Los seis giros en la vida de Cs

El partido inicia su ocaso después de unas elecciones autonómicas en las que se han quedado fuera de las Corts

Seis síndics en ocho años, del cielo de los 18 diputados, rozar el sorpasso al PP y hasta soñar con la Generalitat al infierno que ha supuesto el 28 de mayo. Ciudadanos agota su vida en la política de la Comunitat Valenciana. Los 46 concejales conseguidos el domingo son el único resto de la organización en las instituciones valencianas. Los giros que han caracterizado el proceder de los naranjas desde que dieron el salto a la política valenciana en 2015 han acabado por dejar fuera de las Corts y no tener papeleta en las elecciones generales del 23 de julio. Y como siempre, la pregunta tras la debacle, ¿qué ha pasado?

Primeras elecciones como nueva política

En sus primeras elecciones valencianas, en 2015, el partido entró por todo lo alto. Un total de 13 diputados con Carolina Punset al frente de la delegación valenciana avalaban el inicio de un nuevo ciclo. Era la etapa de "la nueva política" que Ciudadanos protagonizaba junto con Podemos. El auge de las formaciones que ilusionaban y rompían con el bipartidismo tradicional, integrados por nuevas caras de personas profesionales de distintos ámbitos y novatas en política. Aire fresco.

En Ciudadanos, reformismo y lucha contra la corrupción como esbozo de un proyecto que no tenía bandera y que se sustentaba, en su inicio, en una base socialdemócrata, incluso "eco socioliberal". Votaban a favor de medidas de "regeneración" y apoyaron la creación de À Punt, la nueva radio televisión valenciana tras el cierre de Canal 9 en 2013. "Cada uno tenía su seña de identidad, no había bandera, de hecho esa era la máxima, representar la diversidad sin banderas ningunas. Después, la española nos hizo ser más nacionalistas que los independentistas catalanes", adelanta Alexis Marí, exsíndic de Ciudadanos hasta 2017, cuando dejó el partido. Ahora, alejado de la actividad política ve con "pena" la desintegración de un proyecto que fue "ilusionante" en su inicio.

Carolina Punset, que entró en Ciudadanos cuando todavía Albert Rivera era un completo desconocido, por su parte, fue primera síndica del grupo en les Corts y posteriormente eurodiputada y piensa Ciudadanos que era una oportunidad para crear un proyecto bisagra en un inicio de izquierdas para tender la mano al PSOE y al PP y "que no se vieran obligados a ceder a nacionalismos periféricos, porque esa izquierda iba en contra del principio de igualdad. Nosotros queríamos cambiar eso".

2017: Viraje con cambio de ideario

Pero todo se torció "nada más acabar la campaña electoral", tal como rememora Alexis Marí. Un viraje ideológico en 2017 en el partido que no gustó a un sector del partido y un cambio de definición "que dijeron que era un cambio semántico", señala, por su parte Punset. Ciudadanos se despidió de la socialdemocracia para pasar a ser liberal. "¿Cómo te vas a acostar socialdemócrata y despertarte liberal?" se preguntan ambos. Esa modificación "que nos intentaron vender que era puramente semántica" fue uno de los puntos de inflexión para que ambos acabaran dejando el partido en 2017 y 2018. Carolina Punset se fue tras un comité ejecutivo nacional en el que se decidió ir a por los votantes del PP para "no ser un partido bisagra". "Protestamos y nos dijeron que éramos unos traidores, pero lo cierto es que la esencia de la que nació el partido se perdió".

Cuatro diputados dejan el grupo de Ciudadanos en les Corts en junio del 2017 y tras meses de desencuentros pasaron al grupo de no adscritos. La gota que colmó el vaso fueron los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que los naranjas apoyaban en Madrid y los valencianos de Ciudadanos se negaron a dar soporte. "Me enteré por los periodistas y dije, por ahí no paso", señala Marí.

Dejar atrás la socialdemocracia estatuaria del partido para ser liberales fue lo que hizo que tanto Marí como Punset, en la primera etapa del partido en las Corts Valencianes, abandonasen esa carrera política. Parecía que la estrategia, a corto plazo, surgió efecto pues Ciudadanos subió en votos en 2019.

2019: El casi 'sorpasso' al PP

28 de abril de 2019, más bien madrugada del 29, un eufórico Toni Cantó señala al acabarse el escrutinio de las elecciones autonómicas de las que era el candidato a la Generalitat: “Hemos ganado a Compromís”. Ciudadanos se ha colocado como tercera formación más votada de la Comunitat Valenciana y roza los talones al PP. Se ha quedado a un diputado. En el Congreso se ha quedado a 9 escaños de dar el sorpasso a los ‘populares’. “Hicimos una campaña estupenda, nos habíamos convertido en la fuerza útil y en la alternativa del centro derecha y logramos uno de los mejores resultados y superamos a Compromís”, recuerda cuatro años después Cantó. 

