El Hospital La Fe de València no es el único que, desde hace un mes, ha vuelto a gestionar con personal propio el traslado y registro de las personas que mueren allí, después de que esta tarea estuviera en manos de funerarias privadas durante tres décadas. La directriz dada desde la Conselleria de Sanidad de romper el acuerdo que en su día se firmó con la Asociación de Empresas de Pompas Fúnebres de Valencia (Aseva) afectaba a La Fe pero también a los otros hospitales que todavía funcionaban de esta manera como el Doctor Peset. El Hospital Arnau ya hace tiempo que se desvinculó de esta forma de trabajar.

Así, según han explicado fuentes de Sanidad, los dos centros han empezado a asumir las tareas de gestión y traslado de cadáveres con sus propios celadores "al mismo tiempo" atendiendo a esa orden de "cumplir la legislación vigente y siguiendo los criterios de actuación que se aplican en la actualidad en la mayoría de hospitales en España". Y es que la forma de trabajar en estos tres centros suponía una "rareza" ya que se permitía a personal de varias funerarias asociadas gestionar la retirada de fallecidos desde las mismas habitaciones de estos hospitales hasta los mortuorios en turnos rodados.

La decisión de integrar a las funerarias en los hospitales se adoptó hace treinta años para evitar "favoritismos" a la hora de llamar a una u otra empresa de pompas fúnebres cuando fallecía una persona que no tenía contratado de forma previa un seguro de decesos ya que en su día se detectó "que había trabajadores que favorecían a unas empresas y se quiso cortar de raíz eso", explican fuentes sindicales a este diario. Este acuerdo estaba siendo puesto en duda en los últimos años por las empresas que no formaban parte de Aseva ya que denunciaban que se les impedía entrar en ese turno rodado.

Ahora, y según los protocolos internos adoptados por los centros, son las enfermeras las que entregan un listado de funerarias de toda Valencia y de los pueblos que atiende La Fe para que las familias elijan y abrir la posibilidad de trabajar a todas las firmas y no solo a los asociados de Aseva. Además, Sanidad prohíbe expresamente que el personal del hospital recomiende a los familiares una u otra empresa.

El General mantiene un turno rodado en el mortuorio

Pese a que, en un primer momento, desde la Conselleria de Sanidad se informó que el Hospital General de Valencia también entró en su día en el acuerdo con Aseva, desde Funespaña han apuntado esta mañana que el consorcio hospitalario no llegó a entrar en este acuerdo. Así, en el centro trabajan ahora con un sistema "mixto": los celadores son los que se ocupan del traslado de cadáveres hasta el mortuorio pero el centro sacó a concurso en 2021 el servicio de "guardia funeraria" en el hospital que se adjudicó a la UTE Servicios Gestión Hospitalaria, una unión de seis funerarias de València que desde entonces gestionan el mortuorio y ofrecen sus servicios a las familias de los fallecidos que no tengan contratado un servicio previo.

La Fe aumenta la plantilla de celadores tras las quejas

Además son los celadores los que se tienen que encargar de trasladar a los fallecidos al mortuorio pero también de registrar la entrada de cadáveres, por ejemplo. Este cambio ha generado las quejas del personal subalterno de La Fe que pedían aumentar la plantilla ya que la recogida y traslado de cuerpos supone un importante volumen de trabajo: La Fe es el mayor hospital de la C. Valenciana y tienen una media de seis muertes al día y, además, las instalaciones son tan grandes que desde algunas plantas hasta el mortuorio la distancia es considerable y cada traslado de un fallecido puede suponer perder a dos subalternos "al menos 40 minutos", según fuentes de la Junta de Personal .

La dirección de La Fe ha atendido las peticiones de los trabajadores y va a aumentar la plantilla en seis celadores más, según representantes de la junta de personal. Desde la entidad, aunque valoran "positivamente este aumento de plantilla", consideran que sigue siendo "insuficiente". "Reiteramos una vez más la necesidad de aumentarla en cuatro personas más, hasta el total de diez que desde el principio esta junta consideró necesarias para dar este servicio en los turnos de mañana, tarde y noche", han explicado.

Trasladar sí, asumir el registro no

Por otra parte, desde la junta de personal se han quejado de que el protocolo que ahora rige el servicio funerario del hospital se ha "impuesto de manera unilateral y sin ningún tipo de negociación" con los trabajadores lo que está generando un problema: según denuncian se está atribuyendo a los celadores "una serie de funciones que no les competen. La norma contempla el traslado del fallecido al mortuorio, pero no todas las tareas administrativas y de responsabilidad que se les atribuye".

Según el nuevo protocolo, los celadores no solo tienen que trasladar los cuerpos sino que tienen que rellenar el registro del depósito de cadáveres cuando llevan al fallecido y son los responsables de abrir el mortuorio y entregar los cadáveres cuando llega la funeraria y de comprobar tanto la identidad del fallecido como la documentación de la empresa y la autorización firmada por los familiares para la retirada.