La ley de bienestar animal evitará el sacrificio de 10.000 perros al año

Sacrificio cero. Dos palabras y un compromiso político y administrativo que cambiarán el destino de muchos animales. La nueva ley valenciana de Bienestar Animal cierra la posibilidad de sacrificar animales sanos que hayan sido abandonados bajo sanciones de hasta 45.000€. La aplicación de la nueva normativa, donde se regula el sacrificio cero, salvará la vida de más de 10.000 perros y gatos al año.

Así lo han asegurado fuentes del sector animalista consultadas por Levante-EMV tras recopilar los informes de 2020 de distintos municipios de la Comunitat, aunque se sospecha que la cifra pueda ser muchísimo más alta debido a la falta de inspecciones que permitían tener un control real sobre los datos. La presidenta de la Coodinadora Animalista de la Comunitat Valenciana (CACV), Ángela Molina, ha rechazado hablar de cifras ya que, según explica, "es dificilísimo poder hacer un cálculo". Aun así, lamenta la falta de transparencia de muchas administraciones ya que la mayoría de ayuntamientos "no facilitan los datos de animales sacrificados alegando que no los tienen".

Amparados por la antigua ley

A pesar de que el sacrificio cero es una iniciativa que se lleva aplicando desde años en València, muchos municipios de la provincia no lo cumplían respaldados por el artículo 20 de la antigua ley 4/1994 que contemplaba "al margen de razones sanitarias, el sacrificio de los animales cuando se hubiera intentado sin éxito su adopción por nuevo poseedor". Es decir, pasados los 20 días desde que el animal abandonado fuera recogido por los servicios municipales la perrera podía justificar su sacrificio, aunque estuviera sano, alegando cuestiones de espacio.

Según explica Molina, este tipo de prácticas eran habituales en muchas perreras ya que, a diferencia de las protectoras, estas son empresas mercantiles que atienden a intereses económicos. El coste asociado a los tratamientos veterinarios o la saturación en algunos centros gestionados por este tipo de empresas eran motivo justificado para algunas perreras para sacrificar a los animales. Con la nueva normativa en vigor estas "tendrán que revertir su modelo de producción" pudiéndose enfrentar a sanciones de hasta 45.000€ en caso de detectar el incumplimiento del sacrificio cero.

La nueva Ley de Bienestar Animal: todos los puntos clave

Garantizar el cumplimiento de la ley

La aprobación de la nueva legislación era algo que desde el sector animalista llevaban años reclamando. Amparo Requena, jurista experta en legislación animal, considera que la nueva normativa "es bastante buena". La abogada animalista celebra que la ley exija el cumplimiento del sacrificio cero, el reconocimiento a las casas de acogida o el control de las colonias felinas siguiendo el método CER (Captura-Esterilización- Retorno).

Sin embargo, Requena lamenta la definición de maltrato animal recogida en el texto ya que "tal y como está contemplada desvirtúa la ley actual y podría vaciarla de contenido respecto al maltrato “explica. De hecho, la abogada afirma que los juristas advirtieron que no se podía dejar así ya que la definición de maltrato "es la misma que recogía el código penal". Según explica, la legislación debería contemplar que los casos más graves tuvieran que ser recogidos por el código penal mientras que los menos graves lo tuvieran que hacer por la vía administrativa.

Por otra parte, espera que los ayuntamientos garanticen el cumplimiento de las normas ya que "de nada sirve hacer leyes si luego no se vigila que se cumplan". Se refiere así al hecho de que "a día de hoy un 80% de los animales recogidos por las protectoras sigan viniendo sin chip", algo que lleva muchos años sancionado por la ley y que no se ha hecho efectivo debido a la falta de control de las administraciones.

Por su parte, Ángela Molina, que ha participado en la redacción del texto, considera que la nueva Ley de Bienestar Animal es "de muy alto nivel". Aun así, lamenta que hay algunos puntos que desvirtúan "la totalidad y la intencionalidad con la que se ha desarrollado el texto". La presidenta de la CACV cree que algunas sanciones no están tipificadas de manera correcta, como el hecho de considerar una falta leve el hecho de dejar animales sin alimentación, algo que debería ser considerado como grave. Asímismo, Molina cree que la nueva normativa "hubiera sido mucho mejor si no se hubiera desarrollado en su fase final paralelamente a la Ley nacional".