Violencia machista

La camarera que evitó que dos hombres abusaran de una joven de 20 años en una discoteca de València

El local activó el protocolo 'Pregunta por Ángela', el mismo que en el caso de Dani Alves | La trabajadora dio la voz de alarma al ver como dos individuos de 40 manoseaban a la víctima mientras ella repetía "no quiero"

Agentes de Policía Nacional desalojan una zona de ocio en València

Agentes de Policía Nacional desalojan una zona de ocio en València / F.Calabuig

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

Ocurrió la noche del sábado, a las 21:30 horas y en la barra, a la vista de todo el mundo. Dos hombres de unos 40 años comenzaron a manosear a una joven de 20 en una conocida discoteca de València mientras ella se resistía y repetía 'no quiero' en inglés.

"Había cientos de personas alrededor, no sabemos cómo tuvieron el valor de atreverse a hacer eso", explica el gerente del local. Pero ninguna de esas personas dio la voz de alarma, fue la camarera del local. Sacó el walkie-talkie y pronunció las palabras "protocolo Ángela". Segundos después dos vigilantes de seguridad separaron a la víctima de sus agresores, llevaron a la mujer a un sitio seguro y tranquilo donde pudiera contar lo sucedido con libertad, a los hombres a una sala a la otra punta del recinto y avisaron a una patrulla de la Policía Local.

Los agentes acompañaron a la joven al hospital Clínico de València, junto a un agente del Grupo de Atención a los Malos Tratos (GAMA) de la Policía Local de València para iniciar el protocolo sobre víctimas de agresión sexual. Allí, la joven aseguró que recordaba haber estado con dos varones y que, al manosearla, se sintió muy incómoda y trató de zafarse sin conseguirlo. Se le realizó una exploración forense y los presuntos agresores permanecen detenidos en el complejo policial de Zapadores.

A este protocolo internacional se le conoce como 'pregunta por Ángela', y es el mismo que se activó en el caso del futbolista Dani Alves. Consiste en que "cuando una mujer se encuentra incómoda, es acosada sexualmente o piensa que ha podido ser drogada con el objetivo de tener una relación no consentida por sumisión química, debe acudir a la barra del local y preguntar por Ángela".

Esta pregunta activará un protocolo; "no despertará ninguna sospecha en el presunto acosador ni tampoco alarma entre el público y se avisará de inmediato al personal de seguridad del local, el cual acudirá a la zona para separar a la persona de su presunto acosador, y se le invitará a abandonar el local". Si los hechos fueran graves, el protocolo contempla llamar a la policía y, en cualquier caso, actuar rápido.

Esa es una de las formas de activar el protocolo, otra es, como en este caso, que lo mencione directamente una trabajadora o trabajador del local, o una persona que esté presenciando la agresión.

Cuando todo haya sucedido el personal debe acompañar a la víctima a una zona privada y evitar contacto con el agresor. También se le preguntará si va acompañada por alguien y si es así se le permitirá acompañarla, se le dará ropa de abrigo o agua si lo necesita, y se le indicará que se ha llamado a la policía y va a ser atendida por personal cualificado.

El gerente del local explica que es la primera vez en siete años que le sucede un caso así, pero que ya llevaban tiempo extremando las precauciones. "La labor de los medios de comunicación ha hecho mucho para concienciarnos. Nos formamos y desde entonces intentamos estar con el radar activado. Piensas que eso no te va a pasar pero llega el día y pasa. No estamos contentos por lo ocurrido, pero sí por lo rápido que han actuado nuestros empleados para evitar que asunto fuera a mayores", asegura.

¿Cómo puede enterarse la víctima del protocolo?

Algunas discotecas también ponen carteles que deben estar colocados en los baños de mujeres del local que recen el siguiente mensaje "¿Estas siendo acosada sexualmente o te sientes incómoda? Dirígete a la barra y pregunta por Ángela". Se trata, según el organismo "International Nighlife Safety Checked" de la mejor manera de hacer llegar el mensaje a la víctima sin que se entere el presunto agresor.

Frente al agresor se actuará sacándolo del local y revisando los detalles como "alguna mancha de sangre, pantalones o cinturón desabrochados, carmín en la cara, etc". Los vigilantes deberán retenerlo hasta que llegue la policía y no permitir que la persona "se lave las manos, la cara o cualquier parte del cuerpo, ni ausentarse de nuestra presencia".

Para finalizar, además de haber avisado a los servicios médicos, el personal debe asegurarse que la víctima abandona el local, o bien en taxi o acompañada de otras personas, pero nunca sola. Este protocolo se activará sin necesidad de comunicarlo si algún trabajador presencia una agresión sexual.

Además de esto, el teléfono 016 de atención a las víctimas de violencia de género es gratuito, disponible las 24 horas y no deja rastro en la factura. En la Comunitat las víctimas también pueden llamar a la línea de teléfono de atención a la violencia machista con el número 900 580 888.