Vivienda

Así se ha desplomado la vivienda protegida en la Comunitat: de 110.000 pisos en los noventa a 3.400 en la última década

El nuevo reglamento aprobado por la Generalitat busca resucitar un sector que llevaba casi diez años dormido | Los promotores celebran la «seguridad jurídica» que les da el texto para ponerse a construir

Varios obreros trabajan en el edificio de Sociópolis, en València.

Varios obreros trabajan en el edificio de Sociópolis, en València. / Miguel Angel Montesinos

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

La promoción de VPO lleva 10 años parada, pero Conselleria de Vivienda quiere meterle un buen chute para reanimarla. Eso intenta el nuevo reglamento aprobado al filo de la navaja de acabar la legislatura y que actualiza precios y crea una sola zona para que los promotores vuelvan ver atractivo levantar fincas.

Es una necesidad si miramos al pasado. Los datos de la Generalitat muestran un desplome de las viviendas protegidas que ha sido imparable. En la década de los 90 se construyeron 110.00 VPO, en los años 2000 la promoción bajó a las 59.000 viviendas, y en la década de los 2010 tan solo se levantaron 3.453 casas.

En el año 2014 solo hubo dos expedientes para construir 35 viviendas. Veinte años atrás se construían, solo en 1994, 20.752 casas a través de 1.407 expedientes, la mayor cifra desde que se tienen registros.

El edificio de Sociópolis en València.

El edificio de Sociópolis en València. / Miguel Angel Montesinos

"El sector llevaba casi una década dormido", confiesa Antonio Olmedo, presidente de la Asociación de Empresas Promotoras de València (Aprova). La variación de los tipos de interés, la falta de apoyos fiscales y subvenciones, y más recientemente el aumento de precios provocado por la guerra de Ucrania han provocado que la construcción de VPO sea cada vez menos rentable.

Pero sobre todo hay una razón; "todos estábamos esperando al decreto que actualizara el precio por metro cuadrado, que llevaba sin tocarse diez años. Esa es la clave", explica. En esto coincide el conseller de Vivienda Héctor Illueca, que matiza que el decreto lleva años cocinándose y tras diez reuniones con los sectores implicados se ha aprobado el texto "largamente esperado". El también vicepresidente de la Generalitat confía en que este texto de un "impulso" a la promoción.

El reglamento no solo pone el precio en 2.200 euros por m2, sino que fija límites al alquiler del 25 % de los ingresos, deja en una zona única todo el territorio valenciano, y reserva para la Generalitat el derecho de hacerse con hasta el 100 % de una promoción privada en el caso de necesidad de vivienda. Pero sobre todo da "seguridad jurídica" a los promotores para volver a construir.

Para muestra, las 1.000 calificaciones provisionales que siguen en los cajones de Conselleria de Vivienda. "Te aseguro que el 99 % estaban esperando a que se aprobara este nuevo reglamento para empezar", añade Olmedo, que transmite las buenas sensaciones de los promotores ante esta nueva regulación de la Generalitat que actualiza una norma totalmente desfasada del año 2007.

Valencia. Torres Urbem Malilla. Viviendas de protección oficial

Valencia. Torres Urbem Malilla. Viviendas de protección oficial / Fernando Bustamante

El clima de los 90

La expansión de las VPO en los 90 se explica por dos motivos: las viviendas de protección se veían como un bien de primera necesidad, y porque se convirtieron en un motor de la economía como generador de empleo. "Se estima que la construcción de una vivienda genera entre tres y cuatro empleos directos", cuenta Olmedo.

Pero la clave que las hizo tan atractivas fueron sus ventajas. El tipo de interés del mercado libre entonces se situaba entre el 12 y el 15 %, mientras que las VPO contaban con un interés topado del 4 o del 7 %, además de ayudas y financiación de las cajas de ahorros o de bancos que las financiaban. Todos estos motivos les dieron un gran impulso, especialmente en la provincia de Alicante.

En los 2000, las viviendas protegidas comienzan a perder atractivo por la bajada de los tipos de interés. Se van eliminando las subvenciones y ayudas y los tipos de interés bajan, lo que provoca que estos proyectos ya no sean tan atractivos. Pese a todo, continúan construyéndose gracias a los PAI (Plan de Actuación Integral) que ampliaron los barrios de las ciudades y reservaron un 30 % para las VPO.

En la década de 2010 los tipos de interés llegan hasta el 0 %. Sin ayudas, ni subvenciones, ni PAI, y con los precios por metro cuadrado completamente desactualizados (hasta ahora), la VPO se acaba de desplomar completamente. De hecho se produjeron situaciones surrealistas.

Valencia. Torres Urbem Malilla. Viviendas de protección oficial

Valencia. Torres Urbem Malilla. Viviendas de protección oficial / Fernando Bustamante

"Como el reglamento no se había tocado, resulta que los tipos de interés de las viviendas protegidas estaban más altas que las del mercado libre. Es decir, que las revisiones de las hipotecas eran peores para los que habían adquirido una VPO que una del mercado normal. Entonces la VPO acabó por perder todo su sentido, era el mundo al revés", explica Olmedo. Con este panorama y los precios sin actualizar desde el año 2007, la vivienda protegida era casi inviable.

Mucho suelo disponible

Conselleria de Vivienda tiene la tarea de revertir este panorama, y para ello tiene mucho suelo disponible. Según un estudio de la propia Generalitat el territorio valenciano cuenta con 10,7 millones de metros cuadrados para VPO de promoción privada y de 4,7 millones para promoción pública.

La mitad de este terreno se encuentra en la provincia de València, el 38 % en Alicante y el 12 % restante en Castelló. Según estimaciones, el techo (alturas de vivienda que se pueden construir en un solar) de estos terrenos son 107.000 viviendas de promoción privada y 47.000 de promoción pública que se pueden desarrollar.

Los promotores ven el decreto con muy buenos ojos y remarcan que, si se desbloquean los PAI que hay proyectados en la ciudad de València, se podrán levantar unos 2.000 pisos de protección oficial.

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