Guerra en Siria

Mem Hassaf, activista kurdo: "Siria está muy lejos de la democracia, no nos podemos alegrar"

Mem Hassaf, activista kurdo nacido en Siria, denuncia que la resistencia que se ha hecho con el control del país tiene vínculos con el yihadismo

La provincia de Valencia acoge a un total de 260 refugiados sirios

Mem Hassaf, activista kurdo sirio y refugiado en Europa.

Mem Hassaf, activista kurdo sirio y refugiado en Europa. / Levante-EMV

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

La primavera ha llegado a Siria en invierno. Una de las dictaduras más longevas del mundo, la de los Assad, ha caído en menos de 10 días para alegría de los millones de refugiados y víctimas de una cruenta guerra que empezó hace 13 años. Nadie sabe lo que vendrá ahora, lo único cierto es que el tirano ha caído.

Mem Hassaf es una de los millones de víctimas de esta guerra, empresario, activista nacido en Siria y refugiado por el conflicto en València desde hace una década. A él se le suma que pertenece a la mayor etnia sin nación del mundo, la de los kurdos, con 50 millones de personas en un pueblo que se extiende por las fronteras de Siria, Turquía, Irak e Irán.

Hassaf comparte anhelos con la gran mayoría de ciudadanos sirios: "que haya una solución política". Sin embargo, piensa que eso difícilmente se cumplirá. El sueño ahora es tener elecciones en el país, pero él no puede ser positivo al respecto: "No me puedo alegrar porque sabemos quiénes son la resistencia, y lo que viene ahora no es mejor que lo que ha sido. Siria aún está muy lejos de la democracia", explica.

Damasco amanece su tercer día sin Al Asad con una tímida nueva normalidad

Damasco amanece su tercer día sin Al Asad con una tímida nueva normalidad / EFE

En total, 17.258 sirios han conseguido protección internacional en España en 2023, el 34 % niños y niñas según datos de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR).

La provincia de España donde más sirios obtuvieron esta protección fue Madrid, con 7.280 personas, y Melilla, con 6.435, seguidos de Barcelona (590), Valencia (260), Sevilla (218), Málaga (189) y Córdoba (134).

Diez días para dejar atrás 53 años

Los sirios están viviendo "un sueño". Nadie esperaba que el régimen del doctor Assad cayera tan rápido, y aún quedan muchas incógnitas sobre lo que ha pasado. "La primera sorpresa fue Alepo, que llevaba 3 años siendo inexpunable, pero de repente en dos días los rebeldes la tomaron. Nadie se creía esto. Y después empezaron a caer ciudades muy importantes, hasta que en 10 días el dictador había perdido el control del país", explica Hassaf.

La alegría está más que justificada, el problema ahora es el futuro y la nueva forma de gobierno siria. "La resistencia que controla el territorio se define a sí misma como yihad, y tiene vínculos con estos grupos extremistas. Evidentemente me alegro de la caída del régimen, pero me preocupa lo que pueda venir ahora", explica el empresario.

Miles de personas salen a la calle en la capital de Siria, Damasco

Miles de personas salen a la calle en la capital de Siria, Damasco / Europa Press/Contacto/Ammar Safarjalani

Kobane, muro de contención contra el ISIS

El pueblo kurdo simboliza la lucha contra el estado islámico, sobre todo en ciudades como en Kobane. Pese a la falta de medios y de ser una nación sin estado, mantienen combates con los yihadistas en los últimos años, mientras que las fuerzas turcas también intentan sacarlos de su territorio. Ahora, el miedo es que se añada un nuevo frente protagonizada por la resistencia islamist (también de corte yihadista) de Siria.

"Los kurdos somos más laicos porque aquí hay cristianos y árabes de todas las ramas, no sabemos si nos aceptarían", explica Hassaf. Otra de las incógnitas son los 150.000 desplazados internos de siria y en el kurdistán y el futuro que tienen por delante.

La familia de Hassan vive allí, y pese al constate estado de guerra, dice que sigue pasándolo mal por ellos. "Nunca te acostumbras a vivir así, siempre preocupado porque no sabes qué va a pasar. Los kurdos no tenemos aliados en la zona", lamenta. Tampoco, critica, organismos internacionales "ni ACNUR ni la ONU están en los campos de desplazados. Lo únicos que mandaron recientemente fueron 10 camiones de agua para 150.000 personas", lamenta.

El deseo Hassaf, pero también de la gran mayoría de los sirios es sencillo: no repetir los errores del pasado, pero sobre todo que el país resuelva su conflicto enquistado con una "solución política".

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