Un mes de la dana

“Encontramos a mi padre muerto a los diez días de la dana”

Felipe García despareció en Catarroja y lo encontraron sus hijos con sus propios medios diez días después de la tragedia

Meri sostiene su móvil con la imagen de su padre, Felipe García.

Meri sostiene su móvil con la imagen de su padre, Felipe García. / Levante-EMV

Sara García

Sara García

A un més de la dana me reúno con Meri García Villanueva. Ella es de Catarroja, pero nos vemos en València porque ha conseguido plaza en un colegio de la capital para su hijo de tres años, y nos tomamos un café antes de que salga. “Cuando sale nos quedamos en el parque hasta que se hace más tarde, y volvemos de noche para que no vea el caos que tenemos en frente de casa”, relata.

Meri intenta seguir con su vida, por su hijo, pero también por su padre, al que tuvo que buscar con sus propios medios porque no aparecía tras la riada del 29 de octubre. “Encontramos a mi padre muerto diez días después con la ayuda de voluntarios”. Felipe García, como tantas otras personas, bajó a ver si conseguía mover el coche, pero ya no volvieron a saber nada de él. Meri llamó en numerosas ocasiones al 112 ya que además de su padre, también se encontraban en la calle su hermano y su cuñada, pero no obtuvo respuesta.

Meri junto al cementerio de coches que tiene en frente de su casa en Catarroja.

Meri junto al cementerio de coches que tiene en frente de su casa en Catarroja. / Levante-EMV

Denuncia por desaparición

“Al día siguiente, por la mañana, fueron mi marido y mi hermano a poner la denuncia al Ayuntamiento de Catarroja. Me quedé más tranquila porque pensé que con la denuncia, las autoridades ya lo sabían y se pondrían a buscarlo y lo encontrarían, pero no fue así”, explica. Pasaban las horas, el día, y seguía sin saber nada. Llamó a la Comandancia de la Guardia Civil de València para preguntar, y le dijeron que tenía que volver a poner la denuncia en València y que mejor que lo hiciese en persona, también para hacerle la prueba del ADN. “¿Cómo voy? No tenemos vehículo, las carreteras están cortadas...todo eran dificultades, pero conseguimos un coche”.

Ya dos días después, puso la denuncia de desaparición en València y aportó datos sobre su padre y le hicieron la prueba de ADN. Aprovechando el viaje, visitaron los hospitales de la ciudad por si Felipe pudiera estar en alguno desorientado e indocumentado. Mientras tanto, el hermano de Meri, Pedro José, buscaba a su padre por Catarroja, con el barro hasta el cuello. Se dio cuenta de que la corriente del agua había trasladado muchos objetos hasta la zona del Parque de los Patos, en el barrio de les Barraques. “Tiene que estar por ahí”, se repetía.

Contactaron con autoridades, pero no encontraron a nadie que les tendiese la mano y les ayudara a buscar a su padre desaparecido por esta catástrofe. “Las primeras 48 no vimos absolutamente a nadie, y cuando empezaban a llegar nos decían que no se podían poner a buscar en esa zona, que había demasiado barro”, cuenta.

Un mapa y un grito de ayuda

Pedro José había trazado un mapa con la ayuda de Paint con la corriente del agua y dónde podría haber arrastrado a su padre. Intentaba que alguien les prestara atención y les ayudase a la búsqueda de su familiar, pero les decían que no se podían meter ahí, que se necesitaban unidades caninas. A raíz de esto, Meri empezó a mover el caso por redes sociales, y contactó con ella un equipo de rescate de bomberos de la Diputación de Castellón, que iban con maquinaria y un perro. Fue entonces cuando Ricardo Illescas y Nilo, de la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate de protección civil de la Diputación de Catellón, fueron hacia Catarroja. También la asociación de vecinos de Massamagrell.

Mapa que pintó Pedro José con la posible localización de su padre.

Mapa que pintó Pedro José con la posible localización de su padre. / Levante-EMV

“Nilo empezó a buscar por la zona que mi hermano trazó y en cinco horas le encontraron”. A los diez días y con una búsqueda incansable encontraron a Felipe. “Habíamos pasado por ahí mil veces, pero nunca lo hubiesemos encontrado con tanto barro, objetos y coches”, añade. El camino no acaba aquí, ya que tendrían que esperar tres días más hasta que el forense confirmase que se trataba de Felipe García Monteagudo.

Nilo, el perro de la unidad canina de la Diputació de Castelló que encontró a Felipe.

Nilo, el perro de la unidad canina de la Diputació de Castelló que encontró a Felipe. / Diputació de Castelló

Trece días de angustia hasta que el 11 de noviembre pudieron enterrarle en el cementerio de Fuentealbilla (Albacete), su pueblo. “Un camino muy largo, muy doloroso y no se puede quedar en el olvido”. Para que se siga recordando lo que ha pasado, Meri ha creado la iniciativa “Tu historia de la dana”, para recoger testimonios como el de su familia, que han visto como su vida cambiaba de forma radical desde aquel 29-O. 

Tracking Pixel Contents