Oposiciones Sanidad
Más de 53.000 sanitarios acumulan 4 años a la espera de su plaza definitiva
Son 21.711 plazas de varias oposiciones y procesos de estabilización abiertos y 33.000 del concurso de traslados
Sanidad busca acabar con la «incertidumbre» que el Botànic «inició y dejó sin resolver»

Rebeca, Begoña y Marina, tres de las afectadas, posan de espaldas frente al hospital Doctor Peset de València. / Francisco Calabuig

Desilusión. Cansancio. Hastío. Enfado. Así se sienten Lucía, Marina, Rebeca, María y Begoña; nombres ficticios para preservar su identidad. Las dos primeras son auxiliares administrativos en el ámbito sanitario; el resto ejercen de enfermera, trabajadora social y técnica en cuidados auxiliares de Enfermería (TCAE), respectivamente. Sus profesiones son distintas, pero las une la incertidumbre, la espera y la desesperación de unas oposiciones sin resolver en la sanidad valenciana. Ellas son solo cinco, pero hablan en representación de casi 53.000 personas en su misma situación, según las estimaciones de la Conselleria de Sanidad. El departamento tiene abiertas varias convocatorias de empleo público para adjudicar 21.711 plazas en 110 categorías profesionales diferentes; 12.057 de la OPE de los años 2017, 2018 y estabilización de 2019; y 9.654 de la OPE y estabilización de 2020, 2021.
Algunas de estas se convocaron a finales de 2020, por lo que los candidatos llevan cuatro años inmersos en el proceso. Y lo peor de todo es que "no sabemos cuándo acabará porque no hay plazos estipulados, ni conselleria nos informa sobre estos", lamenta Marina a Levante-EMV. En principio, debería ser antes del 31 de diciembre para ajustarse a lo establecido en la ley de estabilización del personal impuesta desde la Unión Europea; pero la lentitud en las distintas fases burocráticas hace difícil pensar en resolverlo antes de esa fecha. Antes, Sanidad debe resolver el concurso de traslados abierto que, según Sanidad, De las de la OPE 17-19, la mayoría de listados definitivos se han ido publicando a lo largo de este año, pero falta realizar las modificaciones después de los recursos presentados. De realizarse los nombramientos, tienen miedo, como relata Begoña, al rumor de una "incorporación en diferido a lo largo de 2025 porque significa que podemos estar un año más aún esperando". Son rumores que cuentan a este periódico, ante la "falta de información oficial".
En la mayoría de procesos posteriores, solo se cuenta con los listados provisionales; en una quincena, ni eso. "Faltan recursos porque el tribunal no deja su puesto para dedicarse a valorar como sí ocurre en educación", asegura la auxiliar administrativa. Son solo cinco, tanto si los aspirantes son un centenar como para la categoría de Trabajo Social o decenas de miles como en Enfermería.
Plataforma ciudadana
Ante esta situación, casi 700 personas afectadas han conformado la plataforma "Sanitarios sin su plaza", un movimiento social "sin ningún sentir político" que se congrega en Telegram. En sus tres semanas de existencias, se han dirigido a la conselleria para tratar de obtener información sobre plazos, pero no han obtenido respuesta. "Nos menospreciaron alegando que su interlocutor son los sindicatos", cuenta Marina. Sí que se han reunido con los grupos de la oposición en las Corts Valencianes -PSPV, Compromís y Vox-; están a la espera de un encuentro con el Partido Popular. Además, están analizando acciones de reivindicación para el futuro.
Según fuentes del departamento de Marciano Gómez, estas más de 50.000 personas tendrán "respuesta a la incertidumbre en la que han vivido los últimos años" en un proceso iniciado y "sin resolver", recuerdan, por el gobierno del Botànic. No especifican plazos definitivos, pero aseguran estar «trabajando para que la resolución esté el 31 de diciembre».
Cambios en el proceso
La resolución les puede hacer moverse de centro o servicio. "Cuando cambias de trabajo, siempre hay dos o tres meses de adaptación", admite la enfermera. La modificación puede no ser solo de centro o funciones, sino también de horarios. "Ahora trabajo a turnos, pero podría tocarme uno fijo de lunes a viernes", admite Rebeca. Supondrá un reto para ellas, pero también para el sistema sanitario. Las cinco temen perjuicios en la atención de los pacientes si las modificaciones de personal en las casi 32.000 plazas, entre oposiciones y concursos de traslados, se producen en un corto espacio de tiempo.
¿Cuál es su opinión sobre el proceso de oposición? Negativa, por supuesto. Se comparan con educación; un ámbito con cierta periodicidad en las convocatorias o fechas de examen y un tribunal dedicado exclusivamente a ello durante un mes y con solo unas 40 personas para evaluar. "La primera odisea fue saber la fecha de examen -, reconoce Marina-. Pasó un año y medio desde la inscripción". Y Rebeca apunta: "Al final, te desmotiva porque nosotros cumplimos, asumimos una altar carga de trabajo y, encima, esta incertidumbre".

Oposiciones de la Conselleria de Sanidad en València / Eduardo Ripoll
"Están paralizando la vida de las personas"
A lo largo de la conversación, comparten cómo es vivir en un limbo indefinido. "El problema es que llevamos años, no son días ni meses -, argumenta María-. Al final, deben ser conscientes de que están paralizando la vida de las personas". Es la única trabajando en el sector privado y, desde la convocatoria de su oposición, ha pasado por dos trabajos e, incluso, el paro. Hastiada de esperar, ha acabado comprando una casa en València, aun sin saber dónde estará su plaza; sabe, al menos, que la ha conseguido. "Al final, te desilusionas -, expresa Begoña-. Yo me presenté para tener una certeza en mi vida y, tres años después, sigo con la misma inestabilidad que tenía entonces".
Varias de ellas son madres. Lucía, por ejemplo, cumple 25 años trabajando en la sanidad pública y se ha presentado a diferentes procesos y, ahora, cuando por fin ha conseguido plaza, casi "ni lo he celebrado porque no sé cuándo la ocuparé". Tras el nombramiento, pueden verse forzadas a trasladarse a otro punto de la Comunitat Valenciana. Marina está dispuesta a mudarse con sus dos hijos, pero "quiero saberlo". Y pone un ejemplo: "El dentista me dio cita para mi hijo en enero y no sé si viviré aquí o no". E incluso, la parálisis administrativa les impide viajar tranquilas por el miedo "a ser convocadas para presentar documentación" porque los "plazos son muy cortos". La que habla es María, de origen boliviano, quien ha cancelado viajes para visitar a su familia.
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