Un universo de hongos surgidos de la dana

Un grupo de científicos de la Universitat de València ha encontrado hasta una veintena diferente de especies de hongos surgidos en los documentos históricos de los municipios inundados el 29 de octubre: «A algunos papeles les habían salido ya hasta setas»

Los profesores de Botánica y Geología, Isaac Garrido y Violeta Atienza, trabajan con el equipo del IVCR+i que dirige Gemma Contreras cogiendo muestras de los documentos dañados por las inundaciones y extrayendo su ADN para identificar las especies de hongos surgidos. Foto: Germán Caballero.

Los profesores de Botánica y Geología, Isaac Garrido y Violeta Atienza, trabajan con el equipo del IVCR+i que dirige Gemma Contreras cogiendo muestras de los documentos dañados por las inundaciones y extrayendo su ADN para identificar las especies de hongos surgidos. Foto: Germán Caballero. / G. CABALLERO

Voro Contreras

Voro Contreras

La dana trajo agua, barro, destrucción… Y hongos, muchos hongos. En Fira València, en el pabellón donde han sido trasladadas decenas de obras de arte y los archivos de los municipios afectados por la riada, un grupo de biólogos de la Universitat de València trabaja junto a los técnicos del Institut Valencià de la Conservació (IVCR+i) para investigar la identidad de los hongos que han aparecido en miles de documentos, algunos de ellos con más de cien años de antigüedad.

La investigación que dirigen los profesores del departamento de Botánica y Geología de la UV, Isaac Garrido y Violeta Atienza, ya ha servido para identificar morfológicamente cuatro géneros diferentes de hongos: Stachybotrys, Penicillium, Aspergillus y Cladosporium. El número de especies incluidas en estos, y otros géneros que se pudieran hallar aún, podría rondar la veintena.

No son hongos peligrosos, pero «si al analizar las muestras vemos que alguna de las especies está identificada como tal deberíamos cambiar los protocolos de actuación», explica Atienza. Los hongos se dispersan por esporas que se trasladan fácilmente por el aire, que no son destructivas, pero que si se dan las condiciones adecuadas pueden germinar y desarrollarse formando colonias maduras que producen enzimas que favorecen la degradación de los materiales.

Un universo de hongos surgidos de la dana

Un universo de hongos surgidos de la dana

«Como resultado de estas biodegradaciones se debilita la resistencia de la fibra del papel y del cartón y es más fácil que se rompa. Además, muchos de estos hongos producen pigmentos que pueden dejar manchas en los documentos y dar lugar a alteraciones estéticas o pérdidas de información».

El trabajo de los biólogos de la UV tiene que ver más con la investigación que con la limpieza y restauración de los documentos afectados algo de lo que ya se encarga el equipo del IVCR+i encabezado por Gemma Contreras. A Fira Valencia han llegado más de 10.000 cajas con material rescatado de museos y archivos municipales, judiciales y parroquiales dañados por la riada. Están, por ejemplo, los archivos de la Federación Sindical de Agricultores Arroceros de España que se guardaban en Alfafar, el padrón de Massanassa, los libros de registro civil de Catarroja y l’Alcudia del siglo XIX, los expedientes de matrimonio de Aldaia o los archivos parroquiales de Picanya, Catarroja o Sedaví. Documentos que han estado hasta cuatro o cinco semanas sometidos a la humedad y que a los pocos días de la dana ya estaban afectados por los hongos, que aparecen porque se alimentan de la celulosa del papel. «Hemos llegado a ver papeles a los que les han salido setas», aseguran los científicos.

Oportunidad para estudiar la biodiversidad

Desde el punto de vista de la biodiversidad y en un contexto científico y natural, lo ocurrido con la dana en València «es una ocasión excepcional para nuestras investigaciones», reconoce Atienza. La investigación que está desarrollando el equipo de la UV es relevante por la descripción de biodiversidad que aparece en condiciones excepcionales como esta y por averiguar cómo se suceden las especies en el mismo sustrato.

Esta investigación se completa con un estudio genético de los hongos. Para ello se coge una pequeña muestra y en el laboratorio de Micología de la UV se extrae el ADN, se hace una PCR y se secuencia el código de barras genético de los hongos. «Así podemos identificar taxonómicamente las especies de manera muy refinada y complementar lo determinado a nivel morfológico utilizando técnicas de tinción con colorantes y observando con el microscopio de contraste de fases», añade Atienza. Esto ayudará a evaluar si pueden mostrar toxicidad o si son o no endémicas de la zona.

Los científicos ya han obtenido alrededor de 60 muestras de hongos de los documentos procedentes de todos los pueblos afectados por la dana. «Hemos concluido que todos los municipios tienen los mismos tipos morfológicos de hongos, aunque en el que más diversidad hemos encontrado ha sido Aldaia, quizá por el tipo de sustrato que hemos analizado o por el tiempo y el grado de humedad al que han estado sometidos». n

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