Jóvenes indecisos en su primera vez

Levante-EMV recoge cinco testimonios que coinciden en la importancia de la convocatoria electoral de hoy aunque no ocultan cierta desafección

Álvaro, Gema, Emma y Laura son cuatro jóvenes que votarán hoy por primera vez. A tres días de las urnas todavía no tenían claro al partido que darán apoyo.  | GERMÁN CABALLERO

Álvaro, Gema, Emma y Laura son cuatro jóvenes que votarán hoy por primera vez. A tres días de las urnas todavía no tenían claro al partido que darán apoyo. | GERMÁN CABALLERO / violeta peraita. valència

Violeta Peraita

Violeta Peraita

Van a ir a votar este domingo por primera vez pero todavía no saben bien a qué partido darán su papeleta. Lo que sí tienen claro es que van a participar porque lo que pase en política, dicen, es importante. Impacta en sus vidas y moldea las condiciones en las que ellas y ellos crecerán y fraguarán un proyecto de vida. Los jóvenes han sido el grupo poblacional más codiciado estas semanas por las formaciones políticas que concurren a elecciones municipales y autonómicas de hoy, 28 de mayo.

Los partidos han demostrado estas semanas el gran interés que suscita este sector de la ciudadanía con la celebración de encuentros con la juventud, con promesas que pasan desde potenciar el transporte público gratuito, garantizar un buen sistema de trenes e incentivar los estudios, hasta ayudar a la emancipación con medidas de fomento del empleo y acceso a una vivienda digna. Este último es el gran problema que ha protagonizado la campaña y un guiño hacia una juventud que es amplia y diversa.

Hoy, las elecciones se juegan por un puñado de votos. Las últimas encuestas señalan que revalidar un Botànic o asistir a un cambio de liderazgo a favor de la derecha es cuestión de un escaño y los resultados, en un contexto de máxima igualdad de bloques, vendrán determinados, también, por la participación. Y a quien toca seducir (primero para que acudan a la cita y en segundo lugar para que den apoyo a su opción política) es a quien todavía no ha decidido. Los indecisos, que cobran más relevancia todavía si se trata de personas que se estrenan. El 5 % de las votaciones en la Comunitat Valenciana vendrá de ellos, novatos en la fiesta de la democracia y decisivos para decantar la balanza hacia un lado u otro.

Emma Almenar, Álvaro López, Gema Amores, Laura Peris y Carlos Manuel son cinco de los 186.871 protagonistas que se estrenan hoy en las urnas y los que representan a ese uno de cada tres nuevos votantes indecisos. Los cuatro primeros se encuentran con Levante-EMV a cuatro días de los comicios en un parque de València. Vienen nerviosos. Algunos porque en semanas se enfrentarán a los exámenes de acceso a la universidad y otros porque entregan el trabajo de final de grado pronto. Comentan lo gracioso de que los partidos les tiren tanto la caña («no a nosotros, sino a nuestro voto», bromean) mientras ellos se dedican a «ir leyendo», sin prisa, las opciones que tienen. Y apurarán hasta el último día para decidirse. «Hay que ir preparados», coinciden los cinco ciudadanos.

Cuando se les pregunta sobre política autonómica y municipal, hablan de desafección, de desencanto, desconfianza y una cierta distancia con la clase política. Pese a los continuos intentos de los representantes de aproximarse a los jóvenes a través de las redes sociales (TikTok o Instagram, además de Twitter), los cinco dicen que aunque el mensaje llega, no cala. «Nos hablan como si tuvieran nuestra edad y a veces es un poco ridículo, parece un padre o una madre haciéndose el guay. Si quieren llegar a nosotros, creo que sería mejor que lo hicieran figuras a las que veamos como iguales», dice Gema de 18 años e involucrada en el mundo de las Fallas.

«Comparto cosas con todos»

Laura Peris tiene 19 años, es de Bonrepòs i Mirambell y estudia segundo año del grado de Sociología. Siente «curiosidad» por participar pero no sabe a quién dar apoyo porque «nada me convence del todo. Comparto cosas con todos pero creo que llegamos a nuestras primeras elecciones sin tener toda la información necesaria».

