¿Dónde está el calor? Quizá secuestrado por julio y agosto

Mapa de anomalía de temperatura media mensual.

Mapa de anomalía de temperatura media mensual. / Meteored

Juanjo Villena

Mayo se ha encargado de fagocitar gran parte de las tesis sobre el tiempo que se habían asentado en España, al menos a nivel mediático. No llovía ni por asomo, y en ese ecosistema se reproducían las noticias sobre la sequía desgarradora, que aún perdura en muchas regiones, y las teorías conspirativas que veían en esto una “mano negra” que trataba de lastrar nuestra disponibilidad de agua, cuya merma perjudicaba a nuestros cultivos en detrimento de los marroquíes que, según ellos, salían airosos. Esto último no podría estar más lejos de la realidad, porque si aquí la falta de lluvias nos tiene cogidos por el pescuezo, al otro lado del Estrecho sienten la opresión en otro sitio. Mantendré el decoro. La cuestión es que desde hace unas semanas está lloviendo, en ocasiones tanto que se han llegado a producir inundaciones locales y un sinfín de vídeos virales, por lo extravagante de la situación.

Ahora muchos están como aquella mujer de Molina de Segura. Andan persiguiendo el zapato -los chapuzones y coger moreno- dejando atrás lo más importante, esa necesidad imperiosa de regar nuestros campos, llenar los acuíferos y maquillar la situación de nuestros embalses. ¡Están olvidándose del niño! No lo digo yo, lo muestran los datos. Mi trabajo pasa por peinar la actualidad meteorológica para detectar temas interesantes y, a la vez, monitorizar el comportamiento del público. Pues bien, en los últimos días el interés por las noticias sobre lluvias está decayendo en detrimento de las que versan sobre la vuelta al tiempo estable y caluroso. En cualquier otro año hablar de esto último ahora daría bastante pereza, pero no es el caso. El espíritu playero ha despertado y ojo, que en el actual contexto de calentamiento global el deseado calorazo puede acabar siendo desesperante en un santiamén. 

Este verano va a tardar en carburar, pero todo apunta a que muy pronto, quizá ya en la segunda mitad de este mes, las temperaturas se enfilarán por encima de la media y se quedarán ahí lo que resta de estación. Según los mapas que manejamos en Meteored, el mes de julio presentará en promedio temperaturas hasta 1 o 2 ºC más calurosas de lo normal y en agosto la anomalía positiva se cifra en 1 o 1,5 ºC. Y apenas lloverá, tal y como manda la climatología. Dejen el zapato correr, abracen lo más importante y vuélvanse hacia ese espontáneo, el tiempo fresco e inestable, que ofrece un respiro que sabe a gloria.