Puig despide la legislatura con un golpe de timón en el Puerto de València

La decisión permite a los socialistas atenuar el conflicto con la ciudad por la ampliación norte

Aurelio Martínez, el pasado miércoles, al llegar a declarar por la venta del Valencia CF en la Ciudad de la Justicia. | MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

Aurelio Martínez, el pasado miércoles, al llegar a declarar por la venta del Valencia CF en la Ciudad de la Justicia. | MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS / alfons garcia. valència

València

Fin de la etapa de Aurelio Martínez en el Puerto de València. Ocho años que se pueden extractar en buenas cifras económicas, impulso a la ampliación norte y, por ello y otras razones, conflictos diversos con los máximos representantes políticos de la ciudad. El argumento final: el obligado movimiento al frente del puerto de Castellón al liderar su hasta ahora presidente, Rafa Simó, la lista socialista por esta provincia a las Corts. La sorpresa: el momento elegido, a menos de dos meses de elecciones autonómicas, en el último pleno del Consell antes de la convocatoria electoral, que el president de la Generalitat, Ximo Puig, firmara el lunes.

Puig informó la tarde del jueves a Martínez, un veterano en diferentes cargos del PSOE, de su decisión. El catedrático de Economía respondió ayer, tras informar este diario de su salida del Puerto, con un escrito personal de agradecimiento por el periodo en «el mejor puerto de España».

Los tiempos cuentan cuando la política (y unas elecciones) andan por medio y la destitución se produce dos días después del paseíllo de Aurelio Martínez por los juzgados por su papel en la venta del Valencia CF a Peter Lim como máximo responsable entonces (2014) de la fundación del club.

La operación ha resultado un fiasco, con la institución deportiva en horas bajas (sociales y futbolísticas). Así, aquella actuación ha erosionado sin tocar fondo la imagen de Martínez y, por extensión, amenazaba a la del partido que lo sostenía en cargo público, por más que el puesto en la fundación del club fuera responsabilidad de los mandatarios municipales de entonces (del PP).

Con todo, Puig rechazó ayer que en su decisión haya intervenido la actuación de Martínez en el club de Meriton. No obstante, si algo ha quedado claro en los últimos años es la porosidad en València entre el ámbito político y el futbolístico a raíz del problema con el Nou Mestalla.

La pregunta es por qué la destitución cuando la legislatura entra en los minutos finales; por qué no esperar a un relevo natural en el nuevo ciclo que se abra a partir del 28 de mayo. Parece difícil ignorar el componente electoral en una decisión tan cerca de los comicios. Puig llegará así a la campaña con un foco de tensión social (por la ampliación del Puerto y las discrepancias sobre la Marina de València) no sofocado, pero sí atenuado.

El perfil del sustituto de Martínez también debe ayudar a ello. Joan Calabuig es uno de los colaboradores más próximos y veteranos de Puig y tiene una trabajada mirada municipalista tras más de cinco años como concejal en València. Los decibelios de este conflicto deberían bajar.

Para algunos ayer, Puig había dado la victoria al alcalde, Joan Ribó, y a Compromís al entregar la cabeza de Martínez. Para otros, el president desarma de argumentos a la coalición con esta decisión, se acerca a los votantes de la ciudad y da un impulso más a las opciones de Sandra Gómez, la candidata socialista a la alcaldía.

¿Qué pasará con la ampliación ahora? No debe suceder nada diferente, aseguran fuentes de Presidencia de la Generalitat. Pero es evidente que se abre una etapa nueva, de al menos mayor voluntad de permeabilidad con los criterios de la ciudad, con colectivos muy beligerantes contra un proyecto que se desarrolla con una declaración de impacto ambiental de 2007.

De todas maneras, empieza a calar como lluvia fina en los despachos del Palau la corriente de opinión de que, más allá de cuestiones ambientales, el crecimiento del Puerto ha de ser para favorecer la exportación de la economía valenciana y no puede quedarse en una estructura que beneficie solo a una gran multinacional.

Puig incidió ayer en el factor de relanzamiento del puerto y en la figura de Calabuig para que puede incrementar su papel de instrumento multiplicador de las posibilidades económicas de la Comunitat Valenciana.

El movimiento que avanzó la salida de Martínez, que se daba por segura en unos meses, propicia además un pequeño carrusel de cambios. Además de la sustitución en Castellón de Simó por Enrique Vidal, exdirector de la Ciudad de las Artes de València, la hasta ahora asesora de Presidencia y exlíder de Ciudadanos en la C. Valenciana Carolina Punset pasa a ocupar el la secretaría autonómica para la UE, el puesto que ocupaba Calabuig.

Además, Puig recupera al exconseller Vicent Soler, viejo colega de Martínez en la cátedra de Economía, para el consejo social de la Universitat de València.

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