La diputación pedirá a Educación frenar el referéndum escolar sobre la lengua

Ens Uneix, socio del PP en la corporación, insta en una moción a la Generalitat a cancelar la consulta de la lengua base de los colegios y prevé aprobar la resolución con el apoyo de la izquierda

Dice que la medida «margina el valenciano»

Mompó, Natàlia Enguix y Rodríguez, en un acto en Ontinyent.

Mompó, Natàlia Enguix y Rodríguez, en un acto en Ontinyent. / Levante-EMV

El socio minoritario en el equipo de gobierno de la Diputación de Valencia, Ens Uneix, vuelve a marcar perfil propio y en el próximo pleno exhibirá sus discrepancias ideológicas con sus compañeros del PP. Lo hace a cuenta de un asunto sensible, la promoción del valenciano: sensible tanto para el partido de Jorge Rodríguez como para Vicent Mompó, presidente provincial y líder del PP. Salvo sopresa, los populares recibirán una nueva derrota en el pleno, como ya sucedió en otras votaciones en torno a la cuestión lingüística, dada la alineación de fuerzas de PSPV, Compromís y Ens Uneix en este tema.

En concreto, la vicepresidenta de la diputación, Natàlia Enguix (Ens Uneix), ha presentado una moción para que la diputación inste a la Generalitat, en concreto a la Conselleria de Educación, a suspender la votación para la consulta de la lengua base en los centros educativos públicos y privados. También se insta a la Generalitat a devolver a los consejos escolares las prerrogativas para consensuar el proyecto lingüístico de cada centro. Y reclama que la diputación promocione el uso del valenciano como «elemento identitario y como riqueza lingüística».

La artimética de la corporación puede provocar que la diputación, presidida por el PP, exija a la Generalitat, también del PP, que renuncie a esta política, que ha generado una intensa reacción en la comunidad educativa.

La cuestión que aborda la moción es que no es un asunto menor en términos políticos. La defensa del valenciano es una línea roja para Ens Uneix, y también es un asunto esencial para Mompó, clave en su perfil político, y del que hace bandera dentro de un partido donde no todos coinciden.

El texto firmado por Natàlia Enguix tiene un tono duro. Se refiere a las «confrontaciones estériles entre familias y territorios» que fomenta esta iniciativa de la conselleria. Cabe recordar que la nueva ley de libertad educativa deja en manos de las familias, y no de la administración, la elección de la lengua vehicular. «Ciertamente, hay que apostar por la máxima participación [...] pero siempre partiendo de la obligación de cumplir las leyes. Y la ley valenciana establece que el alumnado ha de ser capaz de hablar y escribir en valenciano y en castellano cuando acabe la educación obligatoria», expone. 

"Votación simplista"

Y añade: «La máxima participación de los padres y madres en la educación no es hacerles una consulta extemporánea, por una cuestión muy concreta y políticamente tan sensible, sino participar en el consejo escolar del centro».

Según el texto, «se observa que la voluntad de la consulta» es dificultar el cumplimiento del precepto legal que dice que el estudiantado debe dominar las dos lenguas y, por tanto, «marginar el valenciano». Resulta «evidente» para Ens Uneix que en las comarcas de predominio castellano «sería imposible que se pueda cumplir la ley porque se reduce el valenciano a una asignatura». «Es preocupante, por decirlo suavemente, que sea la misma administración educativa quien complique el cumplimiento de una ley propia».

La moción concluye elevando el tono: «Esta política de votación simplista (castellano o valenciano) supone un claro ataque contra nuestra riqueza lingüística. No se puede permitir que con una mala concepción del concepto de ‘libertad’ se lleve a las familias a recortar los derechos lingüísticos de sus hijos».

Medida estrella con la comunidad educativa en contra

La consulta a las familias ha sido, desde que se planteó, una de las medidas más polémicas del conseller de Educación José Antonio Rovira. Su anuncio puso en pie de guerra a gran parte de la comunidad educativa y a todas las entidades en defensa del valenciano, que lo vieron como un ataque a la lengua.

Unas reivindicaciones que han capitalizado los partidos de la oposición (PSPV y Compromís), que han hecho piña con los representantes de las Ampas, sindicatos educativos, asociaciones de directores y entidades en defensa del valenciano. Incluso varios Consejos Escolares de distintas comarcas se han posicionado públicamente en contra de que se produzca esta consulta. 

Pese a todo, Educación sigue con el plan previsto, aunque el tiempo corre en contra. Si no es capaz de presentar la consulta en los próximos días los tiempos burocráticos le obligarán a hacerla, como pronto, a finales de febrero (y no en enero como prometió), a pocos días de la admisión escolar, lo que podría provocar complicaciones si las familias no saben en qué idioma estudiarán sus hijos. 

En total se han presentado 4.000 alegaciones en contra de la ley (la mayoría para tumbarla) y Compromís ha conseguido llevar la ley de libertad educativa al Tribunal Constitucional. Con este panorama de alta tensión, Conselleria sigue adelante para aplicar una medida inédita y que, según lamentan directores y docentes, trastocaría los planes educativos de los centros. 

La votación es una especie de «referéndum» en las familias para elegir la lengua base del centro. Con «lengua base» se refiere al 50 % de las horas lectivas en el centro. La jurisprudencia ha blindado que hay que impartir como mínimo un 25 % de clases en valenciano, castellano e inglés, por lo tanto, cada centro puede organizar estos porcentajes como considere oportuno (por ejemplo, un 50 % en valenciano, un 25 en castellano y un 25 en inglés). El inglés no puede ser lengua mayoritaria en ningún caso.

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