Un complejo rompecabezas

Un avión sobrevuela el aeropuerto de Barcelona.

Un avión sobrevuela el aeropuerto de Barcelona. / David Zorrakino / Europa Press

Gonzalo Aupí

El crecimiento constante de la actividad humana conlleva, como es lógico, una mayor necesidad de recursos. Es el caso del aeropuerto internacional de Barcelona, que, actualmente, se encuentra inmerso en una gran encrucijada, ya que existe una necesidad urgente de someterlo a una ampliación, pero con unas complejidades extremas. Las soluciones, nada fáciles, pasan por distintos escenarios. Desde la creación de pistas independientes a la construcción sobre el mar de nuevas instalaciones o la invasión del espacio protegido cercano al aeropuerto. La primera conllevaría una terrible contaminación acústica para algunas de las poblaciones cercanas. La segunda, una inversión gigantesca y un gran daño para el ecosistema marino. Y, la última, invadir un parque natural. Hablamos, por tanto, de un complejo rompecabezas en el que las mejores mentes se verán abocadas a encontrar una solución lo más ecuánime posible, ya que la demanda de los servicios del aeropuerto crece proporcionalmente al aumento del tráfico aéreo. Pero no olvidemos de que, por mucho que sea importante coger un avión, también lo es el entorno que lo rodea, tanto el humano como el medio ambiental.  

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