Cartografía de una riada (1)
Cartografía de una riada (1): Dieciocho kilómetros de tragedia continua en l’Horta
El desbordamiento del barranco del Poyo inundó casi 26.000 hectáreas del área metropolitana de València, gran parte de ella ocupada por viviendas y empresas

Un grupo de personas atraviesa las vías del tren destruidas por la inundación en Paiporta. / JM López

El martes 29 de octubre apenas llovió en l’Horta Sud. En Paiporta, por ejemplo, los pluviómetros registraron durante aquella jornada 10 litros por metro cuadrado frente a los 490 que se acumularon en Chiva. Aun así, y tal como demuestra la cartografía que la Universitat de València ha elaborado para reflejar de forma precisa los efectos de la dana, prácticamente la totalidad del término municipal quedó inundado como si sobre él hubiera vuelto a suceder el Diluvio.
No hubo planta baja, garaje, parque infantil, puente o edificio municipal que se librase del desastre. «No he visto nunca nada igual», declaraba la alcaldesa Maribel Albalat a Levante-EMV poco antes de las 19.00 horas. Por entonces el consistorio había pedido a sus vecinos que no saliesen de sus casas porque el barranco del Poyo que parte en dos el casco urbano ya se había desbordado.
El aviso no pudo impedir que fuesen arrastrados por el agua y el fango decenas de vecinos. De momento allí han sido localizados 45 de los 170 fallecidos encontrados hasta ahora en diversos municipios de la comarca y en las pedanías de València . En Paiporta apenas llovió pero el pueblo recibió a través del Poyo y sus afluentes entre 490 y más de 630 litros por metro cuadrado, según varias mediciones. Ese día la rambla llegó a alcanzar los 2.228,9 metros cúbicos por segundo, cuatro veces el caudal del Ebro.
Una urbe continua e inundada
El resultado del paso de esa dana que llevaba varios días anunciada por Aemet fue catastrófico no solo en Paiporta sino en la mayoría de municipios de la comarca y las pedanías del sur de València que tienen como una especie de columna vertebral el antiguo Camí Real de Madrid, un territorio atravesado por barrancos y ramblas -Poyo, Gallego, Cavalls, Horteta...-, que vierten en l’Albufera. Cerca de 18 kilómetros cuadrados de tejido urbano continuo anegados por millones de litros de agua y toneladas de barro, vegetación y materiales de la más diversa procedencia.
Gran parte de los estragos provocados por la dana se han concentrado en el sur del área metropolitana de València -desde Beniparrell hacia el norte hasta llegar al nuevo cauce del Túria, y con la pista de Silla como límite-, con una decena de cascos urbanos parcial o totalmente destruidos en los que habitan más de 170.000 personas. Se calcula que alrededor de 4.000 edificios han resultado afectados. Según la investigación de la UV, el área inundada tras la dana suma entre l’Horta y València 25.885 hectáreas.

municipios afectados por la dana entre València y l’horta Superficie inundada y porcentaje de suelo afectado / L-EMV
Casas, comercios y empresas
La avalancha de agua llegó desde l’Hoya de Buñol a l’Horta durante la tarde del martes de forma extensiva, «a manta», sin apenas dar tiempo a que los primeros municipios avisasen al resto. Los datos obtenidos por el equipo que dirige la profesora Carmen Zornoza muestran que aquella tarde y noche siete municipios -Alfafar, Benetússer, Llocnou de la Corona, Sedaví, Massanassa, Beniparrell y Paiporta-, además de la pedanía valenciana de La Torre registraron inundaciones en entre el 99 y el 100 % de su término. Espacios que, como se puede comprobar en la cartografía, están en su mayoría urbanizados y ocupados por áreas residenciales, parques comerciales y polígonos industriales.
En esta «zona cero» (así la bautizó la Cámara de Valencia en un informe) de la catástrofe también se incluye Catarroja, en la que el área inundada del término municipal es del 77 % aunque el desbordamiento del barranco impactó de lleno en todo su casco urbano y en el área de pequeñas y medianas empresas situada entre el pueblo y la CV-30, la conocida como pista de Silla. Solo se salvaron de las avenidas de agua algunas parcelas agrícolas al oeste de la localidad.
También Picanya está entre los pueblos más afectados con un 78 % del término inundado. Y lo mismo ocurre con Albal, donde el 29 de octubre la inundación provocada por la dana afectó al 45,33 % de su territorio, pero con especial afectación al casco urbano y el polígono, donde los daños han sido cuantiosos.
En cuanto a Aldaia, con más de la mitad de su territorio inundado, el mapa nos muestra como el agua y el fango provenientes del barranco que atraviesa el término anegó una parte del casco urbano y del polígono y área comercial de Bonaire junto a la A-3, donde cientos de personas quedaron atrapadas durante la madrugada de la «riuà». La también conocida como «autovía del Este» no es la única infraestructura viaria importante del área metropolitana de València impactada por la dana. La V-30 y la V-31, la CV-33 y las principales líneas ferroviarias autonómicas y estatales pasan por la comarca.

Mapa de la dana. Área de València y l'Horta / L-EMV
Grados de afectación
La cartografía de la UV muestra el área inundada por la dana en toda la provincia de Valencia, pero no el grado de afectación de la inundación. El mapa incluye el 97% del término de Beniparrell, aunque allí la fuerza destructiva del agua fue menor que en los municipios vecinos. En Xirivella y Quart de Poblet la inundación también afectó a más del 70 % de su territorio, incluidas partes de sus cascos urbanos y polígonos, y en otro municipio de la zona, Alaquàs, el área inundada supuso el 12,5 % del término.
En el caso de Silla el desbordamiento de los barrancos ha afectado mayormente a sus terrenos de cultivo más cercanos al lago de l’Albufera. El estudio topográfico de la UV recoge que casi 162 kilómetros cuadrados de arrozales entre l’Horta Sud y la Ribera quedaron inundados tras la dana.
El caso de Torrent es particular porque, según la cartografía, la zona afectada por la dana apenas representa el 7,5 % del término, pero el desbordamiento de lo que allí se conoce como el Barranc de l’Horteta (que pasa a ser de Torrent cuando llega a Picanya) fue letal para el barrio de Xenillet -donde decenas de viviendas quedaron inundadas- o en el Mas de Jutge, donde el agua arrastró a los niños Rubén e Izan, que fueron hallados diez días después en Catarroja. No hubo lindes para la tragedia.
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