Laura Gascón: "La normalidad en Valencia tardará mucho en llegar"

La directora territorioal de Hidraqua relata los trabajos realizados en la zona de la catástrofe de la dana y reclama que la inversión llegue cuanto antes

Laura Gascón, de Hidraqua, en su intervención en el Foro de Municipalismo. | RAFA ARJONES

Laura Gascón, de Hidraqua, en su intervención en el Foro de Municipalismo. | RAFA ARJONES

A. Vicente

¿Cómo afronta una empresa de gestión del ciclo del agua una catástrofe como la dana vivida en Valencia? Laura Gascón, directora territorial de Hidraqua, narró en primera persona en el Foro de Municipalismo de INFORMACIÓN el trabajo que se ha hecho durante y aún se está realizando en los municipios afectados. La responsable de la mercantil asegura que «queda mucho por hacer» para volver a la normalidad. Una normalidad que «va a tardar mucho en llegar y para lo que se necesita mucha inversión».

Tras el paso de la dana, gran parte de las infraestructuras de gestión del agua, como las tuberías de agua potable o alcantarillado, han quedado muy afectadas en la mayoría de las localidades de la zona. «Cuanto antes llegue la inversión, antes podremos acometer esas obras necesarias» que «no solo van a permitir reponer los servicios, sino también proteger a la ciudadanía», indicó Gascón. Cómo se repondrán todos estos servicios y los ciudadanos podrán volver a vivir como antes pasa por trabajar aún sobre el terreno.

La responsable de la mercantil afirmó que ahora mismo, desde Hidraqua, «estamos volcados en atender las urgencias que no han cesado» pero también en el «trabajo que queda por hacer porque no ha finalizado». Mientras, «compaginamos con el diseño, estudio y planeamiento de todas las obras que son necesarias para intentar acercarnos» a esa normalidad que tanto desean los vecinos.

Gascón hizo ayer un relato de los hechos desde el 29 de octubre hasta ahora y las labores que se han realizado desde Hidraqua en los municipios de la provincia de Valencia. Esta mercantil gestiona el servicio en el 40 % de las localidades que se encuentran en la llamada «zona cero». La «experiencia nos ha permitido darnos cuenta a lo largo de los años que no solo una excelencia en operaciones y prestación del servicio es suficiente. Sí es importante, pero hay que llegar con dos pilares más: sostenibilidad e innovación».

Para ello, se ha creado «una red de centros tecnológicos que versan especialmente en la temática del agua». El primero se creó en Benidorm en 2017, Dinapsis, el primer centro tecnológico de digitalización del sector del agua. En estos momentos existen 11 centros en territorio nacional y tres más en proyecto. Gascón puso a estos centros como «caso de éxito» de la colaboración público-privada. Como también es un «caso de éxito de esta colaboración las experiencias que hemos tenido recientemente estando al lado de ayuntamientos» en Valencia. La responsable de Hidraqua quiso narrar los hechos con su experiencia más personal al tener que trabajar en muchos municipios afectados por la dana; es decir, cómo se ha abordado la situación de gestión del agua tras las inundaciones y la tragedia vivida. «Cuando llega un día como el 29 de octubre te empiezan a llegar imágenes y mensajes a los que estábamos fuera de la zona afectada y la primera reacción es de incredulidad», explicó la responsable de la mercantil.

Gascón reconoce que la «primera reacción es humana, de preocupación». Hidraqua no tuvo que lamentar daños personales ni pérdidas en su plantilla. El siguiente paso, tras «sosegarse un poco la situación», es «entrar en el modo profesional, operacional. Hay que reponer los servicios en estos municipios que se han quedado sin agua».

Hidraqua activó «nuestros planes de emergencia» donde se incluye el «centro de resiliencia operativa donde acopiamos material». Gascón explicó que todas las «situaciones son diversas y ninguna fácil. En algunos casos con una toma de emergencia puedes conseguir hace entrar agua en la red con cierta carencia de presión pero puede ir llegando el agua a los vecinos afectados». Pero otras son más complejas como la que se encontraron en dos puntos clave: el río Magro y el barranco del Poyo.

En el primer caso «la tubería de agua potable que había desaparecido». Lo mismo en el segundo caso. Para afrontar la renovación de todo, «no lo conseguimos solos», sino de la mano de los ayuntamientos: «Desde el primer día estuvimos a su lado no solo para prestar al servicio, que era nuestra obligación, sino para prestarles ayuda en todo lo que hayan podido necesitar» como la extracción de lodos de garaje o barrer las calles.

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