Bernabé apela al «consenso» para renovar la ley de violencia machista

La secretaria de Igualdad del PSOE pide actualizar el Pacto de Estado, llama a combatir el «negacionismo» y señala a aquellos que «empañan el espacio de diálogo»

Bernabé antes de su intervención, este sábado.

Bernabé antes de su intervención, este sábado. / Eduardo Ripoll

Candela García

Candela García

La renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género fue una de las principales reivindicaciones que dejó ayer el acto conmemorativo por los veinte años desde la aprobación por unanimidad de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, impulsada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Un ejemplo de unidad y consenso y un hito en la lucha feminista que consiguió, entre otros logros, sacar del ámbito privado la violencia machista para convertirla en una cuestión de Estado.

Ahora, tras dos décadas desde su puesta en marcha, es momento de revisar para seguir avanzando y combatiendo todas esas «nuevas violencias» que han irrumpido. Así pues, durante la joranda celebrada en la Asociación Alanna, la secretaria de Igualdad del PSOE, Pilar Bernabé, apeló a «la responsabilidad de todos los partidos políticos, especialmente aquellos que quieren representar a la mayoría» para llevar adelante la renovación del Pacto de Estado, prevista para principios de 2025. En este sentido, advirtió del riesgo que suponen la «derecha y la ultraderecha» y los «personajes que a veces empañan el espacio del diálogo y del consenso» para los compromisos alcanzados contra la violencia de género. «No hay grandes avances sin grandes consensos», sentenció. 

La también delegada del Gobierno, además, trasladó que Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género ha protegido a más de 2,9 millones de mujeres en estas dos décadas y ha conseguido que las denuncias aumenten de 24.000 en 2001 a 199.000 en 2023. También señaló que actualmente España cuenta con «una red de más de 100.000 mujeres que están dentro del Sistema VioGén, protegidas en todas las comunidades autónomas». «Tenemos un Gobierno comprometido que lleva invertidos mil millones en ese Pacto de Estado que hemos desarrollado en los últimos años y que es imprescindible renovar, porque hay nuevas violencias cada vez más sofisticadas, ligadas al machismo y que tenemos que combatir», aseguró.

Algunas de las cuestiones que se van a poner en el foco son, según la nueva responsable de Igualdad del partido socialista, las nuevas tecnologías, la juventud o el negacionismo sobre la violencia machista, que ha llegado a las instituciones y que «amenaza los derechos y la seguridad de las mujeres». «Hay que desmontar los bulos, la cuestión de las denuncias falsas es una vergüenza. De las 199.000 denuncias, tan solo el 0,000001 % han sido falsas. No tenemos que malgastar un solo segundo en hablar de esto», aseveró. 

Las reivindicaciones

Por su parte, Chelo Álvarez, presidenta de la Asociación Alanna puso en valor la ley contra la violencia machista, pero aseguró que hace falta hacer «una reflexión crítica». Entre las cuestiones que planteó destaca la reivindicación de que las víctimas de violencia de género y sus hijos e hijas sean considerados como una unidad familiar. «Hay mujeres que no denuncian porque piensan ‘qué va a pasar con mis hijos’», compartió. Álvarez también hizo hincapié en la importancia de la coeducación y la sensibilización desde la infancia, algo en lo que la ley de igualdad ha sido una «base fundamental».

En el acto, también se pudieron escuchar las voces expertas de Marina Calatayud, Rosa Peris y María Such. Calatayud destacó el papel de las unidades de coordinación así como la labor que ha hecho y sigue haciendo el Instituto de la Mujer. Por su parte, Peris señaló tres cuestiones fundamentales que supuso la ley de violencia machista: primero, que los casos de violencia de genero se tratarían en juzgados específicos y el mismo juez llevaría las causas vinculadas; segundo, la formación; y tercero, que lo que hasta el momento era considerado una falta, ahora pasaría a ser delito. Por último, Such trasladó su «preocupación por el negacionismo» sobre la violencia machista e instó a volver retomar el pulso a las administraciones para seguir ampliando recursos para la protección de las mujeres.

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