Cartografía de la riada (2)

Cartografía de la riada (2): Magre, el río que llevó la devastación a la Ribera

Aunque las intensas lluvias causaron los primeros daños, fue el desbordamiento del afluente del Xúquer lo que desencadenó la destrucción en la comarca

Un grupo de vevcinos se prepara para limpiar las calles embarradas en Algemesí tras la dana del 29 de octubre.

Un grupo de vevcinos se prepara para limpiar las calles embarradas en Algemesí tras la dana del 29 de octubre. / Perales Iborra

Voro Contreras

Voro Contreras

València

El río Magre recorre una distancia de 126 kilómetros entre la sierra de Mira -a medio camino de las provincias de Valencia y Cuenca- hasta que se une al Xúquer a la altura de Algemesí. En esta localidad de la Ribera Alta lo que suele ser un cauce seco o, como mucho, un pequeño riachuelo de caudal testimonial se convirtió el 29 de octubre en un torrente que fue creciendo de tamaño hasta inundar primero el barrio del Raval y después todo el casco urbano y el polígono industrial.

 «Seguimos pendientes del cielo, aquí no ha llovido tanto como en otros lugares, hemos sido una isla, pero el río va muy lleno y si se producen nuevas precipitaciones podría desbordarse», contaba a las 13.30 horas el alcalde José Javier Sanchis. Y sí, finalmente el Magre se desbordó provocando a su paso destrucción y, al menos, cuatro fallecidos. 

Tal como refleja la cartografía diseñada por el departamento de Geografía de la Universitat de València para mostrar los efectos de la dana, el desbordamiento del Magre inundó antes de unirse al Xúquer el 80 por ciento del término de Algemesí. Y no fue la única población que, con mayor o menor gravedad, quedó anegada el 29 de octubre. En l’Alcudia, también recorrida por el Magre, prácticamente ninguna vivienda se libró del agua y el fango. Allí han sido localizados dos de los nueve fallecidos identificados en la comarca tras el temporal. 

También quedaron inundadas cientos de hectáreas de suelo agrícola y urbano en Guadassuar. Alginet, Catadau, Rafelguaraf, Alberic, Alfarb, Benifaió, Carcaixent, Carlet, Castelló, Cullera, Llombai, la Pobla Llarga, Tous… Todos estos municipios han sido considerados por la Cámara de Comercio de Valencia como «afectados» o «muy afectados» por la dana. También Alzira, Benimodo, Benimuslem, Fortaleny, Gavarda, Manuel, Massalavés, Montroi, Montserrat, Real, Sollana o Sueca han sufrido daños, aunque de menor intensidad.

La investigación de la UV refleja que pocos municipios se libraron en mayor o menor grado del efecto de las intensas lluvias caídas durante ese martes y la jornada anterior, con precipitaciones de entre 100 y 250 litros por metro cuadrado a lo largo y ancho de las dos «riberes» del Xúquer.

Entre las localidades aparentemente menos afectadas está Turís, donde las inundaciones solo llegaron al 1,95 % de su término. Pero, curiosamente, fue en esta localidad donde la tragedia que venía gestándose Magro arriba -con desbordamiento incluido en Utiel- alcanzó ya por la mañana una nueva dimensión.

Municipios afectados por la Dana en la Ribera alta y baixa Superficie inundada y porcentaje de suelo afectado

Municipios afectados por la Dana en la Ribera alta y baixa Superficie inundada y porcentaje de suelo afectado / L-EMV

Mirando a Forata

La dana dejó a su paso por Turís una precipitación acumulada de 771,8 litros por metro cuadrado en 24 horas, superando en casi doscientos los 445,4 litros que se registraron ese día Chiva, donde se originó la parte de la riada que afectó al área metropolitana de València a través del barranco del Poyo. El 29 de octubre Turís alcanzó un récord histórico en España al registrar 184,6 litros por metro cuadrado en solo una hora. 

La crecida del caudal del Magre por estas lluvias se notó ya durante la mañana, aunque lo que realmente anegó las primeras viviendas y arrastró los primeros vehículos durante la mañana del martes en Llombai, Catadau o Alfarb no fue el desbordamiento del río sino los más de 200 litros por metro cuadrado que recogieron durante esa jornada los pluviómetros, acompañados además por varios tornados. 

Pero lo peor para la Ribera estaba aún por llegar y se estaba gestando fuera de la comarca. En el término de Yátova se encuentra el embalse de Forata, con una capacidad de 37 hectómetros cúbicos (unos 37.000 millones de litros de agua) y que hasta el día de la dana estaba al 14,16 % de su capacidad. A las 14.55 horas ya había crecido a 10,11 hm³; a las 17.00 horas ya había alcanzado los 24,90 hectómetros cúbicos y una hora después, los 30,74. 

En ese momento, la gran preocupación en el Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) era la «estabilidad» de la presa, que a las 19.00 horas alcanzó al 100 % de su capacidad. Pero no llegó a desbordarse porque desde las 16.00 horas la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) estuvo liberando agua de forma controlada a razón de hasta 900 metros cúbicos por segundo, lo que alimentó el caudal del Magro pero evitó una tragedia todavía más importante.

No hubo rotura de la presa, no hubo «pantanada» como la de octubre de 1982 de tan ingrato recuerdo en la Ribera, pero no se pudo evitar que la crecida del Magre provocase su propia «riuà» que, según la investigación de la Universitat de València, ha inundado más de 36.000 hectáreas de suelo residencial, industrial, agrícola y forestal en el país del Xúquer. 

El mapa de la dana: área inundada en la Ribera.

El mapa de la dana: área inundada en la Ribera. / L-EMV

Daños a la agricultura

La cartografía de la UV muestra cómo el área urbana afectada por la dana es mucho más reducida que la inundada por el desbordamiento del barranco del Poyo y sus afluentes en la zona de l’Horta. Claro, tampoco la Ribera cuenta con un tejido urbano continuo de las dimensiones que el que forman el sur València y los municipios de su área metropolitana. Además, la mayor parte de los núcleos más habitados de la comarca -Alzira, Cullera, Carcaixent, Sueca...- no han sufrido en esta riada histórica daños de consideración. Pero el tamaño del suelo afectado en es muy similar al que suman las pedanías de València y las localidades de l’Horta Sud. 

En Sueca, por ejemplo, el 78 % del término municipal ha sido incluido por la UV en la zona inundada, pero la mayor parte de esta inundación afecta al Parc Natural de l’Albufera y sus campos de arroz. Los cultivos -y con ellos, los agricultores cuya economía depende de ellos-, son también víctimas notables de la riada. 

Según la investigación de la UV dirigida por la profesora Carmen Zornoza, la dana provocó inundaciones en 475 kilómetros cuadrados de suelo agrícola, de los que cerca de 400 corresponden arrozales y frutales tan frecuentes en esta comarca. n 

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