Joan Calabuig, un político fiel a Puig que ha pisado todas las moquetas

Joan Calabuig, un político fiel a Puig que ha pisado todas las moquetas

Joan Calabuig, un político fiel a Puig que ha pisado todas las moquetas / a.g. valència

a.g. valència

Entre el Palau de la Generalitat y el Puerto de València pasa a establecerse una conexión directa. Hay pocos socialistas tan próximos al jefe del Consell como el que este ha elegido para relevar a Aurelio Martínez al frente de la autoridad portuaria. Ambos están en la vida pública valenciana desde los años ochenta del siglo pasado y en pocas ocasiones (por no decir ninguna) han estado en posiciones contrapuestas.

Joan Calabuig (València, 1960) lleva cuarenta años pisando moqueta. Con 23 años llegó desde Joves del PSPV a aquellas Corts que en 1983 descubrían el autogobierno. Desde entonces ha pasado por la esfera autonómica, estatal e internacional.

Este contacto con la política exterior es el rasgo diferenciador de su expediente. Es un hilo conductor que define su carrera desde su paso por la federación social juvenil, que lo llevó a presidir la organización internacional de las juventudes socialistas. Más tarde vino su paso por el Parlamento Europeo y ahora ejercía en Presidencia como responsable de las relaciones con la UE.

Calabuig y Puig se formaron en el socialismo de los años ochenta al lado de Joan Lerma y volvieron a coincidir años más tarde en la bancada del PSOE en el Congreso de los Diputados dentro de la familia valenciana.

Fue antes de que a Calabuig le tocara dar la cara en la ciudad en 2011, cuando aún Rita Barberá (PP) amasaba mayorías aplastantes. Lo hizo entonces y repitió cuatro años más tarde, en las elecciones del cambio. Lo hubo, pero no con él al frente, ya que Compromís dio el sorpasso con Joan Ribó al frente y se hizo con la alcaldía.

Pocos meses después, Puig repescaba a Calabuig para ocuparse del frente europeo en Presidencia y favorecía así la renovación en el partido en la capital.

En los últimos meses, cuando se daba por segura la salida de Martínez al acabar la legislatura (va camino de los 76 años), el nombre que más sonaba si había un Botànic III con Puig al frente era el de la eurodiputada Inmaculada Rodríguez-Piñero. El jefe del Consell se ha adelantado a los tiempos que parecían naturales y ha optado por un perfil similar: un político de larga trayectoria en el partido, al que conoce bien, de cuya lealtad no le caben dudas y conectado con Europa y el tejido empresarial.

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