Militares, policías y maquinaria pesada sitian Paiporta

Paiporta amaneció ayer partida en dos mitades. La periferia siguió atestada de voluntarios procedentes de un sinfín de sitios, pero el centro empezó a despejarse para el tránsito de la maquinaria pesada. Además, el municipio más golpeado por la DANA concentra buena parte de los efectivos desplazados desde otras regiones.  

Uno de los accesos al centro está cortado por la Policía Foral de Navarra, que ha desplazado a 25 agentes a València. La jornada del sábado la coordinó la UME y ordenó cortar el paso de los voluntarios al interior del municipio. Lo hacen por seguridad para las personas y para favorecer la efectividad de camiones y excavadoras, que no pueden estar mirando cada segundo por el espejo retrovisor. 

«Esto genera muchos conflictos», cuenta un agente. «Para nosotros es muy difícil hacer este trabajo porque la gente viene con muy buenas intenciones y no podemos dejarles pasar. Lo que sí hacemos si viene alguien a ayudar en casa de un vecino concreto, es pedir a ese vecino que se acerque y nos enseñe algún documento de Paiporta». 

Un trabajo similar realiza la brigada Extremadura XI, con funciones de limpieza y control del tránsito. Es la labor prioritaria de buena parte de los 7.500 militares movilizados en la provincia. Entran en casas y locales allí donde se les da acceso –sin permiso no entran– y sacan lodo o mobiliario destruido. También impiden el paso en las calles que siguen devastadas para que entre la maquinaria. 

«En una noche las máquinas pueden liberar la calle entera», explica el militar. «En Badajoz tuvimos la riada de Cerro de Reyes, pero nada que ver. Esto es una locura. Mucho más impresionante que lo que ves en la televisión o las redes sociales», confiesa el joven soldado extremeño. En las calles de los municipios golpeados por la catástrofe se ven uniformes y banderas de todas las comunidades autónomas. Hay tractores y grúas privadas, gente que ha dejado de producir en sus tierras para arrastrar los coches aún apilados y liberar el tránsito.  

También hay bomberos engarzados en un dispositivo que aún trabaja defectuosamente. «La coordinación es caótica», cuenta Pablo Calvo, jefe del equipo de Bomberos de Cantabria, con una docena de efectivos que durante días han achicado el agua de los garajes y ahora, cuando solo queda lodo y obra civil dentro de las cocheras, tienen que improvisar la faena. 

«Hemos bajado al barranco para revisar los coches, despejarlos y buscar cuerpos. También estamos ayudando a las empresas de desatascos para darles agua y limpiar las arquetas. El alcantarillado de Paiporta no funciona, está anegado», cuenta el bombero. «Podríamos ponernos a limpiar las calles, no se nos caen los anillos, pero hemos recorrido mil kilómetros con bombas de gran caudal y equipos de respiración autónoma para hacer algo más que barrer». 

Mecanismo de Protección Civil

La directora general de Prevención de Incendios, Rosa Tourís, informó ayer de la última hora sobre los trabajos que se están efectuando a pie de terreno, tras la celebración de la última reunión del Cecopi, en la que participó el president de la Generalitat Carlos Mazón y el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.

La portavoz explicó que la Generalitat, con sus distintos departamentos y el Gobierno de España, a través de la Dirección General de Protección Civil han creado un grupo de trabajo «para coordinar el funcionamiento del Mecanismo Europeo de Protección Civil. Este grupo de trabajo coordinará las distintas necesidades que vaya planteando la dirección operativa y activará a los medios necesarios de los distintos países que forman parte de este mecanismo».

El Cecopi solicitó al Centro Nacional de Emergencias (CENEM) la activación el Mecanismo Europeo de Protección Civil para incorporar equipos de bombeo de alta capacidad y expertos de Asistencia Técnica y Apoyo en las tareas de emergencia de la DANA.