicitadas.

El vicerrector de Internacionalización de la UPV, José Francisco Montserrat, atribuye la cifra al incremento en el número de empresas para hacer prácticas, algo que facilita la inserción en el mundo laboral ya que «una gran parte de los estudiantes se coloca tras finalizar el periodo de prueba». Durante el último curso 9679 empresas firmaron convenio de colaboración con la UPV siendo este «un año de récord». Para 2023 la universidad prevé aumentar la cifra ya que, de momento, el número de centros de prácticas que colabora con la universidad es superior al año anterior.

Por otro lado, Montserrat explica que la experiencia del Erasmus supone un gran esfuerzo económico para las familias, especialmente para aquellas con menos recursos. La escalada de precios y el aumento en el coste de la vida también hacen replantearse a muchos estudiantes la posibilidad de asumir el coste del intercambio. A pesar de que los estudiantes pueden optar a distintas ayudas complementarias para costear la estancia en el extranjero, el vicerrector matiza que «en ningún caso todas estas ayudas superan los 500 euros».

Por su parte, el vicerrector de Internacionalización de la UV, Carles Padilla, descarta que el descenso de solicitudes se deba a motivos económicos ya que actualmente existen distintos tipos de programas que se adaptan a todo tipo de circunstancias. Así, achaca el recorte en la demanda al crecimiento exponencial del número de solicitudes que hubo tras la pandemia y asegura que las cifras, aunque «empiezan a templarse», se están manteniendo.

Además, Padilla explica que para evitar que ningún estudiante queda excluido por cuestiones económicas del programa de becas europeo Erasmus+ la UV está trabajando en implementar nuevos programas de intercambio. Estos programas tienen una duración de entre uno y tres meses y combinan la metodología online con la presencial.

Esfuerzo económico familiar

Los principales problemas que afectan a los estudiantes de Erasmus se dan en la cuantía y en la forma en la que se perciben las ayudas económicas. Así, los beneficiarios de la beca europea cobran el 80% del importe de la subvención al inicio del intercambio, teniendo que esperar a finalizar la residencia y certificar su estancia para recibir el 20% restante.

Así, muchos estudiantes tienen que renunciar a la experiencia de estudiar en el extranjero, pues no todas las familias pueden asumir el importante desembolso económico necesario para cubrir los gastos mínimos, como el alquiler de habitación o los gastos derivados de alimentación.

Por otra parte, desde la Erasmus Student Network señalan la falta de información de los estudiantes ya que muchos de ellos «desconocen las ayudas alternativas a las que pueden optar» para financiar su residencia en el extranjero.

Así, además de la cuantía asignada por el programa Erasmus+, los beneficiarios de la beca pueden optar a ayudas complementarias ofrecidas por distintas administraciones, como el Ministerio de Educación, la conselleria de Universidades, las propias universidades e incluso becas ofrecidas por empresas privadas.

Esta red de estudiantes ha creado una herramienta que calcula en cinco pasos todas las ayudas, compatibles entre sí, a las que se puede optar para costearse la estancia en el exterior.

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