Revisión de protocolos

La Aemet defiende avisos centrados en el impacto más que en la cantidad de lluvia frente a futuras danas

Los responsables de la agencia defienden su trabajo el día D porque "nosotros avisamos, pero no gestionamos"

La dana obliga a "mejorar y revisar" protocolos porque fenómenos similares "volverán a ocurrir"

Calles destrozadas por la riada en Chiva tras la riada.

Calles destrozadas por la riada en Chiva tras la riada. / Fernando Bustamante

Lluís Pérez

Lluís Pérez

La Agencia Estatal de Meterología (Aemet) considera que se deben revisar los protocolos de avisos en situaciones de emergencia y virar hacia niveles que alerten sobre el impacto que un fenómeno atmosférico puede tener sobre el territorio y no tanto en la cantidad de lluvia acumulada. Así lo defendieron este jueves el delegado de la Aemet en la Comunitat Valenciana, Jorge Tamayo, y el jefe de Climatología, José Ángel Núñez, en la rueda de prensa de presentación del resumen meteorológico del otoño, el cual fue "extremadamente húmedo", el más lluvioso en 35 años, y "muy cálido"; una comparecencia en la que volvieron a defender el papel de la agencia el pasado 29 de octubre: "Hicimos todo lo que estaba en nuestra mano; nosotros avisamos, pero no gestionamos".

Ambos representantes consideraron que la dana marcará un antes y un después, tanto para la población como para las administraciones públicas. Con respecto a estas últimas, Tamayo aboga por abrir un periodo de reflexión y de "revisión de los protocolos", no solo de los propios de la agencia meteorológica, sino de todos aquellos relacionados con las Emergencias. Se trata de un debate a realizar entre diferentes entidades -la propia Aemet, Protección Civil, Emergencias, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y la Administración, entre otras- para revisar los protocolos actuales, analizar las mejoras a realizar y ver si es necesario introducir nuevos niveles de avisos. En Alemania, por ejemplo, ha un nivel negro -superior al rojo- para los fenómenos más extremos. También comentó la posibilidad de revisar el umbral de un mínimo de 180 l/m2 para decretar el aviso rojo.

Precipitación acumulada durante el 29 de octubre.

Precipitación acumulada durante el 29 de octubre. / Aemet

"Todos tenemos que aprender de esta situación y que sirva para mejorar", defendió Tamayo. Una afirmación hecha desde el convencimiento de que fenómenos de este tipo "volverán a ocurrir, no sabemos cuándo, ni dónde, pero se repetirán". Por eso, el delegado incidió en la necesidad de moverse hacia un análisis del impacto de la meteorología y en base al análisis de "riesgos y factores combinados"; es decir, con variables meteorológicas, hidrológicas y de medidas a adoptar.

Los riesgos de la ultraprecisión

Los responsables de la Aemet consideran que ofrecieron toda la información posible, en relación con las capacidades de la ciencia en la actualidad; tanto en el mismo Cecopi, como en su página web donde la información se actualiza en tiempo real. "Podemos señalar zonas amplias, pero no podemos predecir la cantidad exacta de lluvia precipitada ni el punto exacto donde caerá", defendió Tamayo.

Asimismo, defendió la labor de las agencias españolas: "El litoral norte de la provincia de Valencia es una zona relativamente pequeña desde el punto de vista atmosférico" y lo comparó con los avisos decretados en Estados Unidos, donde suelen abarcar todo un estado. Señaló, además, la poca distancia entre Turís, donde cayeron 772 l/m2 el pasado 29 de octubre, y Manises, donde solo se acumularon 14 l/m2. La distancia en línea recta es de a penas 20 kilómetros.

Por su parte, Núñez señaló el riesgo de la "ultraprecisión" y lo definió como "uno de los errores más grandes que se pueden hacer". De ser así, Turís hubiera contado con un aviso rojo por precipitaciones importantes, mientras que l'Horta Sud -es donde se concentró la mayoría de las 223 víctimas mortales- contaría con un nivel verde porque allí a penas llovió ese día.

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