Ordenación del territorio

«El Plan Sur ha salvado a València pero ha condenado a l’Horta Sud»

El geógrafo Iván Portugués, el catedrático de Hidráulica Félix Francés y los arquitectos Lara Llop y Vicent García debaten sobre la dana en La Plaça Debats

Debate de "La Plaça Debats" con Félix Francés, Joan Olmos, Iván Portugués, Lara Llop y Vicent García.

Debate de "La Plaça Debats" con Félix Francés, Joan Olmos, Iván Portugués, Lara Llop y Vicent García. / Laura Ballester

«La dana de València es una advertencia para repensar el territorio y aprender lo que no hemos de volver a hacer. La dana nos enseña a replantearnos la ordenación del territorio y la planificación de infraestructuras. Hemos hecho cosas que no están bien», asegura Iván Portugués, profesor de la Facultad de Geografía de la Universitat de València y autor de una tesis doctoral sobre el Plan Sur de València. 

Portugués fue uno de los participantes en el debate «La planificación territorial, infraestructuras i urbanismo», organizado tras la dana por el colectivo «La Plaça Debats», moderado por el ingeniero de caminos Joan Olmos en la sala Palmireno de la Facultad de Geografía e Historia y en el que también participaron Félix Francés, catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad Politécnica de València (UPV); Vicent García, arquitecto y urbanista y Lara Llop, arquitecta paisajista. Una jornada que sirvió para conocer detalles geográficos del comportamiento de los barrancos durante la dana del 29-O. El profesor de Geografía, Iván Portugués, explicó que la zona geográfica de la cuenca del barranco del Poyo la forman «ramblas con conexión no muy clara que en momentos de energía funcionan de forma conjunta. Es un espacio de riesgo por definición: en una plana aluvial hay peligro de inundación como refleja la cartografía de riesgo para un periodo de retorno de 500 años elaborada por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ)» entre 2013 y 2016. 

A juicio de Portugués, la del Patricova (Plan de acción territorial del riesgo de inundación aprobado en 2003 y actualizado de 2009 a 2014) se ha quedado corta ante un «espacio metropolizado» como demuestra la comparativa de las ortofotos de l’Horta Sud del vuelo americano (imágenes aéreas realizadas en 1956-1957) y las actuales. «Se ha favorecido un urbanismo incoherente con los procesos de inundación y se han ocupado espacios de marjal y huerta».

Respecto al Plan Sur, del que Portugués hizo la tesis doctoral, el profesor de Geografía también destacó que durante la dana del 29-O «ha hecho su función: se planificó para acoger 5.000 m³/s por segundo y llevó hasta 2.000 m³/s durante la dana. En esta tempestad ha funcionado, aunque cabe recordar que los episodios de lluvia que llenan el nuevo cauce se ubican en la comarca de los Serranos» y no en la Hoya de Buñol y la Ribera, como ha sucedido en la dana del 29 de octubre. 

Por ello, aunque el Plan Sur ha cumplido con la «función hidráulica para la que fue creado también es una barrera: es un cambio morfológico [en l’Horta Sud] que supone un dique y eso ya lo decía la cartografía de riesgo», señala Portugués. De hecho, un detalle poco conocido y que recordaba el profesor de geografía es que «a Benetússer llegaba agua del Poyo pero también de La Saleta porque el Turia no dimensionaba. El Turia ha salvado a València pero ha condenado a l’Horta Sud», lamentó Iván Portugués.

De hecho, el episodio de la dana del 29-O fue un fenómeno hidrológico en el que «la V-30 [la autovía construída en los márgenes del nuevo cauce] se convierte en un cajero del Turia y lo que hace la V-30 es llevar el agua» por sus antiguos caminos. No en vano el barranco de la Saleta desembocaba hace años en la zona de la Rambleta de València que da nombre al teatro y centro de espectáculos en el barrio de Sant Marcel·lí que, tras la dana, también ha sido centro neurálgico para los voluntarios de la dana. 

El geógrafo Iván Portugués también incidió en el «efecto barrera» que provoca la Pista de Silla (V-31) porque atraviesa una zona con «un nivel freático muy elevado» que se inunda recurrentemente.

«Los damnificados deben asociarse»

«Los damnificados deben asociarse para que se reconozca la legitimidad que tienen los incompetentes que estaban al mando de la emergencia. Va a haber un proceso, sin ninguna duda con responsabilidades penales, porque la imprudencia grave abarca aquellos que tuvieron los medios para mitigar los daños y no los pusieron en marcha. Hay responsabilidades penales, pero son los jueces quienes tendrán que ponerlas en marcha porque miles de personas han perdido sus familiares o su patrimonio», aseguraba el fiscal del Tribunal de Cuentas Carlos Castresana en el debate organizado en el Centre Octubre «Ciutadania contra la corrupció en temps d’emergència» . Junto a Castresana también participaron el abogado y exdirector de Antifraude, Joan Llinares, el letrado Raül Vidal y la representante de l’Observatori contra la corrupció, Fina Mateu, moderados por la periodista, Lorena Tortosa. Llinares alertó sobre el peligro de los contratos de emergencia: «un terreno fértil para la corrupción si no se tiene transparencia y rendición de cuentas».

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