Educación

Compromís denuncia la existencia de un "protocolo homófobo" para crear listas de alumnado LGTB en los colegios diocesanos de València

La formación apunta que estos centros tenían unas directrices para detectar alumnado homosexual y presuntamente derivarlo a las terapias de conversión

Hace unas semanas se destapó que una psicóloga que practicó pseudoterapias homófobas era la responsable de la educación sexual en los 60 centros

Fachada del centro Madre Josefa Campos de AlaquàS

Fachada del centro Madre Josefa Campos de AlaquàS / Germán Caballero

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

València

Los colegios diocesanos tienen, presuntamente, un "protocolo homófobo" para crear listas de alumnado LGTB y derivarlos a terapias de conversión sexual. Es lo que ha denunciado este viernes el diputado de Compromís y portavoz de igualdad LGTBI, Francesc Roig. "No son casos aislados, estamos delante de una trama", reivindica.

El protocolo, al que ha tenido acceso este diario, está basado en las teorías de las pseudoterapias de conversión y hace referencia a problemas de “maduración” en niños, niñas y jóvenes trans u homosexuales. También se utilizan conceptos muy extendidos entre los defensores de las pseudoterapias de conversión como por ejemplo “la atracción o proyección” hacia el mismo sexo o “deseo de cambio de sexo”, en lugar de homosexualidad o realidades trans.

El protocolo fue creado, entre otros, por la Asociación Católica de Maestros de la Provincia de Valencia, de la cual fue presidente durante 17 años F.M, acusado de practicar pseudoterapias de conversión en un centro de Alaquàs e investigado por la Fiscalía por un delito de odio.

El “Protocolo de acompañamiento para la maduración integral de la persona en su identidad sexual masculina y femenina” contempla la creación de equipos “de acompañamiento e intervención” en cada centro educativo, que tendrán que detectar casos y diseñar planes de intervención individualizados que pueden incluir la derivación hacia “especialistas externos” o “el apoyo espiritual de sacerdotes expertos en el tema”.

Hace unas semanas se destapó que la psicóloga L.I, acusada de realizar terapias de conversión sexual durante años, es la responsable de las charlas de educación sexual en estos 60 colegios concertados.

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"Maduración sexual"

De entre las acciones formativas a incorporar en los centros se señalan aquellas “relacionadas con varias problemáticas que se plantean en el crecimiento y maduración sexual del alumnado: la relación con la figura paterna y materna, la relación con los iguales, el abuso y la violencia en edades tempranas, etc”. Roig ha recordado que “las pseudoterapias de conversión basan su actuación en situar la causa de la homosexualidad en estas supuestas causas”.

Según el protocolo, es responsabilidad de toda la comunidad educativa informar a los responsables cuando se ven “indicios de que algún alumno no se identifica con su sexo”, así como “prestar especial atención a los comportamientos que requieran de acompañamiento en la maduración integral de la persona”. Como indicadores de eficacia del protocolo se especifica abiertamente “la aceptación del alumnado de su condición psicosexual masculina o femenina” o el conocimiento por parte del profesorado de las “necesidades y carencias de la persona y su posible relación con el desorden de identidad sexual”.

Para Roig, “estamos ante una auténtica policía homófoba y tránsfoba presente en colegios diocesanos, con el único objetivo de perseguir y adoctrinar a niños, niñas y jóvenes LGTBI. Creemos que este protocolo puede haber sido el instrumento para derivar alumnos hacia las pseudoterapias de conversión, utilizando el eufemismo de acompañamiento o intervención de especialistas externos. El marco teórico del que nace este protocolo es el de considerar que las personas LGTBI lo somos porque tenemos algún problema de maduración, y que es responsabilidad del centro actuar porque volvemos a responder al modelo de hombre o mujer cis heterosexual”.

Fachada del Centro de Orientación Familiar Mater Misericordiae en València, donde presuntamente se practicaron terapias de conversión.

Fachada del Centro de Orientación Familiar Mater Misericordiae en València, donde presuntamente se practicaron terapias de conversión. / Germán Caballero

La propia Fundación San Vicente Mártir avisa en los centros que las personas seleccionadas para formar parte de estos equipos tienen que tener una “sensibilidad hacia el tema con clara identidad católica incidiendo en qué “elegir a las personas adecuadas es crucial para este tema”.

Pseudoterapias

Según Roig, “esto demuestra que el objetivo no es hacer un acompañamiento pedagógico basado en la evidencia científica, sino al perseguir el alumnado LGTBI en base a las pseudoteorías que nos considera personas enfermas o con problemas de maduración”.

Pero no solo eso, el diputado de Compromís ha enfatizado que “el protocolo indica que hay que hacer listas de niños y niñas LGTBI y que las tienen que comunicar a la Fundación de colegios diocesanos”.

El protocolo choca en varios apartados con la normativa como por ejemplo la Ley Trans o Ley LGTBI valencianas. Así, se impide a las niñas y niños trans usar los lavabos y vestuarios, el uniforme o el nombre según su identidad de género y los obliga a usar aquel contemplado en la documentación del registro civil.

Roig ha destacado que han tenido conocimiento de la denuncia a través de la plataforma noestemmalaltes.com, creada para que las víctimas puedan denunciar su caso de manera anónima.

Las personas que deseen ofrecer testimonios, datos o cualquier información relacionada con este tema pueden escribir a este periódico dirigiéndose al siguiente correo electrónico: gsanchez@levante-emv.com

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