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Las Corts baja el telón tras un legislatura en la montaña rusa

Mata (PSPV), Bonig (PP), Oltra (Compromís) y Cantó (Cs), entre las salidas

Las Corts baja el telón tras un legislatura en la montaña rusa F.GIMENO

Treinta leyes, 61 decretos-ley y más de 2.000 PNL en mil horas de debate repartidas en 79 plenos. Son los números en frío de los últimos cuatro años en las Corts que el jueves puso punto y final a su última sesión antes de la cita con las urnas. Pero si algo caracteriza a la X legislatura que baja el telón con la convocatoria electoral no es precisamente la frialdad de las cifras sino la montaña rusa de cambios y emociones, acorde con los tiempos sufridos, vivida desde su constitución a finales de mayo de 2019 y de la que no se ha podido librar ningún partido.

Las Corts baja el telón tras un legislatura en la montaña rusa | F.BUSTAMANTE

Uno sabe cómo entra, pero no cómo va a salir, comentaban en broma diputados en los pasillos de las Corts comparando la legislatura parlamentaria con ir al dentista. Y los últimos cuatro años han sido intensos pese a que, por ejemplo, se hayan aprobado menos de la mitad de normas que en el primer mandato botánico (73). Pero el parlamento valenciano es representante de los zarandeos de la actualidad. La orla con la que se figura la composición de los escaños es evidente: hasta 16 rostros de los 99 que entraron en 2019 no están en la foto final, incluyendo a cinco síndics.

Las Corts baja el telón tras un legislatura en la montaña rusa | M.A.MONTESINOS

Algunos de ellos, como Rubén Martínez Dalmau, Vicent Soler, Toñi Serna, Concha Andrés, Alfred Boix o Marian Campello apenas les dio tiempo a sentarse en su butaca. La composición del segundo Botànic les sacó de las Corts y les llevó a ocupar cargos gubernamentales. Aunque ni Soler ni Dalmau mantuvieron su puesto en el Consell. Tampoco la vicepresidenta y líder de Compromís desde 2015, Mónica Oltra, quien dimitió de todas sus prerrogativas, incluido el acta autonómica tras 15 años. El suyo fue el penúltimo gran cambio parlamentario, pero poco a poco.

Nadie se imaginó en 2019 todo lo que estaba por suceder en los siguientes años. La legislatura empezó con polémica. La eliminación de la obligatoriedad del segundo médico en los ‘bous al carrer’ se convirtió en la primera ley aprobada del mandato en las Corts con los votos de PSPV y la bancada de la derecha. No sería la única vez que se vería esta fórmula respecto a este tema pese a que el pleno final acabase con los socialistas cargando contra la pinza de sus socios con el PP y Ciudadanos. Cosas del tiovivo de la X legislatura.

Dificultades por la covid

La pandemia irrumpió apenas unos meses después añadiendo la complejidad organizativa a las habituales dificultades políticas de la cámara. El ejemplo más claro se vivió con la aprobación de la ley del Juego. Los reparos al voto ponderado (que el portavoz votase y que valiera tanto como representantes tiene su grupo) obligaron a retrasar una semana el debate, tuvo que hacerse telemáticamente y el asunto acabó en el Tribunal Superior de Justicia denunciado por Vox hasta que, a principios de marzo, les negó la razón, validó el proceso y les obliga a pagar las costas.

Los meses posteriores se centraron en los pactos de reconstrucción en los que el Botànic consiguió sumar a PP y Ciudadanos. La negociación duró semanas, pero su resultado fue apenas un suspiro. Y eso que el PSPV se afanó en atraer a Ciudadanos, entonces dirigido por Toni Cantó, ante los recelos de Compromís y Unides Podem. Lo máximo que logró fue una abstención de los naranjas en los sextos presupuestos botánicos, aunque con la negativa de los ‘populares’.

En 2021 todo empezó a cambiar. En enero, Pilar Lima se convirtió en nueva síndica frente a Naiara Davó tras los choques internos en Podem. En marzo, Cantó dio un portazo a su partido, dejó las Corts y se fue al PP... madrileño. Su grupo, con 18 diputados, se desgajó con cinco salidas a los no adscritos que al final han acabado siendo clave para, entre otras cuestiones, no reformar la ley electoral.

Cantó no fue el único síndic en salir. También lo hizo dos meses después Isabel Bonig tras la llegada de Carlos Mazón a la dirección de los ‘populares’, con ascenso de María José Catalá incluido como nueva portavoz de la formación. Entre medias, se legisló sobre el Síndic de Greuges, el Palmeral de Elx, el Fondo de Cooperación Municipal o Función Pública además de sacar, no sin bronca, los séptimos presupuestos consecutivos.

Pero la coctelera se acabó de agitar definitivamente un año después, con la invasión de Ucrania ya como condicionante. En enero se marchó Fran Ferri, síndic de Compromís, y cuatro meses después su homólogo socialista, Manolo Mata. Ambos habían sobrevivido desde los albores botánicos en 2015. La salida de Mata se englobó en la veintena de cambios con los que se reestructuró el Ejecutivo autonómico y entre los que estuvo el paso de Ana Barceló de consellera de Sanidad a síndica. Semanas después, dimitía Oltra, un auténtico seísmo.

Leyes del último curso

Con la nueva composición parlamentaria y del Consell, el Botànic afrontó el inicio del último curso antes de las urnas. Las leyes de Economía Circular, de Cambio Climático, la tasa turística o los octavos presupuestos unían a los socios que, sin embargo, sufrían tensiones por las renovables, el impuesto de sucesiones en grandes empresas o los ‘bous al carrer’. Estos dos últimos asuntos repitieron el esquema, vía ley de Acompañamiento, de la primera norma aprobada en la legislatura: el PSPV se alió con PP y CS con enfado incluido de sus socios.

Aunque el último giro de guion fue la llegada de Mamen Peris como síndica de Ciudadanos en sustitución de Ruth Merino, que ha acabado fichando para el programa económico del PP. Con Peris a los mandos de un CS refundado, se exploró infructuosamente la posibilidad de cambiar junto a la izquierda la ley electoral y de renovar los siete órganos estatutarios que llevaban meses caducados. Pero los números no dieron tras el desmarque final del PP y las dudas internas de los naranjas.

Sí que le salió las cuentas al Botànic para aprobar en un esprint final las normas de Bienestar Animal, Participación, Despoblación o Viviendas Colaborativas. Sin embargo, cosas de la montaña rusa de las Corts, la legislatura acabó al revés de como empezó: con los socialistas quejándose de la alianza de Compromís y Unides Podem con la derecha por la comisión de investigación de Azud y la prostitución. En este aún hubo un último cambio que quizás resume lo estrambótico del periodo 2019-2023: Juan Luis Baixauli asumió como diputado tras la marcha de David Calvo al Consell a seis días de la disolución del parlamento siendo el diputado más breve para la legislatura más anómala.

UN VAIVÉN DE DESPEDIDAS. 1 Puig, Oltra, Soler y Mata posan en la primera sesión parlamentaria de la legislatura en 2019. Solo sigue el president Puig. F

2 Bonig se despide de las Corts tras perder el liderazgo del PPCV. F

3 Cantó se marcha de Ciudadanos y del parlamento, lo que provoca la fractura del partido. F

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