"Si matamos los mosquitos y el pueblo de al lado no, estamos igual"

Los ayuntamientos piden más ayudas económicas para hacer frente a las plagas

Vecinos de localidades como Sueca denuncian que la situación es insostenible

Plaga de mosquitos en Castellón

Agencia Atlas

Abraham Pérez

Abraham Pérez

La eclosión de mosquitos en varios puntos de la Comunitat Valenciana ha llevado a muchos municipios a adoptar medidas de urgencia para frenar la incidencia. Uno de los puntos más afectados es Sueca, donde el ayuntamiento va a destinar 18.000 euros en los próximos tres meses para aplicar tratamientos en zonas ajardinadas y parques infantiles. 

Así lo han explicado a Levante-EMV desde el consistorio, que aseguran que ya se ha puesto en marcha el plan para el control de plagas que comenzará a aplicarse en parques y jardines por las noches. Sin embargo, señalan que «hay cierta responsabilidad autonómica» ya que, según explica Carmen Pérez, regidora de medio ambiente, «si en Sueca matamos a los mosquitos pero en el pueblo vecino no hacen nada estamos igual porque acaban viniendo aquí». 

Sin embargo, desde la conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica aclaran que esta es una competencia municipal y señalan a los ayuntamientos como los máximos responsables en la actuación contra las plagas. Además, recuerdan que en los últimos años las dotaciones económicas se han aumentado hasta los 890.000 euros frente a los 130.000 del año pasado para aplicar técnicas biológicas que impiden la reproducción de la especie. 

Por su parte, fuentes de la diputación de Valencia explican que en los últimos años se han incrementado las dotaciones a los ayuntamientos y que estos deciden en qué invierten los presupuestos.

Situación insostenible

Mientras las administraciones debaten sobre la responsabilidad de las actuaciones las quejas vecinales aumentan ante una situación que califican de «insostenible». Tras las denuncias de los vecinos de varios puntos de Castellón, de las que ayer se hizo eco este periódico, los residentes de Sueca denuncian estar agotados ante el «linchamiento de picaduras» de estos incómodos insectos.

«Entre el mosquito tigre y la mosca negra estamos fritos», asevera Lidia Cerrillo, vecina de este municipio de la Ribera. «Cada vez que bajamos a los perros a pasear vuelven a casa plagados», asegura. Y es que los paseos en la calle a determinadas horas del día se vuelven un suplicio ante el riesgo de llegar a casa con una picadura de regalo.

Una situación que afecta especialemente al personal que trabaja en la calle. Es el caso de Javi D., barrendero municipal que cuenta el suplicio que supone trabajar estos días: «Por las zonas que hay árboles a las 6 de la mañana no te puedes ni acercar porque te acribillan». El trabajador cuentaque ha tenido que modificar su ruta de trabajo para evitar las consecuencias de los ataques múltiples de esta incómoda especie.

 «El otro día tuve que ir al hospital a que me pincharan urbason», lamenta mientras explica que al finalizar la jornada tenía picaduras «en el cuello, en los brazos, en las piernas, incluso debajo de los pantalones».

Fumigaciones y esterilización

La lucha contra la plaga de mosquitos ha llevado a buscar técnicas que permitan terminar con esta especie sin afectar a otras, por lo que la solución pasa en primera instancia por propuestas biológicas. La fumigación de los focos con productos biológicos es una de las medidas más empleadas en toda la Comunitat Valenciana, aunque esta solo surge efecto sobre las larvas. Así, la conselleria de Agricultura puso en marcha un proyecto pionero basado en la esterilización del mosquito tigre macho para que no pueda fecundar a las hembras y evitar la reproducción.

Esta medida ha resultado muy efectiva ya que, según expresan desde el departamento de Isaura Navarro, ha conseguido reducir la población de mosquitos hasta en un 75 %, por lo que este año soltarán hasta 9 millones de mosquitos tigre macho, uno más que en 2022.

Por su parte, la estrategia en algunos puntos de Nules, Prat de Cabanes, Oropesa o Benicássim pasa por las fumigaciones aéreas, aunque esta medida ha de ser autorizada por Sanitat ya que es mucho más perjudicial.