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Tribunales

Las ocho tramas de Grau en València

La magistrada y el Fiscal Anticorrupción del caso Azud recopilan los ocho negocios urbanísticos en los que el exvicealcalde se habría beneficiado del cobro de presuntas mordidas pagadas por empresarios

José María Corbín y Alfonso Grau, en 2011, tras declarar el exvicealcalde por el caso Nóos, en el que fue absuelto. | MANUEL MOLINES

José María Corbín y Alfonso Grau, en 2011, tras declarar el exvicealcalde por el caso Nóos, en el que fue absuelto. | MANUEL MOLINES

València

El exvicealcalde de València Alfonso Grau es el actor protagonista de las piezas separadas «2, 3, 4, 5 y 6» del caso Azud que aún permanecían secretas, junto a 23 folios distribuidos en seis tomos de los más de 100 que ha alcanzado la causa, desde que se inició en abril de 2017.

Unos tomos sobre los que se ha levantado el secreto del sumario esta semana. Y que han revelado las pesquisas para seguir el rastro del dinero que han realizado los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, la Fiscalía Anticorrupción y el Juzgado de Instrucción 13.

«La investigación ha podido constatar la participación del investigado Alfonso Grau en al menos 8 tramas de corrupción en base a operaciones urbanísticas» ca cambio del cobro de mordidas, asegura la magistrada instructora en los autos que iniciaban las comisiones rogatorias a EEUU, Suiza, Mónaco, Panamá y Luxemburgo. Ocho tramas de corrupción que Levante-EMV recopila tras levantarse el secreto del sumario.

La operación «colegios». Fue la iniciativa de cuatro empresas promotoras, comandadas por los empresarios Mónica Montoro, Jaime Febrer y Federico Ferrando, para asumir la deuda que el Ayuntamiento de València mantenía con diez congregaciones religiosas, a cambio de quedarse tres parcelas municipales, elegidas por los promotores con la presunta connivencia de funcionarios municipales y políticos. Una operación en la que el Ayuntamiento de València perdió 14 millones de euros.

El fallido hospital de la Universidad Católica. En esta otra trama se ha investigado a Febrer en connivencia con Alfonso Grau y José María Corbín en el presunto amaño del pliego para adjudicar un terreno a la Universidad Católica de València y construir un hospital, que fue un proyecto fallido.

El PAI del Grao. El empresario Jaime Febrer y su empresa Construcciones Valencia Constitución formaron parte de la millonaria compra de terrenos en el programa de actuación integrada (PAI) del Grao, donde después se construyó el circuito de Fórmula 1, y que la crisis dejó en el aire. Para ello se creó la empresa Acinelav (València al revés) el 21 de septiembre de 2006 constituida por Bankia y un grupo de promotoras valencianas, que adquirieron los terrenos por 348 millones de euros a CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos) el 28 de diciembre de 2008, lo que convirtió a Acinelav en propietaria del 32% de los terrenos del PAI del Grao.

El pelotazo «de libro» en el Cabanyal. Entre 2001 y 2002 Construcciones Valencia Constitución dio un pelotazo de libro a través de una permuta con el Ayuntamiento de València en la que parecía contar con información privilegiada. Febrer tuvo la virtud de comprar las dos parcelas de la calle Rosario del Cabanyal agraciadas después con la compra por el Ayuntamiento de València para ampliar el museo de la Semana Santa, impulsada por una moción de Alfonso Grau (que presuntamente habría facilitado información privilegiada al empresario a cambio del presunto pago de supuestas mordidas). Febrer aceptó vender mediante permuta: las parcelas de la calle Rosario, por las que Febrer pagó 243.650 euros y que después vendió por 763.186 euros por lo que ganó 373.465 euros, a cambio de un solar de la calle Andreu Alabarta, según la documentación que consta en el sumario.

El negocio de la VPO. En el año 2004 una empresa participada por Febrer junto a los Ferrando y Montoro, Desarrollos Urbanísticos de Nuevos Espacios (Dune) SL, también protagonizó una curiosa permuta con el Ayuntamiento de València por la que el consistorio entregó a esta empresa solares municipales, sin que mediara concurso público, a cambio de viviendas de protección oficial. También se adjudicaron por concurso parcelas para construir VPO en el PAI Moreres y en el PAI de Patraix (adjudicadas a la empresa Actuaciones Urbanísticas al Mar SL) y en el PAI de Quatre Carreres que ganó la mercantil de Febrer Costa Azahar Programas Inmobiliarios.

Una empresa mixta con Aumsa. Febrer quiso crear una empresa mixta para construir vivienda de protección oficial (VPO), siguiendo la estela de la docena de mercantiles similares que a partir de 2004 impulsó el entonces conseller de Territorio Rafael Blasco para favorecer la edificación de vivienda barata, pero que fueron un absoluto fracaso. Febrer crea la mercantil Nou Biourbanisme SL, participada por grandes promotoras valencianas: Gesfesa Valencia SL (familia Ferrando), Inmobiliaria Guadalmedina SA (del grupo Ballester) y Planea Gestión de Suelo SL (de Vicente Jesús Fons Garrión), a las que se sumarán en 2007 el Banco de Valencia SA y UFC SA. El cuñado de Rita Barberá cobró por sus «gestiones»· 3.000 euros al mes del 27 de marzo de 2007 hasta al 17 de septiembre de 2008.

El negocio de los geriátricos. El promotor Jaime Febrer se asoció con la empresa Gesmed y, tras recurrir a las gestiones de José María Corbín, la UTE logró en 2009 el lote de atención a domicilio que quería, con un contrato por dos años y 1,5 millones con el Ayuntamiento de València. El 1 de abril de 2009 Febrer se salió de la UTE cediendo a Gesmed el 30 % adquirido exactamente un año antes.

Los inmuebles adquiridos por Alfonso Grau. El exvicealcalde de València Alfonso Grau adquirió cuatro propiedades inmobiliarias presuntamente pagadas por Febrer. El piso en Porta de la Mar de València, domicilio familiar de Grau –donde ha sido detenido por el caso Azud, en 2021, y por Clepsidra, en 2016–, un local comercial en la Gran Vía Fernando el Católico y un bajo y un garaje en la avenida de las Jacarandas de Burjassot. Las propiedades inmobiliarias supusieron el desembolso, con artificios de ingeniería financiera, de casi 1,5 millones de euros.

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