El sector ultracatólico de Vox se hace fuerte y se lanza a la conquista de Alicante

La entrada de Barrera y Massó en la próxima Ejecutiva de Abascal afianza a la corriente dominante en la Comunitat Valenciana

La nueva cúpula integra a muchos líderes provinciales pero se olvida de Ana Vega, caída en desgracia tras ayudar a Ortega Smith a buscar avales contra el líder nacional en Alicante, algo que niegan desde su entorno

Abascal y Barrera, en las Corts para la constitución del parlamento valenciano.

Abascal y Barrera, en las Corts para la constitución del parlamento valenciano. / EP

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

València

El sorpresivo adelanto de algo más de un mes de la Asamblea General de Vox en la que se elegirá nuevo presidente de la formación logró su objetivo y dejó sin capacidad de reacción a posibles rivales de Santiago Abascal, que no han llegado a tiempo de reunir los avales necesarios para presentar candidatura alternativa pese algunos intentos. Anoche se cerró el plazo sin competidores, por lo que el actual presidente de Vox será reelegido el próximo 27 de enero. Horas antes del límite, Abascal presentó a los integrantes de su próximo Comité Ejecutivo Nacional, en el que como estaba previsto sigue ganando peso el sector ultracatólico así como los líderes territoriales de los gobiernos autonómicos donde ha entrado Vox, a quienes incluye en su cúpula para apaciguar posibles revueltas internas.

Por la cuota valenciana entrarán el vicepresidente del Consell, Vicente Barrera, y la presidenta de las Corts y líder provincial de Castellón, Llanos Massó. El extorero, que fuentes cercanas al partido sitúan como un verso suelto al margen de las corrientes internas, tiene hilo directo con Abascal y es de su máxima confianza. Además, todos sus homólogos en ejecutivos autonómicos han sido también propuestos por el líder nacional. Por su parte, Massó es la persona fuerte del partido en el norte de la Comunitat Valenciana y ha sido ratificada en la presidencia provincial recientemente.

Abascal ha reducido las vicepresidencias, relegando a Jorge Buxadé y reforzando a Ignacio Garriga, pero ha ampliado notablemente las vocalías, entre otras cosas para dar espacio a ese nuevo núcleo de poder que suponen en Vox los territorios tras el 28M. Barrera podría computar como representante de Valencia (el líder provincial, Ignacio Gil Lázaro, no ha entrado por ser ya diputado en el Congreso) y Massó es la líder de Castellón, pero no ha habido hueco para Alicante, que pese a ser uno de los bastiones de la formación se ha quedado sin representación en la futura Ejecutiva.

Esta 'familia' de Vox ya ha visto relegadas sus posiciones orgánicas dentro del partido en los últimos meses como consecuencia de la defenestración de Javier Ortega Smith. Buxadé, Garriga e Ignacio de Hoces, vicesecretario de coordinación, están reorganizando desde entonces los cargos institucionales, parlamentarios y en las direcciones provinciales y situando en esos puestos a personas afines.

Un ejemplo evidente de ese nuevo orden se vivió a finales de año en la Comunitat Valenciana. La dirección del partido en Madrid ordenó por sorpresa relevar a Ana Vega como síndica del grupo en las Corts y situar en su lugar a José María Llanos, diputado autonómico y expresidente provincial de Vox Valencia.

Aunque Vox trató de revestir de normalidad el movimiento, el objetivo no fue otro que transportar a las Corts los nuevos equilibrios que ahora operan en Madrid. Vega era una persona de la máxima confianza de Ortega Smith (él mismo impuso su nombramiento en 2019) y la caída en desgracia de su mentor le acabó costando el puesto una vez superado el 28M y el reparto de cargos posterior.

Gil Lázaro y Ortega Smith, firmantes de la pregunta de Vox en el Congreso.

Gil Lázaro y Ortega Smith, firmantes de la pregunta de Vox en el Congreso. / EFE

Ortega Smith buscó apoyos en Alicante contra Abascal

El destino de Vega estaba escrito desde hace meses, pero hubo un hecho que aceleró su cese como síndica y que además la deja en una situación muy delicada para mantenerse como presidenta provincial en Alicante. Según ha podido saber este diario, Vega habría colaborado con Ortega Smith en la búsqueda de avales en Alicante para competir contra Abascal por la presidencia de Vox en la Asamblea General, que estaba prevista para marzo. El periodo de avales todavía no estaba abierto, por lo que aquello fue un intento preventivo y que no llegó a cristalizar.

El adelanto dejó sin opciones de conseguir esos apoyos al concejal en el Ayuntamiento de Madrid (que finalmente ha sido integrado en la futura cúpula) y, al trascender el respaldo de Vega al movimiento de Ortega Smith, precipitó que Madrid impusiera su salida de la portavocía parlamentaria de forma fulminante, según confirman diversas fuentes cercanas al partido. Por contra, desde el entorno de la exsíndica niegan movimientos contra Abascal.

Falta por dirimir el futuro de Vega como líder del partido en Alicante. Mientras Gil Lázaro ya ha sido ratificado en el cargo recientemente en Valencia y Massó lo tiene encarrilado en Castellón (los dos forman parte de la corriente ultracatólica), las opciones de Vega de repetir en el cargo se reducen drásticamente, evidenciando el aislamiento de los afines a Ortega Smith y la fuerza de los ultracatólicos.

La idea del partido era llegar a la asamblea con las direcciones provinciales ya renovadas, pero el adelanto de la cita ha complicado estos planes. En todo caso, que los cambios se adopten ya con la nueva dirección nacional donde previsiblemente habrá más peso del sector contrario a Vega no hace sino estrechar las opciones de la alicantina de ser reelegida.

Tracking Pixel Contents