El entonces candidato destaca el discurso "fresco e imaginativo” del partido y de Albert Rivera, líder de CS aquel 2019. Cantó asumió la candidatura meses antes de que se convocaran las elecciones. Había miedo a un posible adelanto que finalmente fue solo de un mes. En septiembre ya se lanzó a las primarias. Las encuestas soplaban a favor de los naranjas frente a un PP a la baja que en junio de 2018 se quedó fuera del Gobierno de España y al que le martilleaban los casos de corrupción. La designación de Cantó como candidato fue un gesto de ir a por todas en la Comunitat Valenciana cuyos comicios, finalmente, coincidieron con los generales. 

Toni Cantó celebra el resultado del 28 de abril de 2019.

Toni Cantó celebra el resultado del 28 de abril de 2019. / Biel Aliño/EFE

Sin embargo, ese gran resultado que se celebraba en el Hotel Sorolla de València fue el pico de una ola que debía comenzar a bajar. Uno de los dirigentes del partido considera esa noche como el “kilómetro cero” del declive de Cs. “Si el PP en su peor momento no pudo ser sobrepasado por dos candidatos como Cantó y Rivera frente a Bonig y Casado es que no íbamos a poder hacerlo nunca”, señala este exdirigente naranja que insiste: “Lo que podía ser un partido de gobierno no llega”. Un mes después, en las locales y europeas, Cs vuelve a quedar por detrás en ayuntamientos como Madrid, València o Alicante. “Si Villacís o Ignacio Aguado no pudieron con los desconocidos Almeida y Ayuso…”, reflexiona en voz alta. 

A partir de aquella noche se fijó, además, otro “error” según esta misma fuente: “Solo pusimos a un socio preferente, el PP”. “Se han hecho tonterías con los pactos, le hemos dado demasiado poder al PP”, dijo en una entrevista con este periódico la que después sería síndica y última candidata a las Corts, Mamen Peris. No obstante, este alto cargo, igual que hace Cantó, no ponen como “error” no haber pactado con Pedro Sánchez. “Albert Rivera fue coherente y además los que estábamos le aplaudimos”, señala el excandidato a la Presidencia de la Generalitat de los naranjas. 

2020: Las negociaciones con Puig

La legislatura cambia con la pandemia. Para Cantó, antes ya había habido un primer golpe. En 2019, Rivera dimite por el mal resultado de las generales de noviembre. «Empieza otra fase», admite. En esta, tras la primera ola de la covid, Ciudadanos se abre a negociar con el PSPV en un último giro dentro de los pactos de reconstrucción y en busca de un acuerdo amplio para presupuestos. «Queríamos centrar al PSC valenciano que les decía yo», cuenta el entonces síndic, «pero los socios tienen un ataque de cuernos y al final no hay ni bajada de impuestos y no pudimos apoyarlo». Al final, se abstienen.  

2021: La salida de Cantó

«En ese momento ya no me siento representado». Toni Cantó deja el partido el 15 de marzo. Lo que ha empezado como una moción de censura en Murcia ha acabado con un adelanto electoral en la Comunidad de Madrid. Entre ese remolino de sucesos, Cantó anuncia su marcha del parlamento valenciano y de la formación. Toma los mandos como síndica Ruth Merino. La formación ha dado a nivel estatal un giro hacia el centro, al intentar pactar un gobierno con el PSOE en Murcia, pero no funciona. Los tránsfugas echan por tierra la operación. 

Rueda de prensa despedida de Toni Cantó.

Rueda de prensa despedida de Toni Cantó. / MAMontesinos

A nivel valenciano pasa algo similar. A la marcha de Cantó se le suma la de cuatro diputados e inmediatamente se añade un quinto. «Es una etapa difícil, hay quienes ponen muchos palos en las ruedas», recuerda Merino. Las salidas dejan a Cs más el Botànic sin los 60 diputados que permitirían, entre otras cuestiones, reformar la ley electoral o renovar algunos órganos estatutarios. «Ese era su objetivo», señala. «Luego hubo una etapa muy bonita, pero sentía que no se tenía en cuenta al grupo valenciano y que había mucho ninguneo», añade. 

2022: Refundación insuficiente

La refundación del partido llega en enero de 2023, pero no convence a Merino, que se marcha entre lágrimas. «Vi que no había un cambio sino una guerra interna y me fui», señala. En su lugar entra Mamen Peris, sexta síndica en dos legislaturas con un nuevo intento de mostrarse más al centro. «Nunca hemos estado pendientes de si centro o derecha, pero es verdad que Toni Cantó daba mandobles a todos, Merino daba más a la izquierda y Peris se centró en criticar la derecha», explica un compañero del grupo. Como ejemplo, Peris trata de sacar adelante la renovación de los órganos junto al Botànic, pero no lo logra. 

Despedida de Ruth Merino de Ciudadanos y de la política

Despedida de Ruth Merino de Ciudadanos y de la política / Germán Caballero

Las salidas de algunos representantes de Cs hacia el PP complican el día a día del partido que llega a elecciones con los sondeos en contra. «En Corts asumíamos que no lo sacaríamos, pero queríamos lograr los máximos concejales posibles», admite el director de campaña, Fernando Llopis, quien no obstante indica que el resultado finalmente no ha sido bueno. «Ha sido muy difícil, la ola nacional que nos benefició en 2019 nos ha acabado de hundir», añade. La refundación no ha sido suficiente para salvar el proyecto. 

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