En general, todos coinciden en que se sienten más interpelados por los candidatos y candidatas de sus pueblos y ciudades que por los aspirantes a las Corts Valencianes porque los primeros los conocen de cerca (hay candidatos que incluso son amigos de sus familias) y «sí se preocupan por nosotros, su mensaje llega más». Habla Emma Almenar. Cumplió 18 años hace apenas una semana. Justo a tiempo para incorporarse como votante. Es de Burjassot, atleta y estudiante. Ahora se prepara para las pruebas de acceso a la universidad para estudiar Matemáticas y calendariza las próximas competiciones que tiene por distintos puntos de España. «En mi pueblo sí se a quién votar. Veo que les importa de verdad qué nos inquieta y tienen tiempo para dedicar algo de su discurso a los deportistas».

Almenar lleva una intensa semana leyendo muy mucho sobre candidatos, propuestas y líneas de partidos, cuenta. Con todo, «todavía no tengo nada claro», dice. Todos coinciden en que si hay algo que decidirá su papeleta serán las propuestas y no tanto el partido o el candidato. Para Gema, el atractivo de la política se esfuma al ver que la confrontación manda en el debate público. «Enfrentarse no es construir, es necesario que colaboren para llegar a acuerdos que mejoren la vida de todo el mundo», señala la joven de València, que se examinará para entrar en la universidad en unas semanas y estudiar Diseño de Interiores. Por su parte, a Álvaro, de 20 años, estudiante de publicidad y marketing y natural de Paterna, lo que no acaba de conectarle con la política es que siente que «los políticos se aprovechan de situaciones para reivindicarlas por interés, cuando ven que no les sirven para conseguir poder, dejan de hacerlo» y a Carlos, de 20 años y en tercer curso de Ingeniería Biomédica que vive en Rocafort le causa rechazo sentir que algunas propuestas «solo se hacen por comprar mi voto, pero no sé si eso es algo que les importa de verdad porque nuestras necesidades nunca son prioridad». Añade que el enfrentamiento y la agresividad «da pereza». «Los discursos agresivos e intentar ganar diciendo que todo está fatal me cansa. ¡Habla de lo que puede mejorar la vida!», resume Carlos.

Critican la profesionalización de la política y piden a los representantes que «recuperen el foco». «El propósito tiene que ser mejorar la sociedad, dirigirse al pueblo de verdad», dice Álvaro. Si algo echan de menos todos en la política es que se centre más en los jóvenes. Coinciden en un ‘adultocentrismo’ feroz que se «olvida», en muchas ocasiones, de lo que ellos necesitan. «Por más que leo las propuestas no veo nada concreto para nosotros», señala Emma. Con todo, insisten en que irán a votar porque de ahí se diseña cómo será su futuro, que es lo que más preocupa a todos y cada uno de los nuevos votantes que se reúnen con este periódico. Encontrar un trabajo y tener unas buenas condiciones de vida para construir un proyecto de vida «digno» (entra en el pack tener una vivienda y un empleo estable) es lo que más inquieta.

Si su generación pidiera algo en bloque a los políticos, Carlos cree que sería «que presten atención al cambio climático. Hay que volcar el presupuesto en una movilidad sostenible que proteja el planeta», pero también, dice, «en dar becas para que los jóvenes tengamos primeras oportunidades y mejorar nuestra empleabilidad». Para todos. También «los más vulnerables». Hablar con los amigos es hablar de trabajo y de la «difícil perspectiva que tenemos». A pesar de la desafección, de cierta desconexión, la ciudadanía que vota por primera vez lo hace con conocimiento de causa. Cuando se va acercando la fecha, Emma, Álvaro, Gema y Laura van leyendo en medios de comunicación, redes sociales y en los propios programas qué dice cada partido. Carlos, por su parte, añade que quiere «votar a conciencia» porque a partir de hoy; sí. Además de voz, tienen voto.