El ayuntamiento repara el ascensor del CEIP Tomás de Villarroya

Los 40 alumnos en silla de ruedas del CEIP Tomás de Villarroya pueden utilizar, desde hoy, el ascensor de su centro con normalidad, tanto para acceder a las clases como para bajar al patio durante el recreo. El Ayuntamiento de València ha finalizado la reparación del elevador que, desde ayer a las ocho de la tarde, está en funcionamiento. En principio, se esperaba que la maquinaria estuviera reparada mañana jueves, pero fue ayer cuando se dio por terminado el proceso de reparación.

Fue el lunes cuando el consistorio recibió la pieza necesaria para reparar la incidencia, pero al ser festivo en la ciudad, no se comenzó a trabajar hasta el martes. La reparación se terminó ese mismo día, por lo que los plazos previstos se han recortado dos días frente a lo previsto.

La puesta en marcha del elevador pone final a una situación que se alarga desde hace dos años, como informó el Ampa del centro a Levante-EMV la semana pasada.Tras la denuncia, el consistorio adoptó una medida temporal enviando a un operario a las nueve de la mañana y otro a las 14 horas para que los menores pudieran acceder a las aulas del piso superior, aunque esta medida les impedía disfrutar del descanso en el recreo o desplazarse hasta el gimnasio del centro. El consistorio ya anunció que sería sólo temporalmente y que repararía el ascensor esta misma semana, como así ha sido. Antes de esta medida, los menores estuvieron durante unas cuantas semanas dando clase en el patio.

El ayuntamiento envía un operario al colegio donde decenas de niños en silla de ruedas dan clase en el patio para que accedan al aula

Una antigüedad de 30 años

El ascensor tiene una antigüedad de 30 años y, según los familiares, se estropea constantemente; por ejemplo, el año pasado ya falló tres veces. Esta situación podría no ser un problema urgente en cualquier otro centro, pero el CEIP Tomás de Villarroya es de "matriculación preferente" para el alumnado con discapacidad. Por eso, desde hace dos años, el Ampa viene denunciando esta situación y reclaman que se construya otro ascensor. Esgrime dos motivos: el primero, por si el antiguo falla, como ha venido pasado reiteradamente; el segundo, porque el elevador es "muy pequeño" y provoca que se produzcan largas colas para subir cada vez que los niños en silla de ruedas tienen que subir o bajar al piso superior.