La ponencia del PSPV se convierte en un alegato del Botànic y carga contra Mazón por la dana
El nuevo PSPV de Morant mantiene el discurso anticentralista de Puig y reclama que la Constitución reconozca la plurinacionalidad del estado
Pide una jefatura única para la gestión de grandes incendios y un fondo contra la emergencia climática

Bielsa, Puig, Zapatero y Diana Morant, en un acto de partido. / Germán Caballero
En vísperas del XV congrés nacional, la puesta de largo del PSPV de Diana Morant deja claro que su genética está marcada por los últimos años de historia del socialismo valenciano. La ponencia política que se debatirá en el próximo congreso nacional del partido, a finales de este mes en la ciudad de Valencia, es un alegato de la gestión y la esencia del Botànic y del pensamiento de Ximo Puig.
Así, se proclama la voluntad de descentralizar las “instituciones del Estado, para reubicar organismos y ministerios en diferentes territorios, fomentando un desarrollo equilibrado y reduciendo la concentración de recursos en Madrid”. También se reivindica el éxito del corredor mediterráneo, frente a la “infraestructura descompensada” que proponía los gobiernos del PP con un recorrido que pasaba por Madrid. Citando otro de los ‘hits’ de Puig, la ponencia reclama una “reducción del efecto capitalidad que promueve la concentración del poder económico y administrativo en Madrid y polariza el desarrollo del país”.
En esta nueva etapa, el partido mantiene la reivindicación de una España federal y descentralizada, con críticas al modelo centralista. Se incluye también una reforma constitucional, la enésima propuesta, con vistas a avanzar hacia el estado federal. Entre otras cosas, se propone “incluir en el preámbulo [de la Carta Magna] un reconocimiento explícito de la plurinacionalidad de España”, además de mecanismos de cogobernanza y “cláusulas de respeto” a las identidades culturales, lingüísticas e históricas. Dentro de esa visión del modelo de estado, también se carga contra el dumping fiscal. Y en términos de financiación, reclama la reforma del modelo, según los criterios de población ajustada; la compensación de la deuda histórica ligada a la infrafinanciación y, mientras tanto, “habilitar mecanismos transitorios que permitan generar un efecto similar al de la propia reforma, como puede ser la financiación extraordinaria acompañada de una condonación de dicha deuda”.
En la misma línea, el texto reivindica no solo el Botànic sino la trayectoria del autogobierno. “Figuras como Joan Lerma, Ciprià Císcar, Alfons Cucó, Vicent Soler, Joan Romero o Ximo Puig han jugado un papel decisivo en este proceso, contribuyendo a consolidar la Generalitat como el eje vertebrador de la política valenciana”, añade.
Críticas a Mazón
Puig, precisamente, es uno de los nombre propios que más aparecen en las 330 páginas de ‘La alternativa valenciana’, el reclamo de Morant que toma el relevo de ‘La vía valenciana’ de Puig. El documento, en todo caso, está más pegado al presente que a profundos debates conceptuales. Pese a llevar apenas un año y medio en el Consell, el texto es una enmienda a la totalidad, particularmente, de Carlos Mazón y su gestión de la dana, que atraviesa de principio a fin el documento político. El texto carga contra cambios políticos como la ley de libertad educativa, los casos de censuras culturales o los retrocesos democráticos. La dana aparece mencionada más de cien veces, y Mazón en 25 ocasiones.
“A pesar de las alertas meteorológicas emitidas con suficiente antelación, el Gobierno de Mazón no activó a tiempo los protocolos de emergencia. Esta falta de planificación dejó a muchas localidades desprotegidas, provocando numerosas muertes y agravando los daños sufridos por infraestructuras y viviendas”, critica el texto sobre los hechos del 29 de octubre.
Los socialistas, en un texto coordinado por Miquel Soler, critican la “descoordinación institucional”, la “falta de empatía y cercanía” - "una desconexión alarmante con las personas afectadas; las visitas a las zonas dañadas se han limitado a actos protocolarios sin establecer un diálogo real con la ciudadanía”-; el discurso de la victimización de Mazón o la gestión del Consell: “El problema no son las competencias, sino la incompetencia”, se lee en el documento.
Cambios en Emergencias
En ese contexto, además de reivindicar la gestión de las emergencias del Botànic, con los ejemplos de la pandemia o la dana, con las mismas herramientas, la ponencia plantea algunas reformas. “Es necesario revisar y actualizar los planes urbanísticos existentes, aplicando criterios estrictos de sostenibilidad. Esto incluye la prohibición de urbanizar en zonas inundables o de alto riesgo; incentivos fiscales para promotores que integren soluciones sostenibles en sus proyectos yrehabilitación de entornos urbanos con estrategias de drenaje natural, como sistemas de pavimento permeable”.
Además, aunque no nombre a la Unidad Valenciana de Emergencias que derogó Mazón, el PSPV apunta que, ante la complejidad que implican los grandes incendios forestales, “las competencias en materia de incendios forestales queden atribuidas a una Jefatura única y por la colaboración con los consorcios provinciales de bomberos en las tareas de prevención y extinción de incendios, especialmente en los que afectan a espacios naturales”.
También se considera necesaria la aprobación de la ley valenciana de riesgos naturales que contemple acciones de prevención y gestión de las emergencias, para adaptar la planificación de emergencias a los supuestos de cambio climático.
En paralelo, y con la experiencia de la dana del 29 de octubre, reclama establecer un Fondo de Resiliencia ante la emergencia climática, que “permita la rápida respuesta y protección de las personas y comunidades más vulnerables a los efectos directos del cambio climático y el refuerzo de los procedimientos que abarcan la respuesta de protección civil, acoplándolos a las nuevas realidades”.
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