Dinámica fluvial

Los barrancos de Poyo y Pozalet-Saleta tienen zonas sin cauce y con «embudos» de capacidad

Ambas ramblas se retroalimentan en episodios de lluvia de alta intensidad y su lecho desaparece lo que afecta a los polígonos o municipios cercanos

La capacidad máxima del Poyo es de 1.570 m3/s cuando el día de la dana se alcanzaron caudales punta de más de 3.500 m3/s en el cruce con la pista de Silla

Peatones atraviesan el barranco del Poyo en una pasarela improvisada en una imagen del 18 de noviembre.

Peatones atraviesan el barranco del Poyo en una pasarela improvisada en una imagen del 18 de noviembre. / Germán Caballero

València

Los barrancos de Poyo y Pozalet-Saleta que se desbordaron y afectaron gravemente a las comarcas de l’Horta Sud, el Camp de Turia y la Hoya de Buñol tras la dana del 29 de octubre (29O) tienen zonas sin cauce o con acusadas reducciones de capacidad que forman auténticos embudos en estas ramblas, típicas del litoral mediterráneo. Ambos barrancos, sobre todo el de Poyo y la red de ramblas que desaguan en él, forman una cuenca que se extiende sobre 450 kilómetros cuadrados (km2) entre las comarcas de la Hoya de Buñol, el Camp de Turia y l’Horta Sud. Aunque una de sus características que la hace más peligrosa es el desnivel de 1.000 metros que desciende al nivel del mar en sólo 50 kilómetros al desembocar en l’Albufera. Un especie de tobogán hidrológico. 

La dinámica fluvial de los barrancos del Poyo y Pozalet-Saleta y los estudios para minimizar los daños a los municipios que han crecido alrededor de ellos se estudian y planifican desde hace treinta años para intentar domarlos, como ya contó Levante-EMV. Sin éxito ya que la grave afección a l’Albufera que provocaba el modelo de encauzamiento previsto en los años 90 obligó a replantear el proyecto de «encauzamiento» (un término caduco, ya que las intervenciones en ríos y barrancos apuestan ahora por renaturalizar riberas). En la primera década del siglo sí se actuó en el tramo entre Paiporta y Catarroja que permitió aumentar de 400 a 800 m3 la capacidad del barranco del Poyo que, no obstante, se ha mostrado insuficiente ante el elevado caudal que la dana descargó en poblaciones como Turis, Cheste y Chiva el 29O. Según la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) durante la dana se alcanzaron caudales punta de más de 3.500 metros cúbicos por segundo (m3/s) en el cruce entre el barranco del Poyo y la pista de Silla. Un caudal que multiplicado por 10 el caudal medio del Ebro en Amposta (333 m3/s) y superado el del Nilo (2.830 m3/s).

En el resto del cauce del Poyo y en el Pozalet-Saleta se elaboró un estudio informativo en 2009, con declaración de impacto ambiental (DIA) en 2011, que se dejó caducar entre 2016 y 2017 y que se retomaron en 2020. 

Estudio informativo de 2009

A pesar de los años transcurridos, la dinámica fluvial, cómo y dónde se producen las zonas de inundación, es conocida. Y se refleja, entre otros, en el «Proyecto informativo de adecuación ambiental y drenaje de la cuenca del Poyo vertiente a l’Albufera» elaborado por la consultora Typsa, que también se encargó de alguno de los siete proyectos posteriores cuando se retomaron en 2020.  

La dinámica fluvial de ambas ramblas está gravemente afectada por la casi desaparición de sus cauces en algunos tramos o la inexplicable reducción de la capacidad, que provoca grandes embudos junto a polígonos industriales o zonas habitadas.

«El problema de las inundaciones del Poyo se inicia prácticamente aguas abajo de la A7 donde el cauce desaparece o se reduce notablemente, al pasar de una capacidad de 1.200–1.300 metros cúbicos por segundo (m3/s) aguas arriba de la A7 a 100–120 m3/s en el entorno donde confluyen el barranco del Poyo con el barranco Gallego. Un embudo que «genera en situación de avenidas una amplia zona inundable, donde las aguas lentamente retornan a su cauce: una parte al propio Poyo aguas arriba del acueducto Júcar-Turia, otra parte por una zona deprimida hacia el barranco de l’Horteta, afluente del Poyo a la altura de Torrent, y otra parte inunda la autovía A3 y termina en el Pozalet», apunta uno de los análisis elaborado por ingenieros de caminos, canales y puertos de Typsa para la «adecuación ambiental de la cuenca del Poyo».

