Llegar al hospital, ponerse una inyección y estar fuera a los pocos minutos. Es la mejora que van a conseguir las mujeres que están recibiendo anticuerpos monoclonales para tratar un cáncer de mama HER2 positivo después de que los hospitales valencianos hayan incorporado una nueva forma de administrar este tratamiento: a través de una inyección subcutánea en pocos minutos frente a la hora que suele llevar el poner la medicación por vía intravenosa.
Se trata de la combinación de anticuerpos monoclonales pertuzumab y trastuzumab que hasta ahora se venía poniendo a través de gotero para este tipo concreto de cáncer de mama (los HER2+ que son el 20 % de los que se detectan) tanto de forma combinada con la quimioterapia como de forma posterior a los ciclos de quimio. Esta terapia dirigida (que también se puede usar para los tumores de mama metastásicos, los que se han extendido) se ha conseguido combinar en una inyección que se pone en el muslo en pocos minutos con la misma eficacia y sustituir su puesta a través de vía intravenosa.
El Ministerio de Sanidad ha dado luz verde a la financiación de esta nueva forma de administración y la Conselleria de Sanidad ya lo ha aceptado como tratamiento propio por lo que los hospitales valencianos ya están en disposición de ofrecerlo a sus pacientes. En la unidad de cáncer de mama del Hospital Clínico de Valencia, tienen intención de cambiar a todas las pacientes que están recibiendo este tratamiento por vía intravenosa al pinchazo en el muslo "siempre que ellas estén dispuestas", según explica la coordinadora de la unidad, la oncóloga Begoña Bermejo. El Clínico ha sido uno de los once centros que en toda España ha participado en el ensayo "FeDeriCa de bioequivalencia", para confirmar la eficacia de esta forma de administración.
Entre 5 y 8 minutos el pinchazo
Para la especialista, las ventajas de este avance son obvias para las pacientes. "Va a ser súper importante para la paciente", apunta Bermejo ya que hay supervivientes de este tipo de tumor que tiene que mantener este tratamiento "durante años y no es lo mismo venir al hospital, ponerse el gotero y estar aquí una hora o más que entrar, pincharse e irse". Además de por el ahorro de tiempo, está también el impacto psicológico de no pasar tiempo en el hospital y que no hay necesidad ya de tener un acceso venoso directo (una PICC o un puerto, por ejemplo) que hay que limpiar y cuidar de forma específica para que no genere infecciones y que puede conllevar otras complicaciones.
Así, de estar una hora o más recibiendo el tratamiento por gotero, los desarrolladores de esta nueva forma de administración han establecido que son necesarios 8 minutos para la primera inyección y 30 como tiempo de observación. Las dosis siguientes de mantenimiento, que se suelen poner cada tres semanas, serán todavía más ágiles: 5 minutos de pinchazo alternando entre el muslo izquierdo y el derecho y un cuarto de hora de tiempo de observación por si hubiera reacciones adversas.
"Va a ser un avance para el pacientes pero también para el sistema", apunta Bermejo ya que agilizar la puesta del tratamiento supondrá también un alivio para los hospitales de día oncológicos ya que supondrá tener menor demanda de "sillones" donde se ponen las quimioterapias y los tratamientos intravenosos y también se libera al servicio de farmacia hospitalaria de tener que preparar el gotero con la combinación de los dos medicamentos con anticuerpos, lo que suele también alargar el tiempo que las pacientes pasan en el hospital "porque es una jeringuilla precargada".
Entre 3.100 y 3.300 casos al año
El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres y se estima que una de cada ocho tendrán un diagnóstico de cáncer de mama durante su vida. Durante 2021 y según cifras de la Conselleria de Sanidad se detectaron 3.161 casos, unos 200 menos de los que se diagnosticaban habitualmente antes de la pandemia. Con todo, la cifra duplica ampliamente los casos de cáncer de colon, recto y ano (1.300) entre mujeres. La gran mayoría de los tumores de mama son del tipo hormonal o luminal (el 70 %), mientras que los de tipo HER2+ (los que son sensibles al tratamiento con anticuerpos monoclonales) suponen el 20 % de los nuevos casos. El resto, son cánceres de mama triple negativos, los que actualmente tienen peor pronóstico por la falta de tratamientos directos.