DANA en Valencia

Colegios de acogida tras el dolor de la DANA: "Algunos niños se meten bajo la mesa a llorar"

La mayoría de niños y niñas de la zona cero que han podido volver a clase han tenido que ser acogidos en centros de localidades cercanas

Unos 47 colegios, todos de zonas no afectadas directamente, reabren hoy tras la riada que asoló la provincia

Militares limpiando en un colegio de Catarroja.

Militares limpiando en un colegio de Catarroja. / Eduardo Ripoll

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

València

"A la hora del comedor se mete bajo la mesa y llora. Dice que hay un niño que se parece a un amigo suyo desaparecido. Durante las clases están bien, pero en el patio o el comedor se derrumban". Maria Dolores es directora del CEIP Sector Aéreo de València, y tiene a varios niños de Paiporta acogidos en sus aulas. Escolares de 3 a 9 años que necesitan mucha, mucha atención psicológica por el dolor de la DANA. "El resto de niños les preguntan, y en el patio se nos rompen", relata.

El dolor de la DANA aún está en la mente de los niños de la zona cero. Muchos de ellos han podido volver estos días a evadirse de su entorno gracias a las aulas... de otras localidades. Este lunes 22.000 estudiantes volvieron a las aulas en la C.Valenciana, pero ninguno lo hizo a las clases afectadas por la ola de barro.

La gran mayoría de los 47 colegios que reabrieron sus puertas ayer fueron los de localidades aledañas, no tan afectadas por la inundación. Las infraestructuras del epicentro de la catástrofe están hechas polvo, y tendrán que hundirse o reconstruirse durante muchos meses. Conselleria ha dicho que los estudiantes se irán incorporando mientras buscan alternativas (por ejemplo, el IES Alameda de Utiel pasa a las aulas de la Escuela de Idiomas). Mientras tanto, los niños y niñas que estén viviendo en casas de familiares en otras localidades pueden dar clase en colegios de acogida.

Aula de un colegio de Catarroja arrasada por la DANA.

Aula de un colegio de Catarroja arrasada por la DANA. / Eduardo Ripoll

Evadirse de la tragedia

Es el caso de las hijas de Gloria, de 8 y 9 años, de Paiporta, que están viviendo con un familiar en Llíria. Esta mujer tomó la decisión para que las niñas se evadieran y por la peligrosidad de las calles de la localidad. "Las dos están muy afectadas psicológicamente, tienen crisis de asiedad, tristeza, falta de apetito, incertidumbre... Ahora están en un entorno seguro pero siguen haciéndose preguntas y tienen momentos de mucha tristeza cuando no están distraídas", cuenta.

Explica que viven cerca del barranco en un pimer piso, con lo cual vieron la riada en primera fila. "Vimos incluso cuerpos a los que se llevaba el agua y tuvimos que acoger unos días a los vecinos del bajo. Eso obviamente les afectó", cuenta.

A eso hay que añadir que, para sacarlas de ahí, tuvieron que llevarlas hasta Valencia andando. "Lo vieron absolutamente todo y yo creo que se les quedó grabado, pero no había ninguna otra forma de que mi hermana las recogiera. Vieron cosas que no deberían ver unas niñas tan pequeñas", cuenta Gloria.

Algemesí. Dana inundaciones, Colegio Verge del Pilar

Algemesí. Dana inundaciones, Colegio Verge del Pilar / Perales Iborra

"La mayoría de niños de Paiporta no han vuelto al cole y llevan semanas encerrados en casas porque las calles son peligrosas. Si tienes la suerte de tener un familiar fuera con el que puedes irte a vivir, te acogen en un centro. Si no nada", cuenta Gloria.

Falta de información

La directora del CEIP Sector Aéreo explica que muchos colegios de la zona sur de València están ejerciendo como "centros de acogida" para los niños afectados por la DANA, pero que aún hay muchas familias que no saben que tienen esa posibilidad porque no les ha llegado la información. Como mínimo, estos centros harán las veces de refugio para los niños de la zona cero hasta el próximo 22 de noviembre.

"Intentamos que se adapten al nivel, y durante la clase la verdad es que muy bien con todos. El problema llega en el patio, porque muchos niños les preguntan o se quedan solos con sus pensamientos y ahí empiezan a llorar. Estamos hablando de niños de 7-8 años", cuenta la directora. "Hay una niña que ni siquiera habla, dice que ha visto a un vecino suyo ahogarse".

Por suerte, explica que cuentan con psicólogas voluntarias de Save The Children que están presentes en el centro y hacen sesiones gratis por las tardes, lo cual ayuda mucho a estos niños a aprender a lidiar con ese dolor de la pérdida.

Un colegio de Catarroja arrasado por la DANA.

Un colegio de Catarroja arrasado por la DANA. / Eduardo Ripoll

"Nosotros no estamos preparados para lidiar con esto, tenemos mucha suerte de la ayuda que recibimos, pero hay muchos centros que no la tienen y los niños están solos", cuenta la directora. Pese a todo, la docente explica que la vuelta a las clases es una medida muy importante para que los menores se recuperen del trauma de la DANA; "les hacía falta evadirse y volver a algo parecido a una normalidad, aunque sea todo nuevo".

Incertidumbre

Conselleria publicó hace unos días una guía con algunos consejos para que los docentes pudieran hacer el "acompañamiento emocional" de los estudiantes afectados por la riada. Sin embargo, los directores vislumbran que va a ser muy necesaria la intervención psicológica profesional para los niños y niñas de la zona cero.

La hija de Gloria, de Sedaví, sigue sin ir a clase pero se espera que entre pronto. El IES de la localidad sigue siendo un centro de operaciones contra la DANA. Alberga enfermería y las donaciones de los voluntarios. Los únicos que están dando clase son los estudiantes de segundo de Bachillerato como una "prueba piloto" y por la premura de tener que preparar la selectividad.

Se espera que a lo largo de la semana, y conforme vayan trasladando enfermería y víveres, el resto de estudiantes vayan entrando. Eso sí, tendrán que pasar por una primera planta completamente destrozada y que les recordará cada día la tragedia que sucedió hace unas semanas.

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