El tramo en Catarroja se amplió en 2004 a 800 m3/s pero el 29O llegó a alcanzar los 3.500 m3/s

Aguas abajo del acueducto Júcar-Turia el cauce del Poyo «aumenta considerablemente su capacidad y alcanza un valor próximo a los 1.500 m3/s en la confluencia con el Horteta». Según la consultora Typsa, «a lo largo de este tramo (unos 21 km) existen numerosos puentes y pasarelas muchas de ellas antiguas y vinculadas a las propias poblaciones colindantes (Torrent y Picanya)». Unas «obras de fábrica» que en algunos casos «presentan una capacidad reducida (comparada con los 1.500 m3/s de que dispone el cauce), lo que provoca el desbordamiento de tramos del barranco del Poyo.

El único encauzamiento ejecutado en 2004

Una capacidad que se mantiene hasta «aguas abajo de Picanya, donde se inicia el tramo ya encauzado» en las obras finalizadas en 2004 y que hicieron aumentar su capacidad de los 400 a los 800 m3/s. «A partir de Paiporta el cauce mantiene una capacidad máxima de 800 m3/s, lo que se traduce en un elevado riesgo de inundaciones para las poblaciones existentes aguas abajo de este punto», señala el documento de Typsa. 

En el caso del barranco del Pozalet-Saleta, el análisis del estudio informativo señalaba que en el tramo de esta rambla entre Loriguilla y el puente del ferrocarril (la C3, gravemente dañada por la dana del 29O) «el cauce del Pozalet tiene su punto débil en las obras de fábrica existentes, con una capacidad de desagüe muy inferior a la del propio cauce» por lo que cuando se producen avenidas «los desbordamientos afectan a la zona industrial y al propio ferrocarril».

Entre el ferrocarril y la A7 (el baipás) el cauce del Pozalet "deja de estar definido lo que transforma la zona en un área de laminación donde las aguas discurren sin control afectando a los polígonos colindantes. Una situación que se prolonga aguas abajo ya que el Pozalet no recupera su cauce hasta el inicio de La Saleta, antes de atravesar el municipio de Aldaia"

Intercambio de caudales

De hecho, en épocas de precipitaciones elevadas los caudales desbordados del barranco del Poyo al sur de la A-3 y las del Pozalet en la zona donde el cauce se considera «indefinido» o perdido «parte de los caudales desbordados del barranco del Poyo, agua abajo de la A7, se dirigen hacia el norte aumentando los caudales del Pozalet y la Saleta». 

Respecto al barranco de la Saleta, que atraviesa Aldaia y desemboca sin cauce en la zona de huerta entre Aldaia y Xirivella, «presenta en la conexión con el Pozalet (su tramo inicial) una capacidad de 100 m3/s (un caudal equivalente al que genera su propia cuenca: un periodo de retorno de 500 años)». Una capacidad que, según el informe de Typsa, «va disminuyendo progresivamente hasta anularse totalmente en pleno casco urbano de Aldaia, lo que sitúa a esta localidad como la mas afectada en cuanto a riesgo de inundación se refiere», según señalaban los estudios elaborados en la primera década de este siglo.

El estudio y los siete proyectos para adecuar ambas ramblas se dejaron caducar en 2016-17

Y añadían que «el barranco Pozalet complica aun mas la situación de las poblaciones vinculadas a la Saleta (como Alaquàs) al ser este receptor de sus aguas, lo que hace que el caudal punta en situación de avenidas aumente considerablemente».

Para resolver parte de toda esta problemática, se redactó en 2009 el «Proyecto de adecuación ambiental y drenaje de la cuenca del Poyo vertiente a l’Albufera» que logró la declaración de impacto ambiental en 2011 y que se desglosó en siete proyectos de construcción que se dejaron caducar entre 2016 y 2017, como ha contado Levante-EMV

En tres de esos siete proyectos la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) trabajaba desde 2020, aunque se han tenido que actualizar a las nuevas normativas y reiniciar la tramitación ambiental. Y que son: el acondicionamiento del barranco de la Saleta y conexión con el nuevo cauce del Túria; la conexión del barranco del Poyo entre Paiporta y el nuevo cauce del Túria; y la restauración fluvial y ampliación de las áreas de laminación en el barranco del Pozalet. 

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